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Alertan agujero de la Capa de Ozono sigue sin recuperarse

Un estudio plantea que aunque el agujero de ozono no aumentó de tamaño en los últimos años, tampoco hay una disminución de cloro en la estratosfera, por lo cual no hay señales de recuperación

Autor:

Juventud Rebelde

WASHINGTON, diciembre 12. El agujero de la Capa de Ozono sigue sin recuperarse, alerta un estudio en esa región de la atmósfera donde este gas inestable de tres moléculas de oxígeno protege la vida en la Tierra de las radiaciones ultravioletas del Sol, destaca PL.

Una investigación de científicos de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) de Estados Unidos plantea que aunque el agujero de ozono no aumentó de tamaño en los últimos años, tampoco hay una disminución de cloro en la estratosfera, por lo cual no hay señales de recuperación.

El equipo utilizó datos de satélites para observar el interior del agujero. El mapa obtenido a raíz de las observaciones, que publicó la revista Atmospheric Chemistry and Physics, reveló que el agujero de ozono de 2012 es más complejo de lo esperado.

La autora principal del estudio, Susan Strahan, dijo que el hecho de tener un área más pequeña y mayor cantidad total de ozono no significa que la Capa de Ozono se esté recuperando, ni se puede atribuir a la disminución de cloro.

Los aumentos de la Capa de Ozono en altitudes superiores a principios de octubre, causado por los vientos, se produjeron por encima de la destrucción del ozono en la estratosfera inferior, acotó.

El trabajo muestra que las métricas clásicas basadas en los valores de ozono total tienen limitaciones, que no cuentan toda la historia, indicó la investigadora Matalya Kramarova.

Explicó que las métricas clásicas crean la impresión de que el agujero de ozono mejoró como resultado del protocolo de Montreal, que limita las emisiones humanas de sustancias que agotan el ozono.

Las científicas aseguran que la meteorología es responsable del aumento de la Capa de Ozono y de que el agujero sea más pequeño, y no porque las sustancias contaminantes hayan disminuido.

Los datos son corroborados por otro estudio liderado por Strahan entre 2006 y 2011, cuando se registraron dos de los agujeros más grandes y profundos de la última década.

Para el trabajo se utilizaron datos de microondas del satélite Aura de la NASA y se realizó un seguimiento de la cantidad de óxido nitroso, un gas inversamente relacionado con la cantidad de ozono que agota el cloro.

Los investigadores emplearon un modelo para simular la química y los vientos de la atmósfera. Los resultados mostraron que en 2011 había menos destrucción de ozono que en 2006 debido a que ese año los vientos transportaron menos ozono de la Antártida. Era un efecto meteorológico, no químico, apuntó.

Por el contrario, en 2006 el viento sopló más ozono en la Antártida y por ello el agujero presentó mayor gravedad. «Estamos entrando en un período de gran variabilidad y habrá baches en el camino antes de que se pueda identificar una clara recuperación», añadió.

Hace casi 40 años los científicos alertaron que los gases industriales emitidos por el hombre destruyen la Capa de Ozono, vital protectora de la vida en la Tierra.

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