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Es necesario desarrollar una ciencia de la sostenibilidad para contribuir a los cambios socio-económicos que requiere un nuevo modelo más solidario, justo y equitativo, sugirió este jueves el Doctor Ismael Clark Arxer, presidente de la Academia de Ciencias de Cuba, reporta Prensa Latina.
Las interacciones preocupantes entre el cambio climático, la pérdida de diversidad biológica, el incremento de la pobreza y la enfermedad y la creciente desigualdad, se combinan para aumentar la vulnerabilidad de los seres humanos y de la naturaleza, dijo Clark Arxer.
En declaraciones a la agencia de prensa, recordó el hecho de que desde los propios inicios del siglo hay un consenso científico creciente respecto a que el presente camino de desarrollo mundial es insostenible.
A la luz de su historia evolutiva, la especie humana no puede subsistir sin transformar en alguna medida su medio circundante, pero es esencial discernir hasta dónde y con qué fines realizar esa transformación, habida cuenta de las consecuencias que esta trae aparejadas, opinó.
Consideró que la transición a la sostenibilidad demanda transformaciones profundas de orden político y económico, que son, sin dudas, externas a la ciencia, aunque los científicos tenemos el deber moral de contribuir a materializarlas.
Reclamar el cambio y proclamar valores como la necesidad de la paz, la práctica de la solidaridad, la promoción de la justicia y la equidad no es mera cuestión de posición política, sino el resultado de la reflexión ética vinculada al análisis científico de los dilemas contemporáneos de la Humanidad, aclaró.
Los científicos tenemos el deber moral de mostrar a los humanos el camino de la existencia plena, material y espiritual, en interacción racional y consciente con los límites del entorno planetario y con el resto de nuestros semejantes, propuso también.
Clark Arxer intervino este viernes en un panel sobre ética y sostenibilidad, correspondiente a la X Convención Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo, que concluye mañana luego de cuatro días de sesiones en el Palacio de Convenciones de La Habana, con la presencia de 1 200 profesionales de 45 países.
