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No le correspondía

De vez en cuando alguna que otra respuesta institucional revela que el denunciante acogido aquí no tenía la razón en su queja. Y eso no demerita a esta sección; todo lo contrario, le confiere más credibilidad y objetividad. Porque las instituciones también tienen el derecho a defender sus criterios y a esclarecer.

A propósito, traigo hoy la respuesta de Amado González González, director general de la Empresa Comercializadora de Combustibles Habana, perteneciente a CUPET, con motivo de la denuncia de Maritza del Rosario Vázquez, reflejada aquí el 30 de septiembre pasado.

Entonces, Maritza, quien reside en avenida Quinta número 2, entre 88 y 90, Boca de Mariel, en la provincia de La Habana, señalaba que hacía alrededor de siete u ocho meses que en esa localidad no abastecían de keroseno y alcohol a los clientes que cocinan con esos combustibles. Y defendía el hecho de que esos consumidores merecen una explicación del por qué.

Al respecto, aclara González que Maritza fue visitada por el vicepresidente de Distribución del Consejo de la Administración Municipal, el vicedirector comercial de la Empresa Municipal de Comercio, los trabajadores sociales, el jefe del grupo de Atención a Clientes de la Empresa Comercializadora de Combustibles Habana y su homóloga en el municipio.

Y en esa verificación se constató que Maritza no es cliente del producto que ella demanda, pues está registrada en la OFICODA municipal como parte del núcleo 588 de la bodega 3 de Boca de Mariel, y ese núcleo está censado como consumidor de gas licuado, el cual recibe la reserva de combustible como está establecido.

Dicho más claro, Maritza no vive en el domicilio donde está registrado el citado núcleo, sino que hace ocho años reside ilegalmente en un local.

En cuanto a la afirmación de que hacía unos siete u ocho meses que en esa localidad no abastecían de keroseno y alcohol, especifica que estos sí han sido entregados a la Empresa Municipal de Comercio del Mariel según lo establecido.

Pero Maritza no está censada como consumidor de keroseno y alcohol, pues el lugar donde reside no constituye un núcleo registrado por la Empresa Municipal de Comercio Mariel, ya que no es propietaria de dicho sitio.

Asegura finalmente que Maritza no se ha dirigido a ellos con ninguna queja, inquietud o preocupación referente a la distribución de combustible doméstico.

Era tierra

El propio 30 de septiembre pasado esta sección reflejó la queja de Aymeé González, vecina de calle 19 número 1325, apartamento 23, esquina a 24, en el municipio capitalino de Plaza.

En la misma, Aymeé notificaba que en agosto, el recibo del servicio eléctrico le llegó con un importe excesivo —102 pesos— con respecto a los equipos que ella posee en su hogar; y también en cuanto a su consumo promedio mensual: 40 pesos.

Pagaron antes, como se exige, en espera del inspector, que en las oficinas de la OBE les prometieron enviar. Este no se presentó el día señalado, ni en el resto del mes. Les prometieron visitarlos de nuevo, e igualmente incumplieron una vez más. Y el recibo de septiembre registraba mucho más: 142,60 pesos. Volvieron a prometerles que los visitarían y de nuevo incumplieron. Y todavía esa familia los seguía esperando...

Al respecto, responde Militza Word Rodríguez, de la Oficina de Atención al Cliente de la Empresa Eléctrica Ciudad de La Habana, quien aclara que ya Aymara Luzón Battle, a cuyo nombre está contratado el servicio, visitó la OBE municipal el 18 de agosto y solicitó la visita del inspector.

No obstante explicarle que en el edificio se habían sustituido los metros contadores por otros nuevos, con los parámetros establecidos, se esperó la facturación de fecha 25 de agosto para confirmar si el consumo de la cliente se mantenía alto. Se le visitó y no se encontraba, pero le dejaron recado con un vecino.

El jefe de inspectores de la OBE visitó el domicilio el 25 de septiembre y el 30 de septiembre, y fue imposible ver a la clienta. Dejaron recados con vecinos, y con ellos el documento de la inspección, donde se explica que el contador nuevo registra correctamente.

En la inspección se detectó también que las conexiones estaban correctas y no existían señales de fraude, y que el contador se encontraba sellado correctamente, con todos los parámetros técnicos.

En la medición hecha en el momento de la visita existía un consumo de 3,2 Amperes y no se pudo verificar qué equipo se encontraba en línea por ausencia de la cliente en su casa. Volvieron el 1ro. de octubre y pudieron comprobar que en el interior de la casa «existía una tierra en la instalación eléctrica que, sumada al consumo del refrigerador en malas condiciones, provocan los altos consumos».

Se le explicó a la cliente que estaba en la obligación de eliminar la tierra encontrada en su vivienda. Y se le informó que, de acuerdo con los procedimientos vigentes, «ante la detección de tierra en las instalaciones, el cliente tiene derecho a una rebaja de un 50 por ciento en dos de sus cuentas, tomando como referencia el exceso sobre el consumo promedio histórico de 12 meses, siendo los subsiguientes consumos alterados, si los hubiera, responsabilidad del cliente».

Significa al respecto, que «la consumidora manifestó su inconformidad en cuanto al arreglo de la instalación eléctrica interior de su vivienda, basándose en que en febrero de 2008 fueron afectados varios equipos eléctricos por fallas en nuestras líneas, y bien pudieran afectar sus instalaciones interiores. Y que la empresa debía asumir el arreglo y los pagos posteriores hasta que se solucione definitivamente el problema».

Pero apunta Militza que «este daño fue provocado por cable partido sobre control de alumbrado público, y en el momento de la inspección no se reportó por el cliente afectación de las instalaciones interiores de la vivienda». Además, agrega, esa afectación no ocasiona tierra dentro de la vivienda, por lo tanto los hechos no están relacionados.

Gratitud

Esta breve misiva, que reproduzco íntegramente por su elocuencia, la envió Manuel Varona de la Torre, alias Coly, vecino de calle Marcelino Castañeda 105, entre Comercio y William Soler, Sibanicú, provincia de Camagüey:

«Compañeros de Acuse de Recibo:

1-Felicitarlos por la sección.

2-Agradecer a Dios y a la Revolución por que pusieran al excelente pedagogo Celestino González como director de la Sede Universitaria Municipal de Sibanicú.

3-Agradecer a Celestino porque, siendo yo carretillero, me dio oportunidad de estudiar Derecho y hoy estoy en tercer año de la carrera. Celestino es como Luz y Caballero, Mendive y los grandes maestros de la Patria.

4-Gracias a todos los que son como Celestino: pedagogo, revolucionario y humanista. Son evangelios vivos.

Revolucionariamente, Manuel Varona de la Torre (Coly), hoy pagador del Hospital Municipal de Sibanicú».

Gracias a ti, Coly, por la voluntad de acero que habrás puesto para salto tan elevado.

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