Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Intransitable

Desde calle 64 número 5102, en Río Seco, me escribe Jorge Sánchez, para denunciar que esa localidad del municipio habanero de Güines, aunque está situada a unos 15 kilómetros de la cabecera, se encuentra prácticamente aislada... por el deterioro de un camino. Hay un tramo de unos tres kilómetros, a la entrada del Consejo Popular, en pésimas condiciones, al punto de que cuando llueve se torna intransitable. Ya casi no llegan allí medios de transporte. A los estudiantes que viven en Río Seco, muchas veces les dan las 12 del día sin poder salir de allí ni asistir a clases. La inquietud de los vecinos se ha canalizado por medio del Poder Popular, pero la respuesta que reciben es que no se pone transporte porque el tramo está muy malo. A solo 20 kilómetros, señala Jorge, se encuentra la planta de asfalto de San José, pero nada. «Parece que no existimos», sentencia el lector.

¿Y el cigüeñal?: Ivo Herrera González se pregunta si la desconfianza es lo que primará al contratar cualquier servicio, si no hay ya garantía de respeto y seriedad. El lector, quien reside en calle G número 15, entre 11 y 12, en el barrio capitalino de Lawton, refiere que el 12 de enero pasado llevó a rectificar el cigüeñal de su auto Aleko a la Empresa Provincial de Talleres Automotores de Ciudad de La Habana, sita en 25 y Hospital. Allí le informaron que a los diez días debía recoger la pieza, y así consta en el recibo entregado. Incluso se le sugirió que llamara por teléfono, por si estaba antes. Cuando llamó, la respuesta fue que se había demorado la reparación por afectación eléctrica. Ivo se presentó en el taller y al presentar la orden de entrega y recogida, la recepcionista le comunicó que ese cigüeñal se había entregado el 12 de enero (al día siguiente de haberlo depositado él). A partir de entonces, Ivo comenzó sus gestiones con el administrador del taller, y hasta el 5 de febrero, cuando escribió a esta sección, la respuesta recibida cada día es: mañana lo resolvemos. «El cigüeñal se encontraba en óptimas condiciones —asegura Ivo—, y mi preocupación es, de acuerdo con el trato irrespetuoso que he recibido, no lograr recuperarlo y que nadie responda a tan grave hecho de irresponsabilidad». ¿No será que, además de cigüeñales, habrá que rectificar otras cosas allí?

¿Ha cambiado su dieta?: Luisa María Kim (Anglona 871, entre Salud y Tenería, Cárdenas, Matanzas), es una mujer operada de cáncer de mama, y por ello, el Gobierno le otorga la dieta especial 1207, que consiste en medio litro de leche diario, 230 gramos de carne semanal y 1840 gramos de pollo mensual. Sin embargo, lo establecido no se cumple: «Recibimos dos litros de leche cada seis días, y mensualmente una libra y media de carne y 920 gramos de pollo; pero en el primer mes de 2009 entregaron solo 850 gramos de pollo, sin ninguna explicación». Luisa María se personó en cierta ocasión en la OFICODA para averiguar y le dijeron que se había mandado a hacer la rebaja. La consumidora entonces les preguntó por qué no ponían en la libreta de abastecimiento lo que en realidad era entregado a los enfermos, y le contestaron que había una Resolución del Ministerio de Comercio Interior con esas cifras, y no podían violarla. Luisa María no comprende nada: «¿Están vigentes o no las cuantías de la resolución? Si no hay condiciones de garantizar esas cifras oficiales, ¿por qué no se le explica a los enfermos la realidad, y se ajustan las normativas oficiales a la verdad?»

Tampoco le explican: Helen V. Estévez (Central 22, entre Mayor y Perkins, reparto La Fernanda, municipio capitalino de San Miguel del Padrón) denuncia que en diciembre de 2008 las mujeres de ese municipio no pudieron adquirir las almohadillas sanitarias que se les vende normadamente. Ella ha averiguado en otros municipios de la capital, y no sucedió así. En San Miguel del Padrón, inclusive, ya están despachando las de enero de 2009, y no les han explicado el por qué no han podido adquirir las de diciembre de 2008, y ni siquiera si podrán vendérselas. ¿Adónde fueron a parar? No es cosa de juego, sino una necesidad perentoria de la mujer, algo tan urgente como un medicamento. De no existir estas, a precios asequibles, la alternativa es adquirirlas en las tiendas en divisas, quienes puedan hacerlo.

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