Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

La plaga del desinterés

Ana Otilia Piñero (Calle 182 No. 41102, reparto Lídice, Santiago de las Vegas, Ciudad de La Habana) cuenta que el 22 de septiembre pasado acudió al Tribunal Provincial Popular para obtener una certificación de sentencia, referida a la propiedad de su vivienda.

Dicho documento fue solicitado a la Sala 2 de lo Administrativo, y allí la Secretaria le informó que debía esperar 15 días para adquirirlo. A los 17 días, Ana Otilia se personó en ese sitio, y le respondieron que el expediente no había llegado del Archivo Central, por lo cual no era posible extenderle la certificación.

Desde entonces, Ana Otilia iba semanalmente por allí, hasta que la Secretaria de la Sala le orientó dirigirse al Departamento de Atención a la Población para que la ayudaran en el trámite de envío del expediente al Tribunal.

Ella hizo eso, pero la jefa de Departamento le respondió que, aunque intentaría hacer algo por ella, el Archivo se encuentra plagado de pulgas y garrapatas y estaban a la espera de alguien que fumigara.

Ana Otilia retornó el 10 de noviembre, como le orientaran, y la Secretaria le informó entonces que la persona a quien le habían encargado la fumigación no había podido hacerla. Le dijeron, además, que llamara en los próximos días, y lo hizo el 15 y el 16 de noviembre pero la respuesta fue la misma: la plaga de insectos les impedía entrar.

En esas gestiones, Ana Otilia ha conocido a otras personas que enfrentan la misma situación.

«El argumento de las pulgas y garrapatas —remarca— ha invadido no solo el Archivo, sino la voluntad de quienes tienen acceso a ese sitio y hasta los ánimos de quienes nos vemos afectados por tan insólita invasión de insectos.

«¿No son ácaros que se alimentan de sangre? ¿Qué hacen entre libros y papeles viejos? ¿Pueden más que el empeño y la voluntad de los seres humanos de acabar con ellas? ¿Es posible que una plaga de insectos menores detenga la actividad humana, en una instancia dedicada a preservar documentos que mañana formarán parte de la memoria histórica de la nación?»

Ignorado

Desde Avenida 23 No. 4809, apto. 7, en el municipio capitalino de Playa, Carlos Ignacio Arredondo cuenta su nefasta experiencia en el Ditú de 3ra. y 46, en ese municipio capitalino:

Llega con la intención de comprar una malta. No hay más clientes y sí dos dependientes: la mujer cuenta dinero, el hombre revisa algo en un teléfono celular. Pasan unos minutos y Carlos Ignacio se impacienta, pero no le atienden. Como si no estuviera parado allí. Llega alguien conocido del dependiente del celular. Este le despacha una cerveza e ignora a Carlos Ignacio.

Al fin, la dependienta levanta la cabeza y le pregunta a Carlos Ignacio, a más de explicarle que estaba contando el dinero, como si él no tuviera ojos para ver. «Siento la tensión en el ambiente», señala el cliente.

Finalmente lo atienden, y no puede evitar cierta ironía cuando les espeta, sonriente: «Me deberían regalar la malta». Muy seria, ella riposta: «Hasta ahí sí no puedo llegar». Carlos Ignacio se va con su malta, «y la molestia de siempre que no te deja disfrutar, que te impide dudar si ir o no a tal lugar, porque a lo mejor te incomodas. O lo que es peor, pierdes los estribos y te desgracias».

En su corazón

Ana Risco (Agustín Cebreco 36, reparto Santos, Las Tunas) agradece al colectivo del hospital Amalia Simoni, de Camagüey, por el trato intachable que allí reciben pacientes y familiares, por encima de las carencias de recursos.

Cuenta que su hermana fue intervenida quirúrgicamente el pasado 8 de septiembre de un nódulo en la tiroides. «Enseguida los familiares fuimos informados de la exitosa operación, y constatamos que el personal que había intervenido lo había hecho con mucha profesionalidad y amor. Al cirujano Márquez y demás integrantes del equipo siempre los tendré en mi corazón», concluye.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.