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Vivito y cobrando

«Muerto a la cañona», nombré el 24 de noviembre de 2010 el caso del bayamés Elesban Núñez Frías, quien tuvo que demostrar que estaba vivo para seguir como beneficiario de la Seguridad Social. Nancy Pérez Gómez, esposa de Elesban, contaba que a su casa llegó alguien «sin ningún tipo de ética», enviado por la Dirección Municipal de Trabajo en Bayamo, a recoger la chequera del primero, pues «estaba muerto» y la familia no había devuelto el documento.

Elesban es cardiópata y diabético, decía, y tuvo que recibir asistencia médica. El enviado recogió la chequera y orientó a Elesban que fuera al día siguiente a la Dirección Municipal de Trabajo. Fue Nancy, y allí le informaron que debía ir a las oficinas del Carné de Identidad a ver a la Directora. Lo hizo, y esta le pidió el carné de identidad del «occiso»; luego le comunicó que enviaría a un compañero a comprobar si Elesban estaba vivo (¡…!). Así fue.

Al otro día, Nancy llamó a la oficina del Carné de Identidad, y la Directora le dijo que fuera a Trabajo. Llamó a Trabajo y le orientaron volver al Carné de Identidad, para que le dieran un papel probatorio de que el hombre estaba vivo; con ese le devolverían la chequera.

Con razón, Nancy no entendía por qué esos trámites los carga el afectado, en vez de los artífices de la «muerte» infundada. Al fin al siguiente día le devolvieron la chequera; pero el disgusto quedó.

A propósito, hay dos respuestas: la de Marta Elena Feitó Cabrera, directora general del Instituto Nacional de Seguridad Social (INASS); y la del coronel Juan Manuel López Avecedo, jefe de la Dirección de Identificación y Registros del Ministerio del Interior.

Señala Feitó que por investigación de las direcciones provincial y municipal del INASS, junto a la Oficina Provincial de Identificación y el MININT en Granma, se supo que el beneficiario Elesban Núñez Frías constaba en la Oficina Municipal de Identificación como fallecido. Ello motivó la visita a su casa del funcionario del INASS, para comprobar mediante Fé de Vida que no había fallecido. El enviado explicó a Elesban la razón de su presencia; y que debía recoger la chequera provisionalmente, para comunicar el error, y realizar los trámites de rectificación con la Oficina del Carné de Identidad.

Desde la primera visita a Elesban, dice, hasta que le devuelven la chequera con el error subsanado, pasaron cinco días, que no le afectaron económicamente. Y en encuentro con la Directora Provincial del INASS y el Jefe de la Oficina Provincial de Identificación, el afectado adujo que la queja fue motivada por el error de reportarlo como fallecido, la retención de la chequera y que la verificación debía hacerse con las organizaciones de masas.

También aseguró que el funcionario del INASS no mostró falta de ética, y la referencia a este último elemento obedecía a que, luego de ser visitados por el INASS, también lo hiciera el Carné de Identidad, lo cual considera excesivo. Dijo que, si bien se había sentido mal, no había requerido de atención en ninguna institución de salud.

A su vez, el coronel López Acevedo manifiesta que «se comprobó el trato inadecuado dispensado por la Jefa del Carné de Identidad de Bayamo a la compañera Nancy Pérez Gómez, ante su justa demanda». Y explica que el error se debe al incumplimiento por esa unidad del procedimiento establecido para la actualización de la información.

La visita del inspector de Trabajo, agrega, se hace como resultado del intercambio de información automatizada que el órgano que él dirige realiza con otras instituciones del Estado, para ir descongestionando al pueblo de trámites que pueden ser resueltos entre instituciones.

Afirma que la Jefatura Provincial del MININT en Granma, además de explicar los resultados de la investigación y ofrecer disculpas a los afectados, aplicó medidas disciplinarias a los responsables del hecho que causó la reclamación, entre ellas la sustitución de la Jefa del Carné de Identidad y Registro de Población (CIRP) en Bayamo.

Agradezco el acucioso esclarecimiento de ambas entidades; y, aunque parezca minucia, aclaro que lo de la falta de ética del funcionario del INASS y la asistencia médica, desmentidos por el afectado, no lo inventó este redactor, sino que venía de puño y letra en la carta de Nancy, la cual conservamos en nuestros archivos.

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