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Los restos estaban allí

Con la respuesta de Mercedes Costa, directora de Servicios Necrológicos de La Habana, se cierra el caso denunciado aquí el pasado 30 de marzo por el capitalino Vicente Gayo, y que tuviera gran repercusión.

Recordemos: Gayo fue al cementerio de Colón, al panteón de su familia, a extraer de un osario los restos de sus padres, entre otros, para incinerarlos. Y habían desaparecido. Solo estaban los de una tía y una prima. Luego me escribió indignado: «Esos desmanes hieren la más pura sensibilidad humana».

Explica Mercedes que, por lo investigado, Gayo fue ese día al panteón acompañado de un empleado del cementerio, quien le informó que los osarios no se veían. Gayo no comprobó la información; tampoco se presentó en la dirección de Colón a formular su queja, y escribió a JR.

Por la delicadeza del caso, señala, decidieron esclarecerlo con profundidad, agotar las gestiones para ubicar los restos mencionados y determinar las causas del hecho. Se entrevistaron con Gayo, quien informó que el 23 de enero de 2001 había autorizado la unificación de los restos correspondientes a varias personas, pero él no estuvo presente en el acto posterior y, por tanto, desconocía la posición que ocuparon los osarios.

Le solicitaron a Gayo autorizara la exploración y la investigación. Así, en coordinación con el Instituto de Medicina Legal, el 1ro. de abril se realizó el trabajo de identificación de los restos, nuevamente sin la presencia de Gayo, quien fue representado por su cuñada, la misma persona presente cuando la mencionada unificación.

Los especialistas de Medicina Legal y de Servicios Necrológicos, afirma, demostraron que, cuando se realizó la unificación de los restos, fueron colocados en el fondo del osario, y que los mismos coinciden con las características de los padres de Gayo. Es incierto que fueran sustraídos de la propiedad radicada en el expediente 25165.

«Entre las principales causas que propician lamentables situaciones como las narradas —apunta—, figura el autorizar que se acceda a operaciones complejas, como la unificación de restos, sin la presencia del representante legal. Y también la falta de profesionalidad del empleado de la necrópolis, que dio información no comprobada; así

como que, al conocer sobre un presunto hecho tan lamentable, no exigiera se informara a la dirección del cementerio, y se adoptaran otras acciones».

A Gayo se le dio la respuesta adecuada, apunta, y ante las violaciones se adoptaron medidas; al tiempo que estudian cómo establecer regulaciones que eviten hechos semejantes.

Explica que, como parte del programa para fortalecer el funcionamiento de dicho cementerio, en poco más de dos años se han cambiado 2 100 tapas de bóvedas y se han vertido cerca de ocho mil toneladas de asfalto en la pavimentación de sus calles interiores.

También, en coordinación con el Historiador de la Ciudad, se concluyó y comienza a instalarse este año el sistema de señaléticas, que incluye la identificación de obras, capillas, calles y sitios patrimoniales. Se restauraron las puertas Norte y Sur y la Capilla Central, esta última en coordinación con las autoridades eclesiásticas.

Se instaló un incinerador, en el cual han ardido más de 4 500 restos, lo cual libera capacidades en osarios y en la instalación en general. Se han realizado cerca de mil intervenciones de mantenimiento constructivo a bóvedas y panteones y se trabaja en el rescate de la jardinería especializada. También han recuperado, mediante complejas búsquedas, más de 180 piezas monumentarias y culturales sustraídas del cementerio; y por recomendación del Historiador de la Ciudad, se han colocado 27 banderas cubanas en monumentos y sepulturas de personalidades históricas.

Precisa que se mejoran las condiciones de vida y trabajo del personal que labora allí, con medios de aseo y transporte interno para los sepultureros, pipas de agua, segadoras de césped, motosierras y equipos de computación.

Con las medidas de prevención, el alumbrado y la presencia de diferentes líneas del MININT, además del Servicio de Seguridad y Protección, se ha reducido la incidencia delictiva. «En los dos últimos años no se han producido hechos delictivos ni actos vandálicos», asegura.

Finalmente, informa que continúan colocando tapas de bóvedas, y haciendo diversas labores como la poda y tala de árboles y la pavimentación. Proyectan incrementar la venta de artículos alegóricos a la actividad necrológica, de materiales a particulares para la reparación de bóvedas, y concluir los trabajos de mantenimiento y reparación ya iniciados.

 

 

 

 

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