Acuse de recibo
El pasado 9 de agosto reflejé la misiva de Lázaro Rizo, cocinero del politécnico Fabricio Ojeda del municipio matancero de Perico, que denunciaba la manera arbitraria en que se le había declarado disponible como trabajador.
Afirmaba él que llevaba nueve años en esa labor cumpliendo con sus deberes sin ausencias y sin recibir señalamientos. Pero el 1ro. de julio se presentaron en su hogar el Director Municipal de Educación, el jefe de Organización del Trabajo y los Salarios (OTS) en esa dirección, y el Director del politécnico, para comunicarle que quedaba como disponible.
El jefe de OTS le ofreció una plaza de sereno por escrito, y verbalmente le agregó las de jardinero y electricista. Lázaro preguntó por qué era disponible, sin recibir una respuesta. Y el de OTS le dijo que podía reclamar al Órgano de Justicia Laboral de Base (OJLB).
El 4 de julio, Lázaro entregó la reclamación al OJLB. Y fue a la CTC municipal. Allí le orientaron que debía hacer una reclamación más integral, pues había argumentos que él no había considerado. El mismo día, conversó con la secretaria general del Partido del centro, quien desconocía los hechos.
Al siguiente día fue a Educación municipal a entregar la nueva reclamación, y el jefe de OTS le respondió que no tenía derecho a ello, conociendo que el trabajador tiene cinco días hábiles para hacerlo.
Al fin, pudo entregarla el 7 de julio. Pero aquel mismo 5 de julio, había conversado con tres miembros del Comité de Expertos del centro, quienes le aseguraron que desconocían la decisión de declararlo disponible; y lo certificaron por escrito. Tampoco lo sabían los secretarios generales del Sindicato y del comité de base de la UJC en el politécnico.
El 18 de julio se reunieron con Lázaro los directores de Educación municipal y del politécnico, el jefe de OTS y los integrantes de la comisión. El jefe de OTS le dijo que estaba disponible, y le ofreció las mismas opciones de reubicación. Adujo «criterios de que en ocasiones la confección del almuerzo era mala»; algo que, según Lázaro, jamás le habían señalado en su evaluación ni verbalmente. Que reclamara.
Cuando Lázaro me escribió, no le habían dado atención a su reclamación. A fines de julio fue a cobrar su salario y las vacaciones acumuladas, pero estas no se las pagaron, sin explicarle por qué. Luego, el jefe de OTS le dijo que no se las pagaban porque estaba inmerso en una reclamación.
En su carta, el trabajador solicitaba que se adoptaran las medidas correspondientes ante tales violaciones.
Al respecto responde Guillermo A. Díaz, director de Educación en la provincia de Matanzas, que según lo investigado, se constató que en el proceso de disponibilidad laboral en el politécnico, área de cocina-comedor, «se detectaron violaciones en los procedimientos, aun cuando todos los cuadros y especialistas municipales y del centro recibieron la documentación y capacitación para ello».
Precisa que no se cumplieron las indicaciones ofrecidas por la Dirección Provincial de Educación y el Órgano del Trabajo en el territorio.
Por ello, agrega, se acordó dejar sin efecto el proceso de disponibilidad realizado a Lázaro, reincorporarlo de inmediato a su puesto de trabajo y retribuirle el pago de salario y de vacaciones en los meses correspondientes; así como reiniciar el proceso cumpliendo con todas las indicaciones establecidas.
Se demovió definitivamente a cargos de inferior categoría a Daniel Amador, director municipal de Educación, y a Edel Florentino Pineda, jefe de Recursos Humanos; y se amonestó a Jorge Alberto Piloto, subdirector económico; y a Adolfo Alonso, director del politécnico.
«Lamentamos que errores como este se originen en nuestro sector por inobservancia de procedimientos y el uso de métodos inadecuados por cuadros. En estos momentos el trabajador ha sido restituido a su centro laboral, y aplicadas las medidas correspondientes», concluye el Director Provincial.
Ojo con la arbitrariedad. Es muy peligrosa.
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