Acuse de recibo
Tamara Conde Sánchez cuenta en su carta que reside en El Carmen, carretera a Playa Santa Lucía, en el municipio camagüeyano de Nuevitas. Y tiene una hija de cinco años, que debió ingresar en el prescolar en el actual curso 2013-2014, junto a otros cuatro niños del poblado donde viven unas cien familias.
La lectora está muy preocupada, pues la dirección de la escuela del sitio refiere que la Dirección Municipal de Educación no va a situar un maestro de prescolar por cinco alumnos, que irá allí un maestro una vez al mes.
Pero esta es la fecha en que no ha aparecido dicho maestro. Y la base material de estudio, a unos niños no les ha llegado, y a otros sí, pero incompleta o en mal estado.
En un intento por que su hija no se quedara sin cursar el prescolar, Tamara le hizo la solicitud al director de una escuela primaria en Tararaco, a unos 20 kilómetros de su poblado. Como ella y su esposo laboran en Tararaco y deben trasladarse a diario hasta allí, les sería muy conveniente tener a la niña en ese centro escolar.
Pero, lamentablemente, el director le dijo que no se permitían niños que viajaran. Y le sugirió que la pequeña permaneciera en El Carmen, a la espera de que le enviaran un maestro del municipio.
«Pienso que esto es negligencia de alguna dirección o de alguien en específico, pues siempre se dice que cada niño en nuestro querido país tiene derecho a recibir educación, por muy intrincado que viva, ya sea el campo o las montañas», concluye la preocupada madre.
Tradicionalmente los carnavales de Santiago de Cuba se celebran entre los días 21 y 27 de julio. Y este año, se extendieron hasta el 29 de julio. Pero dichos festejos dejaron un regusto amargo en Nelson Téllez Rivera, quien reside en Primera de Gatta 52, entre Ambrosio Grillo y Hermanos Ducasse, en el reparto Villalón, de esa ciudad.
En esos festejos, la Dirección Municipal de Cultura contrató trabajadores para el aseguramiento de los mismos, entre ellos a Nelson. El contrato tiene carácter determinado, solo para laborar en los carnavales.
Pues sucede que desde entonces, señala Nelson, dicha Dirección de Cultura, de conjunto con el Gobierno Municipal, «no han encontrado el presupuesto para cumplir con el compromiso de pago».
Para Nelson resulta sorprendente y contradictorio que, cuando los trabajadores en todo el país debaten el Anteproyecto del nuevo Código de Trabajo, que refrendará sus deberes y derechos, directores, administradores y jefes de entidades incumplan sus deberes para con quienes han garantizado los tradicionales carnavales santiagueros.
Ciro Félix Rodríguez Sánchez, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Oriente, y residente en Masó No. 209-A, entre Avenida Libertad y Calixto García, en la localidad santiaguera de Palma Soriano, tiene palabras de agradecimiento en medio de su dolor.
Cuenta él que el pasado 21 de septiembre falleció su mamá, Haydée Sánchez Peña, cuyo funeral se realizó en la funeraria de la ciudad de Bayamo, en la provincia de Granma, donde encontraron un colectivo de trabajadores de exquisita sensibilidad y dedicación para brindar su servicio, un servicio tan delicado y profesional.
Destaca Ciro Félix el trato tan especial para con su familia, desde la auxiliar de limpieza, la que atiende el pantry y cuantos laboraron en ese turno, incluido el administrador de la funeraria, con un especial sentido de la amabilidad y la discreción y el respeto con que asumían el servicio.
En momentos de tanto dolor por la pérdida de un ser querido, nadie calcula lo que representa tanta devoción por servir, en un trabajo, tan importante como cualquier otro, que requieren tanta compostura y decencia humanas.
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