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Al final, paga la mesa

El pasado 23 de febrero, y desde el municipio villaclareño de Ranchuelo, la junta directiva de la cooperativa de créditos y servicios (CCS) Paquito Rosales, encabezada por su presidente Oscar Pérez Figueredo, denunciaba aquí una vieja deuda, no saldada, de la empresa agropecuaria Osvaldo Herrera con esos campesinos.

Contaban que esa CCS, subordinada a dicha empresa, adquiría mediante esta los productos correspondientes al paquete tecnológico que destina el país para diferentes cultivos potenciados, y que no les llegaban.

En reunión, los socios de la CCS exigieron la presencia de la dirección de la empresa para explicar la demora en la entrega del paquete tecnológico, y también por qué se les entregó solo el 50 por ciento del combustible requerido para las atenciones al garbanzo sembrado en noviembre y diciembre de 2012 y enero de 2013.

Y el Director de la empresa, luego de explicar lo relativo al fertilizante, pesticidas y otros productos destinados a los cultivos, los cuales llegan cuando estos últimos están listos para cosecharse, planteó que el otro 50 por ciento del combustible para el garbanzo lo destinó a pagar deudas con el maíz del año anterior.

Tal planteamiento fue rebatido por los campesinos, quienes acordaron allí tramitar su inconformidad ante la dirección provincial de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) y la Oficina de atención a la Población de la Delegación Provincial de la Agricultura, en junio de 2013.

El 26 de septiembre de 2013 se convocó a los socios de la CCS para que la Delegación Provincial de la Agricultura les diera respuesta, pero el encuentro no se pudo concluir porque los campesinos no estuvieron de acuerdo con la respuesta. Se acordó realizar de nuevo una auditoría del paquete tecnológico a la empresa, para luego informarlo a la CCS.

Y cuando me escribieron los socios, aún no se les había respondido sus planteamientos e inquietudes.

Al respecto, responde Héctor Luis Torna Martínez, delegado de la Agricultura en la provincia de Villa Clara, que la CCS mantiene con la empresa relaciones contractuales, no de subordinación administrativa, para dar respuesta al pedido estatal.

Y en las investigaciones hechas por una comisión creada a tal efecto, precisa, se comprobó que en el 2013 no todo el paquete tecnológico entró en tiempo. Llegaron a la provincia fuera de fecha los productos químicos y el fertilizante nitrogenado, por no disponibilidad en el país, y la cooperativa recibió solo el 78 por ciento del combustible demandado según el plan.

Refiere que la Delegación Provincial de la Agricultura realizó un control del combustible a la empresa y a la CCS, el cual no detectó descontroles en el uso del mismo.

«En el momento en que se intercambió con los campesinos en asamblea general —agrega—, con la presencia del Director de la empresa y demás factores del municipio, estos no entendieron la explicación ofrecida sobre la entrega del combustible, respecto a lo cual quedó aclarado con la Junta Directiva por lo antes expuesto».

Señala Torna que los reclamantes tenían razón en su queja, por lo cual la comisión participaría en la asamblea general de la cooperativa, en junio, para informar de los resultados de la investigación realizada.

Agradezco la respuesta, pero sobrentiendo que si al final se les dio la razón a los campesinos, ¿entonces por qué antes no se hizo y no se les atendió en tal sentido? Y la ANAP, ¿por qué ha permanecido tan silenciosa, cuando su deber es representar los anhelos e inconformidades de quienes sudan la tierra?

Por otra parte, es evidente en este caso que la subordinación de la CCS a los suministros estatales para adquirir su paquete tecnológico muestra demasiadas irregularidades e incumplimientos, como para desalentar los afanes productivos de quienes trabajan la tierra y no saben por qué esto no llega a tiempo o aquello se utiliza en otro propósito.

Al final, lo que se resiente son los resultados productivos en un país donde, a pesar de todos los esfuerzos y transformaciones en el agro, aún la voluntad de desarrollo no se confirma en la mesa del cubano.

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