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Falta la firma…

En un país que envejece y ya peina canas, debía castigarse a quienes obstaculizan a los ancianos. Al menos, no debían tener poder de decisión quienes no respeten las atenciones que deben tener los que ya vienen de regreso.

Carmen Pérez Díaz, una anciana viuda, con enfermedades que le impiden trasladarse a ciertas distancias y residente en calle E No. 15854, apto. 13, entre 4 y 6, Alturas de La Habana, municipio capitalino de Boyeros, decidió unirse con su única hija, de 64 años, y su yerno, de 71, que no tiene una salud mucho mejor que la de la suegra.

La hija y el yerno tienen su vivienda, y la casa de Carmen está a nombre de su difunto esposo, por lo cual ella debe antes adjudicarse la propiedad de la misma. Por ello, en enero pasado fue en persona a Santiago de las Vegas, a solicitar los servicios de la arquitecta de la comunidad y esta la remitió a la Dirección Municipal de Planificación Física, pues era necesario que se certificara que no se había hecho construcción ilegal alguna en su apartamento. En Planificación Física, Carmen solicitó el servicio, y la alertaron de que había atrasos en el mismo.

A los 15 días volvió, y le dijeron que estaban preparando un maratón para ponerse al día y dejar atrás tanto atraso. A fines de febrero se presentaron en su domicilio dos técnicos que revisaron todo, hicieron croquis y certificaron que solo se había hecho un cambio de carpintería necesario. No había ilegalidades.

Desde entonces, y hasta el pasado 24 de junio, cuando me escribió, Carmen y los suyos perdieron la cuenta de los viajes que han hecho para recoger el certifico, requisito para solicitar la visita de la arquitecta.

«Siempre alegan —precisa— que falta la firma del Director, quien en la actualidad está enfermo. Y nunca me dieron recibo de mi solicitud. A estas alturas, temo que se haya perdido. Y no puedo dejar de pensar que el maratón, si se hizo, no tuvo los resultados que se esperaban.

«Me veo inmersa en un papeleo que se intensifica cada vez más. Y me pregunto si a mi edad puedo esperar que se completen los trámites. ¿Viviré mis últimos tiempos cómodamente y acompañada de mis familiares, que tampoco son jóvenes?

«Llamé a Planificación Física Provincial, y la persona que me atendió me dijo que en Atención a la Población habían prohibido que dieran los números; había que ir en persona allí. Como la distancia es muy larga y tengo dificultades de locomoción, logré que más tarde me atendieran por el mismo teléfono. Y con quien hablé me aconsejó paciencia, pues “el Director no puede delegar en nadie para firmar”. Según mi experiencia, este no es tiempo para viejos».

Doce años esperando

Nieves Hernández (Isabel Rubio Km 1 ½, No. 285, Carretera a La Fe, Guane, Pinar del Río) denuncia la violación con el orden o número de prioridad de construcción de la vivienda de su familia, damnificada por un huracán en 2001.

Refiere ella que, tras la catástrofe, en Guane se creó una comisión encargada de valorar los daños a las viviendas. Y como la suya era derrumbe total, les comunicaron que sería priorizada, junto a otras tres en su circunscripción.

En julio de 2011 les otorgaron la licencia de construcción y les comunicaron que ocupaban el número dos por orden de prioridad. En 2012 se iniciaron los trabajos de cimentación. Pero la obra se detuvo, y les informaron que solo había asignación material para una vivienda, por lo cual las restantes comenzarían en 2013.

Las construcciones se reanudaron en 2014 y para sorpresa de Nieves, teniendo el número dos, los excluyeron. En su lugar priorizaron otra vivienda que no estaba ni siquiera montada. Ella vio a la Presidenta del consejo popular de Isabel Rubio, quien le mostró la lista donde aparecía con el número dos, pero admitió que se violó el orden de prioridad. Según la remitente, la Presidenta le «dejó bien claro que la nueva vivienda la incluyó la Subdirectora de Vivienda a nivel municipal, y alegó no poder hacer nada. Admitió su responsabilidad, de conjunto con la comisión y la Delegada de la circunscripción, y dijo que no hay solución para mi caso».

«No existe respuesta a mi problema, denuncia. Tengo 74 años y soy jubilada. Llevo 12 años viviendo en un cuartico, construido en la parte de atrás de mi casa, casi sin condiciones para habitarlo. Hace 12 años que estoy sin vivienda, y ni siquiera su construcción aparece en los planes para 2015. Sin embargo, las tres restantes ya fueron concluidas, y la otra ya casi está en terminación.

«¿Cómo es posible que esto ocurra?», pregunta con razón la lectora, quien manifiesta su confianza en que se priorice la terminación de su vivienda y se apliquen medidas disciplinarias a los responsables de lo que considera una injusticia.

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