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Cuarenta y seis mil pesos

Así como lo leyó. Cuarenta y seis mil pesos, uno encima del otro, le exige la Empresa Eléctrica a Magalys Pelegrín Reyes por una supuesta manipulación de su metro contador, cometida por ella o su familia, y de la que Magalys y los suyos sostienen no tener responsabilidad alguna.

Refiere la capitalina que hasta su domicilio de calle 5ta. bloque 14, apto. 1, en Las Guásimas, Arroyo Naranjo, llegó el inspector designado por la Empresa Eléctrica (ella especifica el nombre, pero lo omitimos) con la misión de cortarle el servicio, alegando la alteración del dispositivo contador. Antes, explica la remitente, ella  había firmado un documento que, según él le comunicó, solo expresaba la carga eléctrica de su casa.

La mujer puso el grito en el cielo cuando el empleado de la compañía la acusó de manipulación, y le respondió que ella era inocente de tal delito. El inspector de marras le dijo entonces que «se ahorraba todo el trámite si le abonaba 200 CUC», detalla ella.

Magalys cuenta que se negó rotundamente a pagarle y desde entonces comenzó una batalla en la que ya llevaba un año y 25 días al momento de escribirnos. Todo este tiempo sin energía eléctrica en su hogar.

«He escrito a todos los organismos competentes, relata la afectada (…) Todos responden lo mismo: que espere respuesta del Minbas, que mi caso fue pasado para ese Ministerio. Pero a ese Ministerio fue al que primero escribí y nunca obtuve respuesta», afirma la capitalina.

A su carta anexa otro grupo de misivas de representantes de organizaciones políticas y de masas de su territorio —PCC, UJC, FMC, CDR, Poder Popular— que no solo refrendan la integridad moral y revolucionaria de esta mujer y los suyos, sino que dan fe de la odisea que ha atravesado durante tanto tiempo sin electricidad y sin las correspondientes respuestas a su reclamo.

«Tengo una nieta de tres años que pasa mil necesidades, como calor al dormir; se me echa a perder todo tipo de alimento, tengo que estar de casa en casa para guardar la comida de mi niña…», relata angustiada la remitente. ¿Cuánto más tendrá que esperar? ¿Acaso en este largo lapso las autoridades facultadas no deberían haber investigado con profundidad el caso? ¿Y la opinión de los vecinos, de los representantes de las organizaciones sociales, de la PNR en el sector? ¿Hay algún cortocircuito en el corte eléctrico a esta familia?

Urgen las respuestas.

No solo los doctores salvan

Un giro de 180 grados respecto a la historia anterior llega de manos del santiaguero Telmo Macías Matos (Calle Donato Mármol No. 1, entre Martí y Máximo Gómez, Palma Soriano) quien desea reconocer la honestidad de Dialis, una trabajadora que cumple con su labor y eleva así el nombre de su institución.

El caso es que el 1ro. de diciembre de 2014 se encontraba Telmo en la Agencia de Reservaciones de La Coubre y allí pudo apreciar que mucho del orden que se respiraba tenía que ver con la gestión de esta empleada. Ella, «con forma respetuosa pero enérgica, ubica a los indisciplinados sociales; en el salón orienta, explica y atiende con amabilidad. De una conversación solo pude escucharle decir: “A mí también me hace falta el dinero”, pero sus interlocutores retiraron la mano de la billetera y salieron sin papelito alguno. Me acerqué y le dije: “No solo los doctores salvan”. Ella me devolvió su sonrisa», relata el santiaguero.

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