Acuse de recibo
Como delegado del Poder Popular por la circunscripción 71, en el batey Heriberto Duquesne, del municipio villaclareño de Remedios, Raidel López Aparicio es la cara visible ante sus electores, a la hora de buscar respuestas a sus problemas.
A Raidel le quita el sueño la comunicación telefónica de esa comunidad, desde que en mayo de 2015 se decidió sustituir la vieja planta de telefonía analógica, que tanto les sirvió, por una moderna digital.
En solo unos días se desmanteló la vieja analógica y comenzaron los trabajos de inversión. Se remodeló el local, el cual quedó en óptimas condiciones; se colocaron los postes, los cables y las cajas. Solo faltaban detalles.
«Pero todo se complicó —refiere el delegado—, porque hasta ahora no tenemos ni siquiera un teléfono comunitario, que existía en aquel entonces. El pueblo pregunta consternado cómo es posible que una inversión tan costosa para el país pueda quedar en el olvido. ¿Es que la indolencia y la irresponsabilidad tienen que seguir de la mano de ciertos ejecutivos?».
Precisa Raidel que, en reunión preparatoria con los delegados, previa al proceso de rendición de cuentas que concluyó en diciembre del 2015, el Director de Etecsa en Remedios planteó que la inversión tenía que concluir ese año. Y no sucedió. Según información brindada por el Presidente del Consejo en el mandato anterior, esa inversión debió ejecutarse en 2014. Y al pueblo le quedaba el consuelo de que se concluiría en saludo al aniversario 500 de la ciudad de Remedios, por la repercusión social que esto traería consigo.
«Seguimos esperando —enfatiza Raidel—; a principios de año Etecsa en la provincia declaró a los medios de prensa que esa inversión estaba previsto concluirla en este año. Nadie aclara nada; no hay transparencia en el asunto.
...«Lo cierto es que ya hace casi un año que no tenemos teléfono, y estamos fuera del área de cobertura. Y espero que por este medio alguien se digne a dar una respuesta decorosa», concluye Raidel.
Rebeca González Pérez (Avenida 9, No. 610, entre 6 y 8, Santa Cruz del Norte) es cobradora de agua hace 18 años; y como tal observa con preocupación la morosidad con que los consumidores de ese vital líquido, tan preciado para la humanidad y cada vez más escaso, pagan o no esos servicios.
«No hay disciplina en el cumplimiento del pago del servicio de agua. Hay personas que se pasan cuatro y cinco meses y más sin pagar, y ni se les cobra recargo», denuncia la trabajadora.
Y señala que en el diseño de pago por resultados que se aplica allí, los cobradores terminan «pagando» las inobservancias de los consumidores, porque les penalizan el salario de acuerdo al índice de cobros. Y, según Rebeca, «ese trabajo no depende del cobrador, sino de los deseos de pagar del consumidor».
Tiene que haber un rigor estricto con ese servicio, como lo hay con la electricidad y el teléfono, al punto de que si no pagas, «te corten el agua». ¿De qué vale estar predicando que «el agua se agota», hasta convertirlo en un cliché inútil?
Cada vez que el ingeniero Roberto Pérez Domínguez llega a la agencia de Correos Tunas 1, en la ciudad de Las Tunas, la busca con la mirada para ser atendido por ella.
Su nombre es Dania Rondán Báez: «Una persona digna de elogio —precisa—, con vasto conocimiento de su trabajo. Amable, siempre dispuesta a que uno se sienta complacido. Y cuando no tiene respuesta, se informa bien, para poder despejar cualquier duda.
«Lo mismo la encuentro atendiendo los bultos postales que los giros o DHL. O en ventanillo, con su sonrisa y presta a servir.
«Ciertamente hay trabajadores de entidades públicas que dejan una huella negativa, y otros como Dania que hacen de su trabajo su razón de ser. Y lo hacen con excelencia».
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