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Problema resuelto… ¿por qué no antes?

«Mi casa es un verdadero infierno», afirmó aquí el pasado 13 de diciembre Reinaldo Fabián Aguilera, residente en Calle 175 no. 28405, entre 284 y 290, en el reparto Camilo Cienfuegos, de la ciudad de Matanzas.

Contaba el veterano que padece de hipertensión arterial y cardiopatía isquémica, y su esposa es diabética, alérgica y con problemas en la piel. Pero aunque fueran jóvenes y sanos, merecían la misma atención ante el problema creado por el vecino de al lado de su vivienda: un artesano con un taller, quien labora con productos químicos y gases industriales, y funde metales.

Afirmaba Reinaldo que el vecino prendía sus equipos de un día para otro, y los gases y olores invadían la casa del primero, al punto de no poder respirar ni dormir, y tener que ir varias veces de madrugada al policlínico por falta de aire.

Reinaldo confesaba que habló varias veces con el artesano, quien le prometió que cambiaría de sitio el taller. Pero quedó en la promesa. El 13 de agosto de 2018 Reinaldo fue a la Unidad de Medio Ambiente del Citma en Matanzas, y a los pocos días dos funcionarios de dicha entidad le dieron instrucciones al vecino. Pero todo seguía igual.

El 22 de octubre, Reinaldo formuló queja en el Departamento de Higiene y Epidemiología del policlínico Carlos Verdugo. Volvió por allí varias veces buscando respuesta, y nada.

«Reclamo que se respeten los derechos de mi familia, decía. ¿Hasta cuándo se va a hablar de protección a la salud cuando las medidas son tan lentas? Llevo varios meses quejándome y respirando aire contaminado. Nadie resuelve el problema. Escribo esta carta a las 2 y 51 de la mañana. Una vez más no puedo dormir por el ambiente tan contaminado», concluía.

Al respecto, responde la doctora Magaly G. Chaviano Moreno, directora provincial de Salud en Matanzas, que una comisión investigadora conjunta de directivos del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología (CPHE) y del Citma entrevistó a Reinaldo y al vecino que provoca la contaminación, y visitó el escenario de los hechos.

En concordancia, señala que la contaminación atmosférica que produce la fundición de metales, por la toxicidad de los gases que genera, puede tener implicaciones de salud, tanto para el que la ejecuta como para quien inhala estos gases.

Y cita el artículo 147 de la Ley 81, que expresa: «Queda prohibido emitir, verter o descargar sustancias tóxicas o disponer desechos, producir sonidos, olores, vibraciones y otros factores físicos que afecten  o puedan afectar la salud humana o dañar la calidad de vida de la población».

Así, precisa, se determinó imponer al vecino artesano la medida de prohibición de continuar fundiendo metales para elaborar productos de joyería, hasta tanto cumpla con la disposición de construir una chimenea más alta en el radio de 15 metros a la redonda de donde se ejecutan esos trabajos.

Después de terminada la chimenea, afirma, se realizarán las coordinaciones pertinentes con el CPHE de Salud Pública, a plena carga, para evaluar la efectividad de la medida. Y tras ello, y de la aprobación de la ejecución por el CPHE, se regulará la actividad para su implementación, entre los horarios de la mañana y principio de la tarde. No se permitirá la ejecución de la labor ni en horarios de la noche ni en la madrugada.

La queja se calificó Con razón, expresa, y se le informaron los resultados a Reinaldo, quien mostró su agradecimiento.

Finaliza la doctora Chaviano manifestando que para el control y el seguimiento del tema, se comunicó el dictamen del proceso al delegado provincial del Citma, al jefe de la Policía Nacional Revolucionaria y al Fiscal Jefe en el municipio, a la Asociación Cubana de Artesanos Artistas y al director provincial de Trabajo.

Agradezco la respuesta y la solución del problema. Pero si me dan a escoger, hubiera preferido que se resolviera mucho antes, sin la presión de lo revelado aquí. Eso me hace pensar que pueden existir historias similares por ahí, sin que las autoridades responsables de hacer cumplir las normativas hayan hecho justicia, poniendo freno a la arbitrariedad y el irrespeto.

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