De impacto
Graduado en la Academia de Bellas Artes de San Alejandro, La Habana, Eduardo Abela perfeccionó sus estudios en España y Francia entre 1921 y 1924. Colaboró con la Revista de Avance (1927-1929). En el contexto de la dictadura de Gerardo Machado, trabajó la caricatura política, creando uno de los personajes más célebres de la prensa cubana de todos los tiempos: El Bobo.
En 1933 lo designaron Cónsul en Milán, lo cual le posibilitó estudiar el renacimiento italiano. En esta década los guajiros y el paisaje cubano ocupan sus temas. Su obra Guajiros es premiada en la Exposición Nacional de Pintura y Escultura de 1938. Un año antes dirigió el Estudio Libre de Pintura y Escultura, en el que también colaboran otros artistas de la vanguardia como René Portocarrero, Mariano Rodríguez y Alfredo Lozano.
Su pieza El caos (1950) significó una ruptura con los temas y ambientes que trataba en la pintura. Con ella inició una nueva etapa de creación, caracterizada por la experimentación abstraccionista. En 1952 es nombrado embajador de Cuba ante la Unesco. Luego regresaría al arte figurativo. Murió en 1965.
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