De impacto
César de las Mercedes Pedroso Fernández, más conocido como «Pupy», nació en La Habana el 24 de septiembre de 1946. Premio Nacional de Música, comenzó a estudiar piano a los 12 años en el Conservatorio Amadeo Roldán. Compositor, arreglista, pianista y director, proviene de una familia de músicos.
En sus inicios, Pupy formó parte del conjunto Cuba Nueva, bajo la dirección de Fernando Álvarez. Para entonces ya sustituía a su papá César «Nene» Pedroso, en Sensación y Chapotín. Luego se uniría a Fascinación y más tarde, a solicitud de Elio Revé, al Charangón. Por esos años conoció a Juan Formell, con quien luego fundó a Van Van, orquesta emblemática y de referencia de la música popular bailable en Cuba y Latinoamérica. En ella Pupy impuso su sello personalísimo.
Como compositor, tiene en su haber más de 150 obras, entre las que se hallan éxitos al estilo de Seis semanas, Azúcar, Después que te casaste, Ya tu campana no suena, Ni bombones ni caramelos, El negro está cocinando, Temba, tumba y timba, y Qué cosas tiene la vida.
En 1999 obtuvo el Grammy por su participación en el CD Permiso llegó Van Van, que incluye tres temas compuestos y arreglados por él. También ha participado en importantes grabaciones discográficas como Fruta prohibida y Lo mejor de César Pedroso.
Después de décadas junto a Van Van, decidió crear su propio proyecto. Así, el 4 de octubre de 2001 debutó en los escenarios la ya quinceañera Pupy y los que son son, que Pedroso concibió fusionando varios formatos instrumentales, con José Luis Quintana «Changuito», quien constituyera uno de los sellos de Van Van, como asesor fundamental.
Con Pupy y los que son son ha realizado las producciones: De la Timba a Pogolotti, Qué cosas tiene la vida, El buena gente, Mi timba cerrá; Tranquilo, que yo controlo, Siempre Pupy, Éxitos de Pupy y los que son son y Sin límite. Mientras tanto, los bailadores esperan con ansias la salida del próximo fonograma donde debe aparecer el éxito Nadie sabe todo (2016), propuesta de esta edición de ¡De Impacto!
Hay algo en ti que, te confieso, me incomoda/ y es que vas por ahí siempre con la presunción/ de no querer escuchar un consejo ni una opinión/ y hasta has llegado a pensar que te la sabes todas.
Y eso no es así, pues tú tienes que saber/ que de la vida siempre hay algo que aprender/ y que la modestia es esa virtud/ que quien la posea siempre lo van a querer.
Por eso siempre hay que hacer el bien sin importarnos a quien/ no herir ningún sentimiento ni alimentar la codicia./ No darle chance a la envidia, ni a los malos pensamientos,/ sonreír siempre a la gente,/ no dárselas de creyente.
Hay gentes que se creen cosas/ parece que eso está de moda./ Hay gentes que no saben nada y creen que se las saben todas. (Se repite cinco veces)
Porque el que sabe sabe, y el que no sabe que aprenda (Se repite tres veces)
Y el que no sabe que aprenda (Se repite cuatro veces)
Hay gente que se creen, que se creen, que se creen lo que les da la gana. (Se repite cinco veces)/ Que se creen lo que les da la gana (se repite cuatro veces)
Hay gentes que se creen cosas/ parece que eso está de moda./ Hay gentes que no saben nada y creen que se las saben todas.
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