Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

«Los cubanos una vez más ponemos el corazón en alto, mostrándole de nuevo al mundo la transparencia que podemos tener los seres humanos, más allá de intereses de todo tipo (Llegan a Cuba los colaboradores de la salud que combatieron el ébola en Sierra Leona, 2 de abril). El hombre está donde se necesita, donde los ojos pueden alcanzar un máximo de esplendor al brindar su mano para ahuyentar la tristeza, aliviar el dolor. Los cubanos cumplimos con nuestras razones, con nuestro poder de dar corazones y engrandecer a otros que los necesitan. ¡Viva Cuba y los que tuvieron que ver con todo esto!». (Jorge Fuentes Castillo)

«Totalmente de acuerdo con usted compañero periodista (Sin comentarios, Hugo García, 1ro. de abril). Quienes puedan argüir el libre albedrío, “espíritu creativo”, la “jocosidad del cubano y su humor”, que recuerden que también existe, con demasiada abundancia, la tontería y estupidez, para encima de ello estar anunciándola a gritos vista. Diga de que se alardea y se sabrá, ¡sin duda alguna!, de lo que se carece». (Zugor)

«Qué artículo más interesante (La burbuja espacial, Yuri Guevara, 1ro. de abril), pero me lleva a pensar. Es cierto que es un reto, pero es sabido que la información es poder... ¿Y si el día que eso pasa, el país que tenga la información no la difunde? Eso es algo para lo que todos debemos poner nuestros esfuerzos. No podemos pecar por inocentes. No se puede confiar en que otros ya tienen las medidas tomadas y nos avisarán cuando ocurra el incidente. Porque de no ser así, la catástrofe vendrá, y eso si es algo a lo que hay que tenerle miedo. Esperemos que las cosas vayan bien, y de ocurrir este hecho, el mundo entero sea avisado con tiempo para tomar las medidas pertinentes y evitar la pérdida de vidas al máximo. Lo mejor es que diversos países traten de ponerse en función a prever la “supertormenta”, por lo menos uno por alianza política, porque en un final, tristemente, así es como se mueve el mundo, por los intereses políticos y económicos, no por los humanos». (Yo)