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Lo que no han podido ganar en las urnas, en el proceso democrático, lo quieren por la fuerza. No hay dudas: en Venezuela, la guarimba está en acción para desestabilizar y derrocar al gobierno bolivariano. La oposición oligarca y sus voceros de los medios de información que se han constituido en partido político —tal y como hicieron en el golpe de Estado de abril de 2002— tratan de armar un show para lograr la condena «internacional» del presidente Hugo Chávez.
La nueva carnada para la manipulación de una parte vulnerable de la población —estudiantes adolescentes fundamentalmente de las escuelas privadas, y universitarios que pueden pagar los altos estudios—, es lo que voceros de los partidos contrarrevolucionarios llaman «el segundo cierre» de Radio Caracas Televisión (RCTV), televisora que se niega a cumplir las obligaciones legales que tiene cualquiera de los 105 productores de audiovisuales de transmisión por cable, los canales de televisión por suscripción.
Luego de la oleada roja que cubrió Caracas en apoyo a su Revolución Bolivariana y Socialista el sábado 23 en la celebración reivindicatoria de la acción popular que derrocó en 1958 a la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, la marcha que realizó ese mismo día la oposición ha traído cola con prácticamente la convocatoria a la insurgencia desde las páginas de Twitter, por los «líderes» políticos de la contrarrevolución, de Globovisión, El Universal, TalCual y otros medios.
Promueven las protestas callejeras, el cierre de vías públicas, los desórdenes, y vociferan ante los micrófonos, —incluso de Venezolana de Televisión, la emisora estatal—, que están defendiendo y exigiendo la «libertad» de expresión.
Desde el último lunes, en Caracas, Valencia, Mérida, Anzoátegui, Ciudad Guayana y Lara salieron a la provocación, y en no pocos lugares llevaron como carne de cañón a menores de edad, alumnos de educación básica, en ese intento de incendiar las calles.
En Mérida, dos jóvenes murieron en los hechos de violencia registrados en esa ciudad andina, uno del Movimiento Bolivariano Estudiantil y otro de la facultad de Medicina de la Universidad de Los Andes, ambos caídos bajo disparos de francotiradores.
Pero la consigna de los estudiantes revolucionarios, miles y miles en el país, está bien clara, donde aparezca candela se le echa agua, y tomó forma en un enfrentamiento con argumentos, con la verdad de la revolución, con la expresión del pueblo real, de quienes ahora tienen derecho al estudio general, y dentro de ello, a formarse como profesionales en las universidades bolivarianas, en la Misión Sucre...
No han faltado en esta trinchera, los estudiantes revolucionarios de la Universidad Central de Venezuela, y centros privados, porque también en ellos están presentes los jóvenes que luchan por la Patria Nueva, y se enfrentan al golpismo y a la violencia.
También este martes, se han movilizado los integrantes del Movimiento Periodismo Necesario para denunciar la campaña de mentiras y de permanente zozobra impulsada por sectores de la oposición que pretenden la desestabilización continua.
Por otra parte, desde el exterior, ya el Departamento de Estado de la administración Obama expresó su «preocupación» por RCTV y otro tanto hizo el evidente vocero de la contrarrevolución para Iberoamérica: El País, de España, con un editorial agresivo y hasta injerencista que tituló «Chávez amordaza».
El escenario se clarifica, la contrarrevolución interna y externa carga armas, pero estos días también están demostrando una toma de conciencia del pueblo y sus jóvenes, ellos tienen el antídoto para el veneno de una pseudodemocracia que solo quiere odio y violencia para recuperar un poder perdido hace 11 años, y al que, asegura el pueblo bolivariano, ¡no volverán!
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