Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

El Duende

La tecla del duende

Ser nos

Este es el mes del amor... Y nuestra tertulia cumple cuatro añitos. Apenas una niñita que empieza a conocer y a tener memoria. En tan poco tiempo esta niña enamorada ha visto nacer, crecer, terminar y renacer amores; ha conducido con delicadeza y convicción al patriotismo por senderos escabrosos en épocas convulsas; ha sabido ser guía, oasis, costumbre, fuente, cántaro, renovación, necesidad y hasta recuerdo.

Nadie que haya pasado por la Tecla se separa definitivamente de ella; nadie que haya conocido y querido a Guillermo puede desprenderse de aquellos ojos azules aumentados a través de sus cristales, que un día de julio se quedaron fijos para seguir mirando al infinito, y otro día se esparcieron en polvo que sabemos semilla en el corazón de la Sierra. Nunca, ahora no recuerdo por qué motivos, pude participar en un aniversario de la tertulia... Lo que sí es innegable es que el segundo sábado de cada mes sigue siendo el mejor día para encontrarse con la familia que se escoge, con la que ya se han compartido alegrías y dolores intensos.

Las personas nunca sabemos qué perdurará, porque ni siquiera es tan importante... pero siempre en la modestia y las buenas acciones se deja una huella para no equivocar la ruta. Llegamos a este febrero felices de lo lindo, de saber que Fidel sigue dando batallas por la vida, de que eso que él representa y queremos, sigue presente a fuerza de mucho coraje.

«(...) La familia ya es enorme... pero toditos están en mí y en ese Hueco de la calle G donde se guarda nuestro corazón». (Daily Sánchez Lemus) (04/02/2009)

«Le escribe un lector que todos los jueves espera la avioneta, como las plantas a la lluvia. (Donde trabajo la prensa la llevan en una avioneta, que es lo único que hay de transporte). Leo detenidamente los escritos que publican y realmente son muy interesantes; claro, no tan interesantes como una doctora que conocí hace poco, pero bueno, cuando no estoy pensando en ella, estoy pensando en la tecla... Quisiera que me escribieran para saber si puedo ser un teclero. Qué hay que hacer; si hay requisitos, si hay que hacer un examen, o si te piden dos fotos y una fotocopia del título, con el número de carné y la baja de la carne... Lo que sea, yo lo hago». (Soy de Manuel Tames, Guantánamo; director de una escuela) (20/05/ 2008)

«(...) Hoy me parece muy importante escribirles. Me acabo de rob... no, acabo de tomar prestado el Juventud de ayer jueves de la mesa de un compañero, y en el momento en que leía camino a mi oficina comenzó a caminar a mi lado una mujer fantástica que trabaja con nosotros, la cual debe operarse en la próxima semana (...) Ya saben, su ánimo está muy triste. (...) Yo le leí el poema Dime, de la tecla del día de ayer y las bases del concurso Historias con canción; de paso le hablé de la tecla, que ella no conocía. Después de leer los grafitis, me dijo con lágrimas en los ojos y mocos en la nariz: Cómo me he perdido esto tanto tiempo... debe ser que este es el momento en que necesitaba descubrirlo (...)». (Venus) (28/11/2008)

«Soy cubana y teclera. Aunque lejos de casa por trabajo, es imposible que deje de ser lo primero y tampoco lo segundo, aun cuando el mucho trabajo y poco tiempo me hayan llevado a no ser fiel a la cita del jueves desde que estoy acá. Como hacemos todos los tecleros ausentes, dejé encargo de alta responsabilidad para que me guardaran cada una en estos meses. Aun así, hoy, haciendo un recuento de todo lo que me gustaría que me recibiera al volver, me di cuenta de lo mucho que necesitaba los jueves, leer la tecla, compartirla con amigos. Recordé los muchos planes para escaparnos al Hueco de G, al que tristemente nunca fuimos a conocer al Guille, porque siempre era sábado laborable. Así que comprendí que “nostalgio” mucho la playa, las noches de Coppelia, cine y Malecón con los amigos (...), pero sé que todo esto estará en su justo lugar para mí. Los amigos: “incorrompibles”, con mil anécdotas para alargar la tertulia maleconera; el helado: de chocolate; el Yara y la playa: cerca siempre, estés donde estés en Cuba. Me asustó pensar que tal vez no estuviera la tecla. Me he tomado un momento y he corrido al periódico, la he leído y les suplico guardarla por siempre (...). Flotan por allí las alegrías y mejores recuerdos de muchos. Abrazos desde Sevilla». (Rosa Ibis Meneau Hernández) (25/01/ 2009)

«El pasado jueves mi hijo Manuel Ángel Soto Fexas, alumno del IPVCE Ernesto Guevara, de Santa Clara, apareció en la sección Tecl@ado. En ella publicó su dirección solicitando amigos. (...) Quiero ser «el uno» de los primeros amigos de Manuel en corresponder a esta solicitud». (Manuel Ángel Soto Ibarria) (20/12/2008)

«(...) Tengo un sentimiento galopante que me hace vivir intensamente, aunque con su gran cuota de desdicha (...). Ella, que ha llegado como un “Milagro” a mi vida, me lleva así por sus laberintos y yo, en una de las formas de escape, le escribo. (...) Ambos somos algo adultos, pero eso no quita intensidad, quizá hasta le dé más dramatismo por las tantas barreras que se nos interponen. Entonces, como no tengo oportunidad de escribirles por esta vía virtual tan a menudo, y como creo logré que ella últimamente esté atenta a su sección, se los envío. (Y a continuación se incluían 28 mensajes. He aquí tres de ellos):

«Milagro:

1-Estoy buscando algún lugar mío donde tú no estés, para allí ponerte un pretexto e invitarte a que lo ocupes.

2-Hagamos un trato. Un simple convenio de amor. Donde yo te soy y tú me eres, mientras salga el sol en las mañanas, en cualquier parte del mundo.

3-¿No conoces el desespero de extrañarte? Pregúntale a mis ojos. Román» (28/03/ 2008)

Citas

La tertulia teclera en la Universidad Central de Las Villas celebra sus primeros 12 meses. El encuentro de festejo será el miércoles 18, a las 9:00 de la noche, en la propia escuela.

Este domingo, a las 10:00 a.m., en el Museo Palacio de Junco, los duendes matanceros tendrán su cita. Hay estribillo musical y todo: «Deja que El Moro te pase la mano».

Y en Ciudad de La Habana, pasado mañana concurrirán varios «motivos de son». Ocho años de la columna, aniversario de la primera peña, y día de los enamorados. Todos los amorosos del planeta están invitados al Instituto Internacional de Periodismo José Martí (G y 21, en el Vedado), a las 2:00 de la tarde. Aparte de la foto de cuando niños, cada quien debe portar una frase, poema, chiste... Habrá un buzón de intercambio.

Y el tema, junto al de los propios onomásticos, será: «el primer beso que di». Resulta que a nuestro amigo Luis Hernández Serrano cierta vez le pusieron ese como pie forzado. Y el Profe improvisó dos espinelas, una en serio y otra en broma. La última decía: «El primer beso que di/ me supo a coco rayado. Yo no le había encontrado/ razón a lo que sentí,/ pero al otro día vi/ que todo tiene un porqué:/ la niña que yo besé,/ aquella noche, escondido/ esa tarde había comido/ dulce con coco glacé».

(Y aquí en secreto: este 14 Luis y Flor cumplen de noviazgo, diez veces la edad de la tertulia).

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