Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

El Duende

La tecla del duende

Golondrina

Era apenas un impulso de pecho diminuto. Una saeta de plumas con la sangre atrevida. Era más alas que pico, o lo que es igual, más deseos de volar que preocupación por alimentarse. La encontramos a la salida de la Cueva El Palenque, en el pinareño Valle de Viñales. Insólitamente, estaba en medio de la carretera que rodea el mogote y permite a los visitantes regresar a la boca de la caverna luego de la excursión por sus entrañas.

Casi no podía saltar. Mucho menos volar. Pero intentaba una y otra cosa revolviéndose contra el asfalto, ya caliente al punto del mediodía, aun a riesgo de que la atropellara la rueda indolente de un taxi o el paso descuidado de un turista. ¿Qué hacía allí, si las bandadas estaban al otro lado, en la entrada de la cueva, arremolinándose en el aire de continuo mientras los guías explicaban sobre arqueología, formaciones rocosas y cimarronaje? ¿Qué buscaba lejos de su nido y su familia, si era claro que aún no podía valerse por sí misma?

La alejamos con cuidado de la carretera, para conservar su minúsculo latido; pero ella volvía cabeceando a arrimarse al borde. Encontramos sobre un pequeño árbol de piñón lo que nos pareció sería su hogar; y allí la colocamos; mas volvió al suelo, en un frenesí que —hoy sabemos— pretendía decirnos que aquella no era su casa; porque los nidos de golondrinas se hacen de barro, en forma de taza, y adosados a sólidas estructuras verticales, como las estalactitas y columnas del frente de la caverna.

Ah, pequeñuela con arrebato libertario, ¿qué pretendías gritar sin poder apenas abrir el pico? ¿Cuánto de una especie que no es particularmente veloz, pero puede maniobrar para cazar insectos, rozar el agua, o alimentar a sus crías en pleno vuelo, ya se fraguaba en ti, que acaso enternecías el paisaje con tu ínfimo parpadeo?

Y cuando nos fuimos, ¿alguien te habrá puesto a resguardo o al final tu ímpetu de mundo abierto te habrá conducido a la fatalidad? Ninguno de los cuatro aventureros de aquel día de julio logramos olvidarte. Quién pudiera, como tú, desconocerlo todo, tramontar la suerte y avanzar, siempre avanzar, cuando destella, a pleno sol, el ángel de la vida.

Tertulia en Sancti Spíritus

Será este domingo, 10:00 a.m., en la Galería de Arte Oscar Fernández Morera. Tema: Vivencias de vacaciones.

Semilla

Volverán las oscuras golondrinas/ en tu balcón sus nidos a colgar,/ y otra vez con el ala a sus cristales/ jugando llamarán.// Pero aquellas que el vuelo refrenaban/ tu hermosura y mi dicha a contemplar,/ aquellas que aprendieron nuestros nombres. ésas... ¡no volverán! G. A. Bécquer

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