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“Cada minuto que pasa es más urgente concertar políticas efectivas, adecuadas a las realidades de nuestros pueblos”, enfatizó Julio Martínez, primer secretario de la UJC, quien manifestó su confianza de que la XIII Conferencia de Ministros y Altos Responsables de la Juventud de Iberoamérica, ofrezca respuestas concretas a las expectativas de los pueblos de la región.
Martínez fue uno de los oradores del panel La Juventud y los Objetivos del Milenio, cuyos debates dieron continuación esta mañana a la cita ministerial juvenil iberoamericana, y donde otros representantes también destacaron que la materialización de esos propósitos pasa por la solidaridad y el establecimiento de la justicia social.
Portador del mensaje de una de las naciones donde con más voluntad política se atiende a las incumplidas Metas trazadas por la ONU, Julio Martínez señaló la inmensa satisfacción de formar parte de un país que ha sido capaz de avanzar extraordinariamente en la atención de las nuevas generaciones y que, en contraposición al egoísmo que siembran en otros lugares las fracasadas políticas neoliberales, apuesta por una alternativa diferente, encaminada a poner al hombre en el centro de todos los intereses, y que ubica a la solidaridad como vía para el desarrollo regional.
Martínez calificó a la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) como una realidad tangible y propuesta de integración diferente, gracias a la cual se ha eliminado el analfabetismo en Venezuela.
La desigualdad que hoy divide al mundo fue destacada por el líder juvenil cubano, quien destacó la coexistencia de extraordinarios adelantos científicos y tecnológicos con desafíos imprescindibles para garantizar el futuro de la Humanidad, cuyo vencimiento recae en los jóvenes, quienes constituyen casi la mitad de las personas del planeta.
También destacó las pérdidas superiores a los 86 mil millones de dólares que el bloqueo ha causado a Cuba, y a pesar de lo cual la Isla ha sabido mantener su alegría, optimismo, y deseo de vivir y trabajar en paz. Ningún joven del mundo está más lejos de las drogas, de no tener escuelas y universidades que un joven cubano, señaló.
