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«Les agradezco las pruebas de cariño y el aliento que me dan. No te puedo prometer pronto ir por allá a acompañarte en uno de tus viajes, pero sí voy ganando terreno en mi recuperación», afirmó Fidel en conversación telefónica con el presidente Hugo Chávez, en su programa radial Aló Presidente.
«Me siento con más energía, más fuerza y con más tiempo para estudiar», dijo el líder cubano, quien aseguró que ha vuelto a ser un estudiante, al referirse a lo que hace con su tiempo, aunque explicó que se mantiene al tanto de los asuntos más importantes del país.
Fidel elogió los esfuerzos de Chávez por educar a la población de Venezuela, de lo cual expresó: «Es la primera vez que veo a alguien ganando el interior, el corazón y la mente de la gente».
El jefe de la Revolución cubana también elogió el esfuerzo sobrehumano de Chávez por estudiar diariamente y le preguntó cómo le alcanzaba el tiempo para hacer tanto, cuándo dormía, a la vez que alabó su mente privilegiada, que le permite retenerlo todo.
Igualmente intercambiaron sobre la actual situación energética en el mundo, y al respecto Fidel expresó su convicción de que es trágico que ahora se piense en poner los alimentos a producir combustible, cuando lo que se impone es un uso más racional de este recurso.
El mandatario venezolano, quien anunció que pronto viajará a Cuba a conversar personalmente con el líder cubano, lo exhortó a que siguiera recuperándose.
Por su parte Fidel le agradeció que todo el mundo tenga noticias de él a través de sus conversaciones y encuentros con el líder bolivariano.
No obstante, el Comandante en Jefe reconoció que no puede estar hablando todos los días de su salud, pues no solo crearía un vicio, sino que además necesita tiempo y tranquilidad para él, para recuperarse por completo «y para poder cumplir mis nuevas tareas hasta este momento».
Chávez, quien reconoció el haberlo convertido «en una especie de emisario», aseguró que son millones quienes se preocupan en todo el mundo por la salud de Fidel, y que este ganará la batalla por la vida.
La conversación terminó con un «¡Hasta la victoria siempre! ¡Venceremos!», de ambos líderes revolucionarios.
