Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

La vanguardia juvenil exige incondicionalidad

El Partido necesita que la UJC funcione sin paternalismos y se convierta en un semillero de las cualidades que le serán útiles a la Patria

Autor:

Lisván Lescaille Durand

GUANTÁNAMO.— Si algún principio está fuera de discusión, ese es el que enarbola, para quienes ingresan a la UJC, el deber de estar siempre dispuestos a cumplir cualquier tarea encomendada.

Y a tal punto llega a precisarse el referido postulado que el capítulo segundo de los estatutos de la organización vanguardia de la juventud cubana, consigna textualmente en uno de sus apartados:

«...es deber de los militantes de la Unión de Jóvenes Comunistas cumplir sin vacilación y con calidad las tareas y misiones que le asigne la organización, subordinando sus intereses personales a los colectivos».

Entonces mueve a la reflexión, como sucedió en la asamblea de la militancia del municipio de Guantánamo, la inquietud del joven médico Georkis Martínez, del Hospital General Docente Doctor Agostinho Neto, de esta ciudad.

El galeno se preguntaba por qué era tan bajo el número de colegas de esa prestigiosa institución de salud con cargos de dirección en las estructuras juveniles. A su juicio, había tres momentos donde se hacía evidente la falta de seguimiento al militante.

«...En la última etapa de los estudios en la universidad médica, cuando el recién graduado cumple el servicio social en zonas de geografía compleja, y al término de misiones fuera de la patria», enumeraba Giorkis, persuadido por su propia experiencia.

«Esos son períodos de madurez política —argumentaba Martínez—, donde, por lo general, se acumulan vivencias que refuerzan nuestro espíritu humanista, solidario y revolucionario; quienes los transitan se convierten en líderes de incalculable valía para los comités de base».

Sobre la misma cuerda, y dejando claro que las justificaciones están fuera del debate, Erismelis Laffita, secretaria del comité UJC del Agostinho Neto, reconocía los problemas de ejemplaridad de algunos militantes que no solo incumplen tareas sino que se niegan a asumir otras.

«A pesar de que (el hospital) es un centro muy complejo no es imposible alcanzar el protagonismo que de nosotros se espera, como lo está demostrando el proceso de fortalecimiento de las estructuras del Partido y las organizaciones de cada colectivo», evaluaba Laffita.

Cuando más de un delegado —de los 300 reunidos— visualizó en los denominados dúos del Partido el ejemplo que transmite al comité de base «energía revolucionaria, esclarecimiento de los problemas, soluciones oportunas...», fueron certeras las reflexiones del miembro del Comité Central y primer secretario del Partido en la provincia, Luis Antonio Torres Iríbar:

«El Partido necesita que la UJC funcione sin paternalismos, que el comité de base se convierta en un semillero de actitudes, de ejemplaridad y convicciones, en un lugar donde germinen esas y todas las cualidades que luego le serán de mucha utilidad a la organización partidista», expresó.

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