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Camagüey.— El territorio agramontino volvió a anegarse en la tarde noche del pasado jueves, hecho significativo en la historia hidrológica de esta provincia, pues durante el presente mes no ha dejado de llover ni un solo día, y en septiembre llovió 28 jornadas de 30.
Justo al filo de la medianoche, el río Hatibonico y sus afluentes desbordaron sus cauces tras las intensas lluvias —con registros superiores a los 122 milímetros caídos en poco más de una hora—, inundando varias localidades camagüeyanas. El suelo se encuentra saturado debido también a la lluvia acumulada durante los meses de julio y agosto, que elevó por encima del 93 por ciento de su capacidad nominal el nivel de los embalses, algo no visto antes en la provincia.
La media histórica de precipitaciones para octubre se elevó ya en 52,6 milímetros en los primeros 12 días, y la anual también quedó atrás, con 186 milímetros por encima, cuando aún faltan más de dos meses para terminar el año.
Camagüey no olvida los aguaceros de hace solo una semana ni la gran inundación del pasado 25 de mayo, cuando ya se enfrenta a otra que —sin alcanzar los mismos niveles— no permite divisar aún el final de la temporada.
Mayda Castellanos, jefa del Departamento de Pronósticos en este territorio, reveló a JR que las condiciones son favorables para que esto se repita, pues toda agua que caiga va a drenar directamente a los ríos, por estar el suelo sobresaturado y no admitir más infiltraciones.
El Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos en la provincia continúa monitoreando sus más de 50 embalses, de los cuales hay 37 aliviando, y los consejos provincial y municipal de la Defensa Civil se activaron de manera reducida, junto a siete consejos de zonas de defensa del municipio cabecera.
El teniente coronel Miguel Ángel Muñoz, jefe del órgano de la Defensa Civil, informó a la prensa que durante la crecida de las aguas fueron evacuadas 56 personas en albergues y otras 637 se autoevacuaron en casas de familiares y vecinos.
