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Si un fenómeno demuestra la incompatibilidad de los equipos nuevos con las ideas viejas es el referido a la selección de los filmes y la música que se proyectan durante el viaje.
Sobre las Yutong también se dirime una batalla por la identidad nacional. Productos audiovisuales extranjeros de dudoso valor estético, programas enlatados de mal gusto, e incluso algunos que denigran nuestras esencias pululan en las pantallas. Hasta el video de una boda familiar ha encontrado difusión a bordo.
Los jóvenes opinaron que lo que se difunde en los televisores es lo que los choferes consiguen por gestión personal. Hasta el momento, la empresa no les había garantizado materiales audiovisuales, por lo tanto difundían lo que ellos consideraban.
Los propios choferes han reconocido que la empresa les planteó la necesidad de que buscaran los materiales, pero que tuvieran en cuenta la selección de música suave, romántica y relajante.
«El público es muy heterogéneo. A los jóvenes nos puede parecer atractivo escuchar temas «moviditos» y más estridentes, pero a las personas mayores no les resultan agradables. Por eso se han producido quejas, pues los conductores olvidan estas normas y en otros casos ponen la música a un volumen muy alto», manifiesta Yocel.
Durante un análisis que realizamos hace unos días —destaca Brannis— los directivos afirmaron que ya hicieron la selección y compra de estos productos para facilitárselos a los conductores.
Pero el tema no debe quedar ahí. ¿Qué selección de materiales se ha realizado y con qué criterios lo han hecho?
A esta interrogante respondió el vicedirector comercial del Grupo Empresarial, Dennis González, quien asegura que ya se les están entregando los CD de videos y de música a los conductores. La selección de los títulos de filmes los hizo directamente el ICAIC y la música también cumple los parámetros requeridos.
Está permitido poner en la radio programas informativos. En cualquiera de los casos, el volumen no debe ser muy alto, y la música no debe ser estridente, para evitar molestar al resto de los viajeros.
El representante de ASTRO puntualiza que los ómnibus que transiten desde las 10 de la noche hasta las 7 de la mañana no pueden poner ninguno de estos implementos, para no molestar a quien desee dormir.
Frente al resto de las dificultades encontradas en los viajes este fenómeno no debe descuidarse. Las largas horas de travesía constituyen una oportunidad insustituible para el enriquecimiento espiritual. Nada, y mucho menos la cultura, debe dejarse a la improvisación.
