Comandante:
Ayer en la mañana, iniciando la sesión de trabajo de la Reunión de Presidentes Provinciales de la Brigada de Instructores de Arte «José Martí», recibimos conmocionados la noticia de su Mensaje. Estábamos en la Fundación Ludwig de Cuba, éramos apenas 20 personas en un pequeño salón que nos sirvió como aula para una clase magistral que nos fue impartida por Helmo Hernández. Para dar inicio a la sesión de trabajo rememoramos brevemente todo lo sucedido el fin de semana en la provincia de Granma con motivo del Día del Instructor de Arte, celebración que no por azar dedicamos especialmente a usted al declararlo el Primer Miembro de Honor de nuestro movimiento.
No le podemos mentir, la noticia la acogimos con sobrecogimiento y tristeza primero, pero rápidamente ocuparon nuestro pensamiento las tareas concretas que usted ha puesto a buen resguardo en este ejército y que la mejor manera de seguir siendo fieles a nuestros principios es cumplirlas a cabalidad con el amor, esmero y dedicación que se requiere. Antes de comenzar la clase cantamos con profunda emoción el Himno Nacional, parecía que había allí cien personas; cuando terminamos de cantarlo a todos nos corría una lágrima por la mejilla.
La sesión de trabajo fue muy productiva, y no quisimos que terminara el día sin trasmitirle el profundo compromiso que tiene este ejército de la cultura, como usted nos llamara, con la continuidad del proceso revolucionario, con el pueblo, con nuestros niños. A usted, todo el apoyo, la promesa de no fallarle jamás al Partido y sobre todo a este aguerrido pueblo. Nuestro granito de arena está seguro, no permitiremos bajo ningún concepto que nuestra cultura deje de ser espada y escudo de la nación.
Presidentes provinciales y Dirección Nacional de la Brigada de Instructores de Arte «José Martí»
