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Por encima de las insatisfacciones que compartimos, no podemos negar que se ha hecho un periodismo revolucionario, y ustedes han sido y pienso que lo seguirán siendo siempre, solados de primera línea de esa batalla.
Así aseguró el miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba, Esteban Lazo, al clausurar el VIII Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba, que contó en su última sesión con la presencia del General de Ejército Raúl Castro, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.
Ustedes han sido un aguerrido ejército de combate ideológico de la Revolución, aseguró Lazo, quien agregó que el congreso se caracterizó por el invariable espíritu de los integrantes de esta organización de hacer más eficaz el mensaje frente a nuestro enemigo histórico, el imperialismo norteamericano.
Lazo explicó que el Partido pretende darle continuidad al debate reflexivo, responsable y comprometido efectuado en el evento, con encuentros sistemáticos con el nuevo comité de la UPEC y los presidentes de las comisiones de trabajo.
A su vez aclaró que las Orientaciones del Buró Político del Partido para elevar la eficacia del trabajo de la prensa son de obligado cumplimiento tanto para los dirigentes del Partido y gobierno, así como para los directivos y periodistas de los medios de prensa.
La radio, la televisión, la prensa escrita y en general los medios de comunicación deben responder a su esencia clasista de pueblo, expresó, y a su vez aclaró que el Partido continuará atendiendo, orientando y dirigiendo sistemáticamente el trabajo de los medios.
Para cumplir esa función social con verdadera eficacia, agregó, necesitamos de un sector periodístico integrado en primer lugar por apasionados y honestos revolucionarios.
Sobre el ejercicio de la crítica, consustancial a la naturaleza del periodismo, enfatizó que Fidel y Raúl han sido explícitos en la defensa de este ejercicio en los medios, lo cual constituye la guía de acción para su aplicación. «Hay que saber diferenciar la crítica a nuestros defectos de los ataques oportunistas e inaceptables contra nuestra Revolución».
Igualmente reflexionó sobre el hecho de que las informaciones de la prensa cubana muchas veces sirven de materia prima para la prensa extranjera, la cual le agregan la coletilla, la calumnia o la tergiversación. «Y aunque disponemos de los argumentos para refutarlas, por lo general asumimos una posición pasiva cuando no tolerante frente a esa tergiversación».
Lazo enfatizó que el modelo de periodismo revolucionario cubano no está agotado ni hay que construir otro, pues el que tenemos, que surgió con la Revolución, es perfectible siempre de acuerdo con las circunstancias.
También llamó a que el ejercicio del periodismo deje atrás los viejos hábitos, estilos y vicios que han restado eficacia a nuestros medios, y a ejercer la profesión con la mayor calidad, utilizar los amplios reportajes, los profundos artículos, la sustanciosas informaciones, el rico lenguaje o el despliegue de las imágenes, entre otros recursos. «Ese es el periodismo que reclama el Partido y es el que tiene la obligación de apoyar en su ejecución».
