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La puja perversa

Como si de una siniestra competencia se tratara, los huracanes de esta temporada buscan asestar los peores golpes a Cuba. Ocho días después del demoledor Gustav, al cierre de esta edición todo indicaba que el huracán Ike completaría su implacable «gira» por todo el territorio nacional Imágenes de los estragos del huracán Ike en territorio cubano Vea la cobertura completa sobre Ike

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La actual temporada ciclónica parece tener algún macabro espíritu olímpico. Y en la ardiente y dañina puja Cuba está llevándose alguna de las peores partes, junto a Haití, República Dominicana y otras islas caribeñas.

Como si de una siniestra competencia se tratara, los huracanes de esta temporada buscan asestar los peores golpes a nuestro archipiélago. Ocho días después del demoledor Gustav, al cierre de esta edición todo indicaba que el huracán Ike completaría su nefasto barrido por todo el territorio nacional.

Todavía su ojo no había rozado Punta Lucrecia, en el norteño territorio holguinero, al filo de las diez de la noche de este domingo, y ya sus consecuencias se hacían sentir en la Ciudad Primada de Cuba, Baracoa, donde dejaba fuertes penetraciones del mar con sus consiguientes secuelas.

Y en el colmo del ensañamiento, al cierre de esta edición todos los pronósticos coincidían en que los territorios occidentales devastados por Gustav, sufrirían nuevamente los impactos de Ike. Un inusitado giro al sur, saliendo por territorio camagüeyano hacia los mares caribeños, situaba a este huracán en posición de completar el brutal cometido de las fuerzas ciegas de la naturaleza.

Desastre en la primada

A un verdadero desastre se enfrentan autoridades y población del municipio de Baracoa tras el cercano paso del huracán Ike, que ocasionó fuertes penetraciones del mar en su litoral, con un saldo preliminar de 1 023 viviendas afectadas, de ellas 318 dañadas totalmente.

Las aguas anegaron varias arterias cercanas al malecón, llegando a avenidas nunca antes visitadas por las corrientes marinas, con trenes de olas que llegaron a superar los cinco metros, según testigos.

Tales efectos resultaron devastadores también para la infraestructura de 21 objetivos económicos del territorio, los cuales perdieron sus techos y varias estructuras.

Fueron evacuadas más de 42 000 personas, alrededor de la mitad de ellas en casas de familias —algunas ya empiezan a retornar a sus hogares—, motivado, fundamentalmente por la crecida de los ríos Toa, Duaba y Miel.

Al cierre de esta edición todavía trabajaban intensamente integrantes del batallón de ingenieros de la región militar de Guantánamo, junto a brigadas de distintos organismos de la provincia y este municipio, quienes acometen labores de recogida de escombros, en áreas del malecón y en las vías de acceso a varios consejos populares, entre estos Mata, Cayogüín y Guandao.

Según el presidente del Consejo de Defensa Municipal, René Gamboa Cardoza, arribará al territorio ayuda emergente entre la que se cuentan 11 000 tejas de asbesto-cemento, 5 000 de cinc y 10 000 infinitas, además de 140 metros cúbicos de madera aserrada y cuatro camiones de comercio interior con alimentos y otros recursos imprescindibles para la supervivencia.

Sobre la Primada de Cuba cayeron 173 metros cúbicos de agua en 24 horas, y la azotaron vientos sostenidos de entre 60 y 70 kilómetros por hora, que derribaron postes del tendido eléctrico y dañaron nueve transformadores para dejar sin servicio eléctrico al municipio.

En la provincia han caído 124 milímetros de lluvia como promedio, y se registraron las mayores precipitaciones en Maisí (187), Manuel Tames (85), Imías (79) y Guantánamo (73). Vierten las presas Jaibo y Los Asientos, y La Yaya está al 99,97 por ciento de llenado. Sobre esta se mantiene una estricta observación.

Al cierre de esta edición la cifra de evacuados ascendía a 55 000, aunque ya comenzaban a retornar a sus lugares de residencia.

El destripador en Holguín

Banes, el municipio cuyas costas resultan conocidas internacionalmente por la belleza de sus dunas y playas, fue el sitio «escogido» por el ojo ceñudo del huracán Ike para adentrarse este domingo en el territorio de la provincia de Holguín.

Lo hizo por Punta Lucrecia, con vientos sostenidos de 195 kilómetros por hora y rachas de 261 kilómetros, lo suficientemente fuertes como para provocar, tierra adentro y desde los primeros instantes, afectaciones de considerable magnitud, las cuales han sido más evidentes en la agricultura y las viviendas.

Luego del paso del evento climatológico durante la noche de este domingo y la madrugada y todo el día de ayer lunes, los mayores daños se apreciaban en Moa, Banes, Antilla, Rafael Freyre, Holguín y Gibara.

Según se conoció en reunión del Puesto de Dirección, en la provincia se evidencian además la obstrucción de vías a causa del derribo de árboles, así como la ausencia de suministro eléctrico en los 14 municipios, mediante la red nacional.

Se trabaja aceleradamente en la reparación de las líneas eléctricas y en la creación de condiciones para emprender el suministro de energía distribuida.

Las comunicaciones también se encuentran severamente afectadas.

Impaciente paciencia

Desde que fuera decretada la fase Informativa para las provincias orientales, los integrantes del Consejo de Defensa Provincial holguinero y sus respectivos grupos de trabajo han centrado como principales objetivos las medidas e indicaciones para salvaguardar las vidas y los bienes de la población y la economía.

Al decretarse la fase de Alerta Ciclónica, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro, se interesó vía telefónica acerca de las medidas de Defensa Civil adoptadas en la provincia, de lo cual fue informado por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, presidente del Consejo de Defensa Provincial.

Como reflejo además de esta prioridad por parte de la dirección del país, en el territorio se encuentra una comitiva de trabajo presidida por José Ramón Machado Ventura, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, y el general de cuerpo de Ejército Ramón Espinosa Martín, miembro del Buró Político y jefe del Ejército Oriental, entre otros dirigentes.

La preparación de los holguineros para enfrentar eventos climatológicos había sido probada fundamentalmente en la lucha contra los efectos de la sequía, pero desde hace más de 40 años la posibilidad real de enfrentamiento a los embates de un huracán tan poderoso como Ike se cumplió al menos en solo dos oportunidades: cuando el Flora y luego durante George.

Lo cierto es que en cumplimiento de los planes previstos por la Defensa Civil ha sido realizado un gran esfuerzo, cuyo resultado más elocuente ha sido la evacuación de unas 230 000 personas, la mayoría hacia casas de familiares y amigos, en una muestra de la efectividad lograda desde la etapa Informativa.

Como resultado de las evaluaciones del referido Puesto de Dirección se pusieron a resguardo más de 11 000 toneladas de alimentos, protegidas en almacenes y puertos. En tanto, unos 155 000 animales fueron trasladados a sitios seguros.

Siempre hay una primera vez

«Yo vivía en esa casa sin techo que se ve enfrente», señala a JR Juana de las Mercedes Feria, una habitante del municipio de Banes de 68 años de edad que ahora encuentra refugio en la vivienda de Robertico, uno de sus vecinos.

La continua información a través de los medios sobre el arribo de Ike y las experiencias de Gustav en el occidente la obligaron a ella y a sus familiares a tomar mayor conciencia de que en casa no estarían seguros.

Apenas comenzaron los embates del viento, pasadas las nueve de la noche, Juana, como muchos de los habitantes de Banes, comenzaron a escuchar los estruendos de los derrumbes de viviendas y tejados cercanos, fundamentalmente fabricadas de madera y planchas de Cinc durante las primeras cinco décadas del siglo pasado.

Pero como muestra de su gran solidaridad, la casa de Robertico es ahora también un sitio donde se depositan equipos electrodomésticos y pertenencias de los vecinos, hasta llegar a unas 24 personas, entre ellas menores de edad.

Según informó Sergio Ávila, presidente del Consejo de Defensa Municipal, en el territorio se llegaron a evacuar unas 22 00 personas, cifra sin precedentes allí, la mayoría en 31 centros de evacuación previamente alistados.

Consideró Ávila que, según apreciaciones preliminares, habrían sufrido daños de distinto tipo más de 20 000 viviendas, entre estas una buena parte con derrumbes parciales y totales, pero los datos continúan precisándose.

Al cierre de esta edición, Miguel Díaz-Canel Bermúdez anunció en comunicación con la Mesa Redonda Informativa que ya comenzaron a llegar al territorio los primeros recursos para enfrentar las afectaciones.

Díaz-Canel reconoció además el comportamiento disciplinado, ante los embates del meteoro, de la población, que también contribuyó a la recuperación de la normalidad en unidades asistenciales de salud.

Informó que la intensidad de las lluvias durante el día de ayer no ha permitido acometer con mayor celeridad las acciones de recuperación, con un aporte sustancial de las zonas de defensa y los CDR.

El dirigente exhortó a multiplicar a partir de ahora los esfuerzos en cuanto a la disciplina y el compañerismo para pasar a acometer, cual nuevo huracán, las tareas de la recuperación.

Paisaje tunero después de la batalla

Alrededor de la medianoche del domingo nos convencimos de que la cosa iba en serio. «Oye qué sonido más extraño», me dijo Iris, con rostro preocupado. Desde la penumbra exterior hería nuestros oídos —in crecendo— el desafinado rugir del viento contra las persianas.

Un par de horas después, el Ike convirtió en un infierno de ventisca y temporal la geografía tunera, atónita ante un suceso completamente inédito en sus predios. Era la primera vez que un ciclón categoría tres en la escala Saffir-Simpson la atacaba. Y esta premiere de dudoso honor resultó devastadora, con sus vientos sostenidos de casi 100 kilómetros por hora y rachas que pisaron el acelerador hasta frisar los 200 kilómetros.

La ferocidad de Ike y su cofradía se extendió por más de cuatro horas. Durante ese lapso arrancó árboles, volteó vehículos, descubrió viviendas, echó abajo paredes, derribó ventanas, tumbó postes, desbordó ríos y les estableció a los tuneros un antes y un después en materia meteorológica.

En materia de evacuados, 186 954 tuneros recibieron con tiempo suficiente ubicación preventiva, el 70 por ciento de ellos en casas de familia y el resto en 186 centros habilitados. Se trata de una cifra récord, representativa del 33 por ciento de la población provincial, y que ilustra la virulencia del poderoso huracán de breve nombre, pero de larga tragedia. Los evacuados no abandonarían sus refugios hasta tanto no se normalizara la situación.

Los municipios más castigados por el huracán fueron Jesús Menéndez y Puerto Padre, incomunicados aun por carretera debido a la cantidad de árboles caídos. Por sus perímetros pasó el ojo de este Polifemo tropical. También impactó en Manatí, Majibacoa y la capital provincial. En Menéndez casi el 80 por ciento de las casas sufrió daños. En Puerto Padre fueron tan severos que hasta el monumento al Quijote cayó a tierra.

En la ciudad de Las Tunas los estragos de Ike devinieron estocada a la sensibilidad pública. El Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Luis Urquiza perdió buena parte de sus ventanales. La EIDE Carlos Leyva, recién remozada, quedó en estado lastimoso, principalmente su flamante tabloncillo. Al teatro Tunas y al cine Luanda el ciclón les escamoteó con un golpe directo parte de sus aderezos. Hospitales, escuelas, industrias, parques, agricultura, gastronomía, MINAZ, comercios y muchas otras instituciones y entidades quedaron resentidas en sus instalaciones.

«Pero lo que Ike no doblegó fue la moral y el optimismo de los tuneros —aseguró en una reunión del Consejo de Defensa Provincial Jorge Cuevas Ramos, su titular y primer secretario del Partido en Las Tunas—. Se lo hicimos saber al General de Ejército Raúl Castro, quien nos contactó telefónicamente. Le ratificamos que, como en las guerras de independencia, esta vez Las Tunas tampoco quedará atrás».

Al cierre de esta edición se evaluaban los daños ocasionados por Ike en su más amplio espectro. También se informó por parte del Consejo de Defensa Provincial que brigadas de la OBE comenzarán a trabajar en el restablecimiento del fluido eléctrico, del cual carece hoy una parte considerable de los municipios afectados. Las prioridades son el bombeo de agua, las instituciones hospitalarias y la producción de alimentos, entre otras. Colectivos de ETECSA laboran de igual manera en la solución de los problemas originados por el meteoro a la telefonía.

Las Tunas se alista para iniciar la fase de recuperación tan pronto lo determinen las autoridades correspondientes. Ike golpeó fuerte, pero no consiguió el nocao. Asimilado el impacto, el pueblo se incorpora para continuar una pelea que solo concluirá con la victoria.

Dura madrugada en Camagüey

Este domingo fue más fresco que de costumbre, y no solo por el verano, sino por no verse en años tanta brisa que despeinaba hasta dentro de los hogares. Así transcurrió parte de este domingo, hasta que bien entrada la tarde nuevos síntomas: aire bien fuerte y chubascos a intervalos daban el inicio a una larga madrugada, que muy pocos camagüeyanos, incluso los más viejos, podían imaginar.

Ya al filo de la medianoche del domingo esos síntomas se convirtieron en una verdadera odisea para las familias de esta provincia, pues las fuertes ráfagas de viento, de hasta más de 250 kilómetros por hora, y los intensos aguaceros eran desde instante los cómplices perfectos de Ike, huracán de gran intensidad nunca antes visto por esta región, solo comparado al Flora, que atravesó a Camagüey el 9 de noviembre de 1963.

Y mientras Ike penetraba y avanzaba desde la costa norte por el municipio de Guáimaro, un abrazo infernal no dejó localidad sin ser afectada.

Los testimonios testifican lo acaecido ininterrumpidamente y con furia durante unas 12 horas. «Tengo 81 años de edad y no he vivido nada igual; ni el ciclón del 32, ni el Flora me han hecho sufrir tanto, comentó la abuela Ángela Serrano, quien comparó el aullido del viento con el rugir de leones.

«Yo sentía, a pesar de mi poca audición, cómo el muy maldito nos quería tragar... Llegó un momento en que todos en la casa de Mabel, la vecina que nos albergó, tuvimos que acomodarnos en la cocina de placa, y en medio de aquella angustia un estruendo nos enfrió el alma. Pensamos que era el fin, pero al poco rato nos dimos cuenta que fue la mata de coco, que la arrancó de raíz, con más de 20 frutos en su copa».

José Porto, en la calle Palomino del reparto Simoni, esta experiencia no la había vivido ni fuera de esta tierra: «Mire que he vivido de aquí para allá, incluso en Angola me enfrenté a un terrible temporal, pero ninguno ha tenido la duración de tanto viento como este, y eso lo digo desde adentro».

Al otro lado de la ciudad, en el reparto Puerto Príncipe, la joven enfermera Leidy Portier llegó a pensar que volaba. «Esa fue mi sensación. Bajamos todos del quinto piso para el primero y segundo, cerca de las tres de la madrugada —hora en que el ojo de Ike se acercaba al centro agramontino—, y mis pies no pisaron la escalera, todo se movía de repente, cinco pisos parecían miles de escalones, las barandas vibraban en mis manos y no sabía si flotaba en el aire o caminaba, mi cuerpo se tambaleaba. Bajo esa sensación abracé a mi hermanito, y con ese amargo sabor, ya en el primer piso, amaneció. Toda la mañana transcurrió con ese temor a morir, hasta que aflojaron los vientos y pude subir a mi casa».

Para otros como Ángel Vázquez, y Marcela Báez, vecinos de calle General Gómez, en el mismo centro histórico de la ciudad de Camagüey, el panorama los entristece. Caían las tejas como proyectiles, unas detrás de la otra. En medio de las vibraciones de las paredes aquellos tiros me enmudecieron. El viejo y yo nos apretamos tanto que no recuerdo un abrazo igual entre los dos. Lo cierto es que hicimos silencio porque creímos que las tejas atravesarían la pared de la casa y nos alcanzarían, y eso nos dio terror».

Las tejas de fibrocemento «brincaban como si algo las atrajera hacia el cielo. Poco a poco fueron cediendo, y desde el otro lado de la casa vimos cómo una tras otra desaparecieron. Después aquel viento nos tragó y atrapó en la casa; es indescriptible lo que sentimos... relata Marcela.

Ha sido como un sismo lo descrito por los habitantes de esta región. Las paredes temblaban, las tejas volaban, los edificios oscilaban, y la tierra se removía desde sus entrañas. ¿Qué sería entonces de aquellos lugares donde sí tuvieron sobre ellos el ojo del huracán y sus vientos del vórtice?

El amanecer de este lunes Ike se ensañó en esta llanura, que vio desenterrar a miles de árboles, derrumbes totales y parciales de viviendas, explosiones de cristales, interrupciones telefónicas y corte total del servicio eléctrico.

El pueblo así lo comentó. «Aquel sonido de explosiones de cristales de la céntrica florería Dayamí, a las cinco de la mañana, no se me olvidará nunca», expresó un lugareño.

Pero al ciclón no le bastó con una tensa, dramática y larga madrugada, ni con un amanecer casi negro, sino que al salir por la costa sur hizo que el mar penetrara sin límites, y que aún anoche, cerca de las 8:00 p.m., llovía a cántaros y los vientos, aunque menores, rechinaban en los tímpanos.

Tanta agua caída al norte de esta provincia ya tiene sus secuela. Margarita, la misma que escuchó caer una torre en la casa donde se albergaba, ahora tiene que esperar a que los niveles de los ríos de esta ciudad regresen a su cauce. En este momento la ciudad se dividía en dos partes como consecuencia del desbordamiento del río Hatibonico.

Este huracán ha aflorado la tristeza en los pobladores de este territorio y abierto heridas que enseñan a varias generaciones que ante eventos como este toda precaución nunca está de más. «Mi familia cuando vio lo que venía para Camagüey le quitó al carro la batería y se la puso a la televisión. Esta fue la forma en la que nos mantuvimos y mantenemos informados nosotros y los vecinos», dijo Claribel Utria, de 51 años de edad, vecina de Villa Rufa, en la ciudad agramontina.

Pero si algo también nos dejó Ike fue el calor humano de los cubanos, la solidaridad entre vecinos y una experiencia que, aunque dolorosa, nos ha enseñado en pocas horas que por muy fuerte que sea la furia de los vientos estos no pueden ante el muro de contención de la unidad.

El lugar de la bandera

Los pronósticos se cumplieron con la precisión del reloj. «Sobre las 5:00 a.m. debe estar aquí», advirtieron los meteorólogos, y diez minutos antes de esa hora los primeros vientos de Ike azotaron a Ciego de Ávila.

Para ese entonces el huracán ya estaba en los anales avileños, al provocar la evacuación de 215 000 personas, la mayor cifra en la historia de este territorio, donde residen más de 400 000 cubanos.

Horas antes, al comienzo de una reunión del Consejo de Defensa Provincial, el vicepresidente cubano Esteban Lazo Hernández anunció: «Raúl les manda un saludo, a nombre suyo y de Fidel, y les asegura que nada nos podrá vencer, por más fuerte que sea».

Luego vino la indicación principal: «Lo más importante es preservar las vidas». En conversación telefónica con Lazo y la Dirección del Consejo, Raúl conoció sobre la situación en las zonas de mayor peligro en la provincia, ubicadas en lo fundamental en los municipios de Chambas, Morón, Bolivia, Venezuela, Majagua y Baraguá.

También se interesó por el funcionamiento de los grupos electrógenos y otros puntos vitales, el reforzamiento de los techos en 17 unidades avícolas —donde se resguarda a medio millón de aves ponedoras—, la protección de los alimentos almacenados y la dinámica de los centros de salud.

Unos 2 000 turistas que se encontraban en el polo Jardines del Rey fueron concentrados en hoteles de Cayo Coco, en la costa norte de la provincia. El islote de Guillermo había quedado totalmente evacuado ante el peligro de fuertes marejadas, que ayer alcanzaron olas de hasta cinco metros.

Pero el suspenso se mantenía, al tenerse la certeza de que Ike se convertiría en el primer huracán en golpear directamente a la provincia en los últimos 20 años. Antes lo hizo el Kate, en 1985. El Georges, en 1998, amenazó, pero sus vientos llegaron con fuerza de tormenta tropical. Por eso la pregunta general de los avileños era cómo sería esa masa de lluvia y viento que se aproximaba desde el oriente.

La interrogante se despejó al mediodía. Los datos preliminares indicaban daños en la agricultura y las plantaciones de caña; derrumbes totales o parciales de viviendas y averías en la red eléctrica y telefónica, cuyo alcance se esclarecerá en las próximas horas.

Al anochecer, el poblado pesquero de Júcaro, en el municipio de Venezuela, sufrió penetración del mar que no fue significativa, según informó el Centro Provincial de Pronósticos.

En la entrada oeste de la capital provincial se vivía una escena que podía repetirse en otros puntos de la urbe. Las calles se inundaban en sus zonas bajas. Los árboles más grandes, los que más sombra daban y los que más eternos parecían, empezaron a doblarse y a perder sus ramas. La lluvia, que era esporádica, a las tres de la tarde apareció con fuerza.

En el aire, a lo lejos, se veían unas columnas densas y pálidas, que terminaron por cerrarse como si fueran una gran neblina. Solo un objeto permanecía casi imperturbable: un mástil delgado y blanco, donde en los días claros ondea la bandera del 26 de Julio que da la bienvenida a los viajeros.

Pero ahora el viento se ensañaba con él. Lo empujaba, pero regresaba a su lugar. Antes de que cayera la noche, una ráfaga lo dobló con insistencia. Por un momento la lluvia lo ocultó. Cuando se despejó el cielo, el mástil de la bandera continuaba ahí.

El Amazonas en Granma

El río Bayamo parece desde cualquier distancia un Amazonas. No es exageración, las lluvias asociadas a Ike, como las de otros ciclones, han ensanchado su cauce. El torrente ha sepultado la carretera, el puente, los quioscos del centro recreativo Las Vegas, el restaurante Ranchón Criollo, las áreas de juego...

Decenas de personas miran la corriente con curiosidad, desde una barrera que han impuesto los agentes del orden público para evitar accidentes.

Pero ese no es el único afluente desbordado. Otras «masas de agua» en Buey Arriba, Bartolomé Masó, Guisa, Jiguaní... están hinchadas y amenazan.

Anoche siete de los 10 embalses vertían en su conjunto más de 3 000 metros cúbicos por segundo y las lluvias continuaban, sobre todo en zonas montañosas.

Por eso en Granma el número de evacuados, lejos de disminuir con la aparente lejanía del ojo del huracán, creció. La provincia llegó a trasladar este domingo a más de 337 000 ciudadanos a lugares seguros, un récord histórico que presupuso estrategias de contingencia.

También por ese potencial hídrico las máximas autoridades del territorio señalaron en la última reunión del Consejo de Defensa Provincial que sería un error dormirse en los laureles. «No se puede pegar un ojo; ni una sola persona puede quedar aguas abajo de las presas; hay que extremar las medidas», se ha dicho una y otra vez.

El peligro continúa, quizá ahora más que nunca. Si antes se miraban con recelo los vientos de Ike —que aquí no llegaron con la fuerza de otras zonas del país— ahora los ojos, los nervios y el cerebro se dirigen a las posibles inundaciones de una zona que ya conoció tensiones y medidas extremas cuando las torrenciales lluvias de octubre y noviembre de 2007.

Por supuesto que hay afectaciones en la agricultura, la vivienda y las redes eléctricas, aunque todavía no se han cuantificado oficialmente. Por lo pronto se conocía que el municipio de Río Cauto, donde abundaron los árboles derribados, no tenía electricidad y se reportaban serias averías en Bartolomé Masó y Yara.

Otras afectaciones menores relacionadas con la energía tuvieron lugar en Cauto Cristo, Buey Arriba, Guisa y Jiguaní, sitios a los que comenzarían a trasladarse hoy postes de madera.

Este martes, a pesar de que el ciclón viaja a Occidente, Granma continuará con los ojos bien abiertos.

Secuelas en Santiago

La incomunicación por tierra de numerosos poblados y consejos populares como consecuencia de la crecida de ríos, y afectaciones en la vivienda, la agricultura, las comunicaciones y el servicio eléctrico son los principales efectos que dejaron en esta provincia las intensas lluvias y vientos de tormenta tropical asociados al huracán Ike.

Tras un fin de semana caracterizado por el claveteo de puertas, ventanas y techos, la evacuación de personas residentes en zonas de riesgo y el aseguramiento de todas las condiciones para mitigar los daños, los embates del meteoro comenzaron a sentirse en todo el territorio santiaguero desde la tarde-noche del domingo y durante toda la jornada de este lunes, con fuertes aguaceros y vientos huracanados.

Las intensas precipitaciones, que según registros del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos acumularon más de 200 milímetros en la provincia, provocaron la crecida de los ríos, cañadas y arroyos, que además de arrastrar todo a su paso condenaron al aislamiento a varias zonas de Guamá, Tercer y Segundo Frente y San Luis.

Así el poblado de Mayarí Arriba, asentamiento cabecera del histórico Segundo Frente, amaneció este lunes incomunicado, pues el río Mayarí, su principal afluente, se salió del cauce y penetró en el pueblo, provocando no pocas dificultades. La historia se repitió en el costero municipio de Guamá, donde como es ya tradición el río Sevilla, impide el paso desde la cabecera provincial.

Las intensas lluvias en las zonas de Songo-La Maya y los Reynaldo, interrumpieron además la comunicación por tierra entre Santiago de Cuba y la vecina provincia de Guantánamo, al provocar que los desbordados volúmenes de la presa La Yaya inundaran la carretera, impidiendo el paso en la zona de Cabañas.

Árboles derribados, ramas por doquier e inundaciones en áreas bajas de la cabecera provincial como La Alameda y San Pedrito; sembrados de yuca, boniato y otros cultivos bajo las aguas y afectaciones en las plantaciones de plátano, en áreas cañeras para la zafra 2008-2009 y en la recién iniciada cosecha cafetalera, retratan el panorama en toda la provincia, aún cuando no ha sido posible cuantificar los reales efectos.

Preliminarmente se avizoran asimismo severas afectaciones en el maltrecho fondo habitacional, sobre todo de las ciudades de Santiago de Cuba, Palma Soriano, San Luis y Songo-La Maya, por derrumbes totales o parciales y daños en las cubiertas.

Según evaluación del Consejo de Defensa Provincial, hasta la tarde de este lunes el 20 por ciento del territorio santiaguero y el 50 por ciento de la Ciudad Heroína reportaban afectaciones en el servicio eléctrico, como consecuencia de la caída de postes, cables y transformadores y averías en circuitos. Las interrupciones eran significativas en los municipios montañosos de Segundo y Tercer Frente.

Los vientos que hicieron sentir su fuerza en las alturas del Puerto de Boniato ocasionaron también la caída del mástil que soportaba la parábola del sistema de radio enlace de las emisoras Radio Rebelde, Radio Reloj y Radio Progreso, en Amplitud Modulada, limitando la recepción de las señales de esos medios en la provincia.

Especialistas y técnicos del Ministerio de la Informática y las Comunicaciones, según aseguró a la prensa Alfonso Brook, delegado en Santiago de Cuba, adoptan todas las medidas para revitalizar el servicio en el menor tiempo posible, así como reparar las averías en las redes telefónicas que se reportan en toda la provincia.

Extrema vigilancia se mantiene sobre los 11 embalses de la provincia, que vierten casi en su totalidad, y los miles de santiagueros protegidos en la provincia se mantenían en sus lugares de evacuación, pues aunque al final de la tarde de ayer las lluvias eran intermitentes el Centro Meteorológico había confirmado la persistencia de la situación climatológica.

En consecuencia, un llamado a mantener la disciplina y el rigor de las medidas adoptadas en la provincia hizo el Consejo de Defensa Provincial en la persona de su vicepresidente, Rolando Yero García, quien instó al pueblo indómito a estar alertas y no cometer imprudencias para evitar pérdidas.

Villa Clara: Daños pueden ser de consideración Los efectos del azote del Ike se sintieron desde horas de la tarde de este lunes en Villa Clara, donde más de 200 000 personas fueron evacuadas y resguardados también importantes recursos.

Según Omar Ruiz Martín, presidente del Consejo de Defensa en la provincia, pueden ser de consideración las afectaciones en el territorio, donde las rachas de viento superaron los 100 kilómetros por hora.

El pronóstico apunta hacia una intensificación de las lluvias, en particular en la zona montañosa del municipio de Manicaragua y también en Placetas, Santo Domingo y Ranchuelo, entre otras localidades.

Desde la tarde de este lunes está interrumpido el servicio eléctrico en Villa Clara debido a cables caídos y otros daños que están por determinarse. Los fuertes vientos ocasionaron la caída de techos en viviendas y almacenes, y todavía no se ha terminado de precisar la magnitud de los daños.

Sin embargo, centros vitales de la economía y los servicios funcionan con los grupos electrógenos y se mantiene el aseguramiento de alimentos para hospitales y evacuados, por citar ejemplos.

En la provincia se resguardaron miles de toneladas de alimentos y fueron trasladados a lugares seguros 35 160 vacunos, 15 513 cerdos y 7 921 ovinos, entre otros.

Además se garantizó la conservación de medios de la Batalla de Ideas, equipos de riego, antenas y embarcaciones.

Al cierre de esta información las presas acumulaban una suma superior a los 829 millones de metros cúbicos, lo que representa más del 84 por ciento de la capacidad de embalse.

Ciclón de solidaridad en Matanzas

Una llovizna fastidiosa mojaba todos los pasillos de la Facultad Policlínico 26 de Julio. En medio de las plantaciones citrícolas de Jagüey Grande, en la provincia de Matanzas, estudian 5 605 jóvenes de 19 naciones de Asia y América Latina, en 16 facultades de Medicina y una Escuela de Enfermería.

Aún cuando la mayoría de estos estudiantes desconocían eventos climatológicos de esta magnitud, la organización y preocupación de autoridades y profesores les da el aliento imprescindible para enfrentar con seguridad el peligroso huracán.

«Ya he pasado otros ciclones en mis tres años en Cuba», nos dice la boliviana Luz Claudia Torrijos, mientras reafirma que se siente segura y ha podido comunicarse con sus familiares en La Paz.

«No estamos acostumbrados a estos movimientos, pero me parece muy buena la prevención que han tenido el Gobierno cubano y la dirección de la escuela, que nos han habilitado refugios y ayudado para estar preparados para lo que pueda venir», explica.

Iván Martínez, jefe del subgrupo que atiende a los estudiantes extranjeros en el Consejo de Defensa Municipal, sostuvo que están garantizados medicamentos, alimentos y otros medios imprescindibles y que se han habilitado refugios.

Jesús Ávila Crespo, venezolano del estado de Carabobo, manifiesta que su familia está preocupada porque en Venezuela no se ven huracanes: «Nos sentimos en la Escuela confiados, pues hemos cumplido todas las medidas necesarias y hemos preservado los útiles escolares.

Eliseo Eugenio Gómez, de Timor Leste, lleva tres años en Cuba, donde sufrió los embates de Gustav, hecho que considera muy difícil para su vida, porque en su nación no hay huracanes. «Todos estamos a salvo y estoy seguro que ahora tampoco nos va a pasar nada», aseguró.

Actualmente en este centro se encuentran 297 venezolanos, 80 bolivianos y cuatro timorenses, quienes cursan el tercer año de la carrera de Medicina, específicamente en el período de Clínica Uno, y se encuentran trabajando en las comunidades de Pedro Betancourt y Torriente. A partir de septiembre los venezolanos parten hacia su país para el período lectivo, momento en el que además podrán estudiar las enfermedades típicas de su país.

Cienfuegos preparado

En el último Consejo de Defensa Provincial realizado este lunes, antes del paso del huracán Ike por esta provincia, se informó que fueron trasladadas a lugares seguros 134 000 personas; de ellas 25 000 para albergues y el resto hacia casas de familias.

En una videoconferencia, Esteban Lazo Hernández, vicepresidente del Consejo de Estado, dialogó con las principales autoridades del Consejo de Defensa Provincial para conocer sobre las medidas adoptadas en el territorio, para preservar a la población, y también las acciones tendientes a resguardar los recursos del Estado.

Lazo indagó sobre la situación del puerto en lo tocante a la protección de las mercancías allí depositadas, los medios navales y los equipos de izaje. El miembro del Buró Político fue impuesto de las labores ejecutadas con el fin de poner a buen recaudo los alimentos de la población.Para asegurar la vitalidad de los centros de evacuados funcionan aquí 102 centros de elaboración. Se trasladaron hacia lugares seguros los turistas, al igual que los estudiantes extranjeros de las tres escuelas latinoamericanas de Medicina en Horquita, los de la Facultad de Ciencias Médicas, la Universidad Carlos Rafael Rodríguez y el Politécnico de la Salud. Resultaron puestas a buen recaudo unas 18 000 toneladas de productos del Comercio Mayorista, fundamentalmente arroz y granos, y se trasladaban más de 6 000 cabezas de ganado hacia lugares altos.En el Puerto de Cienfuegos fueron guarecidas 1 600 toneladas de mercancía, se reubicaron en refugios las embarcaciones menores y se crearon las condiciones para la seguridad de los cuatro buques surtos en la bahía.El territorio presenta una situación favorable desde el punto de vista hidrológico, pues la capacidad de los seis embalses se encuentra al 84 por ciento y solo las presas de El Salto y Avilés están aliviando. El presidente del Consejo de Defensa, José Ramón Monteagudo, transmitió la certeza de que durante y después del paso de Ike este pueblo seguirá siendo consecuente con la afirmación hecha por el Comandante en Jefe Fidel Castro cuando señaló: «Los cienfuegueros son firmes... jamás les han fallado a la Revolución».

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