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Una nueva planta que permitirá producir hasta 100 millones de dosis de componentes activos de diversas vacunas, perteneciente al Instituto Finlay, al oeste de Ciudad de La Habana, quedó inaugurada este miércoles.
La apertura tuvo lugar durante el acto por el Día de la Medicina LatinoamericanaLa apertura tuvo lugar durante el acto por el Día de la Medicina Latinoamericana, dedicado a los 175 años del nacimiento del insigne médico cubano descubridor del agente transmisor de la fiebre amarilla.
«La nueva planta es una obra que tiene la participación de muchos y está dedicada a la salud de muchos», dijo Concepción Campa Huergo, miembro del Buró Político y directora del Instituto Finlay, al intervenir en la inauguración, realizada en el Palacio de Convenciones de la capital.
«En julio de 2006 —explicó— recibimos una carta de la OMS en la que nos pedía “auxilio” para producir millones de dosis de vacuna contra la meningitis, que cada año deja el dolor de muchas muertes y muchas secuelas en las familias del continente africano».
Dijo, además, que gracias al esfuerzo de profesionales, ingenieros, licenciados, técnicos, especialistas, obreros, inversionistas, montadores, constructores del patio, y a la voluntad política del Gobierno cubano, el reto pudo materializarse en esta nueva planta, con la ayuda de Brasil.
«Contamos igualmente con los 20 años de experiencia de nuestra biotecnología y dirigentes y empresas importadoras que respaldan estos complejos procesos», argumentó.
«Podemos decirles a las autoridades de la OPS, de la OMS y al mundo que Cuba tiene ahora una nueva planta de producción de vacunas con más de mil metros cuadrados de áreas de producción, que permitirá producir hasta 100 millones de dosis de componentes activos de diversas vacunas para la salud de los pueblos.
«Y pondremos al servicio de la salud en los próximos meses otras grandes obras de la biotecnología cubana, destinadas a producir inyectables, vacunas y monoclonales contra el cáncer, nuevos biopreparados y equipos para sistemas de diagnóstico y biosensores, entre otros renglones», anunció.
«Este día queremos especialmente felicitar y dedicarlo a alguien que nos enseñó y nos enseña a servir y llevar amor y salud a todos los pobres del mundo, a nuestro querido Fidel», recalcó.
Alejandro Costa, de la OMS, dijo que se tocaron puertas en empresas internacionales para financiar esta producción y solo encontraron intereses e ideas de ganancia, cuando se registran hasta 50 000 casos de meningitis anualmente en una veintena de países del África subsahariana.
También José Di Fagio, de la OPS, tuvo palabras de elogio para el esfuerzo de Cuba en este gran empeño de salud a favor de los desprotegidos.
Durante el Día de la Medicina Latinoamericana se entregó la Orden Carlos J. Finlay, firmada por Raúl, a diez personalidades de la salud pública cubana y al Cardiocentro Ernesto Che Guevara, de Santa Clara.
Los galardonados fueron Miguel José A. Bilbao, María Bofill Cárdenas, Arnulfo Fernández Mirabal, Antonio Félix Granda Ibarra, Álvaro Luis Lagomasino, Antonio Manuel M. Guillén, Juan Perfecto Oliva González, Rolando Fermín Pellón, Santiago Puntero Carola y Francisco Javier Vázquez Roque.
Al hacer la clausura de la celebración, el titular del MINSAP, José Ramón Balaguer, expresó que la equidad y la justicia social, la ética y los valores morales, son principios de la Revolución Cubana que rigen nuestra ayuda sanitaria internacionalista a 38 naciones y esta nueva planta es un insuperable ejemplo.
«Sin el Granma, que arribó a nuestras costas el 2 de diciembre de 1956, la libertad alcanzada el 1ro. de enero de 1959 no hubiera sido posible, ni esta nueva fábrica, ni las vacunas, ni 500 000 trabajadores dedicados por entero a la salud de los cubanos; por eso felicitamos a nuestros hombres y mujeres del sector y también a las Fuerzas Armadas y al MININT, a las puertas del 50 cumpleaños de la Revolución», expresó Balaguer.
