SANTIAGO DE CUBA.— Un novedoso y abarcador Plan para la revitalización del centro histórico de esta oriental ciudad, reconocido como Monumento Nacional desde 1978 por sus valores materiales e inmateriales, es oficialmente presentado por estos días a sus autoridades y la población.
El proyecto es otra apuesta por el mejoramiento del nivel de vida de los habitantes y la renovación de este valioso entorno.
Se trata de un instrumento de planificación para el manejo de la parte más antigua de la urbe, resumen de los valores de la ciudad toda.
El proyecto utiliza los instrumentos de la planificación urbanística en función de desarrollar estrategias de intervención que exceden los aspectos directamente patrimoniales para ocuparse también de la resolución de los problemas sociales, económicos y funcionales de este conjunto urbano, altamente degradado física y socialmente.
La interesante propuesta ha sido elaborada por un equipo multidisciplinario de especialistas del Departamento de Plan Maestro, de la Oficina del Conservador de la Ciudad, con la asesoría de la Oficina de Planeamiento S.A. de La Coruña y los fondos de la Junta de Galicia, como fruto directo de la colaboración entre la Ciudad Heroína y la española Santiago de Compostela, hermanadas desde 1999.
Según explicó a este diario el licenciado Anxel Viña Carregal, director de la Oficina de Planeamiento S.A. de La Coruña y asesor principal del proyecto, el Plan puede considerarse como una herramienta singular y diferente en el país, desde el punto de vista metodológico.
En tanto una alternativa de desarrollo a largo plazo y con flexibilidad de acuerdo con las posibilidades económicas, el Plan enlaza varios programas encaminados a resolver problemas como el de la vivienda, quizá el más álgido que enfrenta el Santiago histórico, pues la actividad residencial ocupa más del 50 por ciento del área y solo el 11 por ciento de las edificaciones destinadas a este fin se encuentran en buen estado.
Entre las líneas estratégicas previstas se encuentra el dignificar los espacios públicos, a tono con los valores paisajísticos del centro santiaguero y en aras de conseguir una calidad ambiental superior; descentralizar usos y funciones, hoy sobreexplotados en un área pequeña, como la actividad comercial; recuperar el alto número de edificios de las épocas colonial y republicana, grandemente afectados, todo lo cual permitirá organizar mejor el corazón urbano de la llamada capital del Caribe.
Desde hace unos dos años, y a tono con la ideología de la valiosa herramienta científica, la cabecera provincial santiaguera trabaja por una ciudad más funcional, organizada, limpia y deseable, en la que con mayor calidad de vida sus hijos sientan que viven en un entorno de altos valores patrimoniales que, como el buen vino, conserva toda la trama histórica de la séptima y última de las villas fundadas en la Isla.
