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PINAR DEL RÍO.— Los resultados de la aplicación del método cubano de alfabetización Yo, sí puedo, en Sevilla, fueron reconocidos en Vueltabajo por integrantes de la brigada andaluza Rafael Alberti, perteneciente a la Asociación de Amistad Hispano-Cubana Bartolomé de las Casas.
Hasta este viernes 31 y desde hace varios días, decenas de integrantes de dicha brigada, en coordinación con el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), trabajan en la provincia en la producción de alimentos y en otras tareas sociales que les permitan conocer de cerca la realidad cubana tergiversada por la prensa de derecha.
Mary Cruz Tornay, integrante de dicho grupo, declaró que el pasado 3 de julio se graduaron las primeras 50 personas en Sevilla —donde hay unos 35 000 ciudadanos analfabetos totales y funcionales— que reciben los beneficios del método Yo, sí puedo.
Recordó que fue en Venezuela, durante el XVI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, donde la delegación de la juventud sevillana conoció del método que se aplicaría después en una ciudad del llamado Primer Mundo, algo asombroso para algunos.
Luego de un diagnóstico asesorado por el Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño (IPLAC), la modalidad cubana comenzó a aplicarse en la capital andaluza con el beneplácito de una población iletrada que vive en asentamientos desfavorecidos social y económicamente.
Añadió Mary Cruz Tornay que el censo sacó a la luz a un numeroso grupo de mujeres mayores de 60 años, ya con hijos y nietos, a quienes nunca nadie les había preguntado si sabían leer y escribir, y que arrastraban con esta carga sobre su autoestima.
«Pero no solo fueron mujeres de la tercera edad, también nos encontramos con jóvenes que fueron escolarizados porque abandonaron los estudios y hoy son analfabetos funcionales», abundó.
