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Surgen grandes amores de las pequeñas cosas. Para quienes, más que un hobby, cultivar bonsáis es parte de su vida, el Museo de Artes Decorativas de la capital exhibe hasta este domingo la muestra Arte soy entre las artes del Grupo Bonsái Habana.
Los cultivadores de estas plantas, no más altas de 120 cm, han logrado superar las exigencias que demanda esta tradición del mundo oriental, gracias a su voluntad y al apoyo brindado por el Museo desde el 2004.
Yan López, miembro de la Junta Directiva del Grupo explicó que sus más de 60 miembros han trabajado desde hace más de una década en crear este mundo en miniatura, donde los gigantes cerezos, laureles, flamboyanes, naranjos y bambúes progresan en cualquiera de sus 16 estilos de crecimiento.
En el arte de concebir maravillas no hay límite de edad. Tal es el caso de Andy García, el miembro más joven del grupo, quien con solo 11 años cuida día a día de su ficus microcarpa.
Es por ello que a Takayuki Kumakura, agregado cultural de la Embajada de Japón en nuestro país, le llama la atención que una tradición seguida fundamentalmente por personas mayores sea acogida de manera autodidacta por jóvenes, solo guiados por la pasión por la cultura asiática.
En provincias como Holguín, Guantánamo y La Habana existen cultivadores que, en los años pares, reúnen sus obras con las de los capitalinos en una bienal competitiva.
«El arte de cultivar bonsáis debe ser estimulado, sobre todo como una forma de divertimento espiritual. Ese arduo trabajo individual es enriquecido por la relación que establece cada cultivador con su planta, con el amor que le transmite en su cuidado diariamente», aseguró Margarita Ruiz, directora de Patrimonio Cultural.
Este año se entregarán cinco premios Distinción Bonsái Habana a las mejores piezas en las diferentes modalidades exhibidas, ya sea en paisajes, composiciones decorativas o árboles.
Además de los 84 bonsáis que componen la muestra, se pueden apreciar piezas de suisekis o el arte de admirar las piedras, otorgándoles un significado a partir de nuestra realidad.
Durante la exposición, en el horario habitual del Museo desde las 10:00 a.m. hasta las 6:00 p.m., se venderán algunas piezas de los creadores, así como material de siembra para todo aquel que desee tener una escena de la naturaleza en miniatura.
