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Camilo frente a la traición contrarrevolucionaria

Esta Revolución, como en los días de la guerra, tiene solo dos caminos: Vencer o Morir, expresó el Señor de la Vanguardia un día como hoy a los camagüeyanos, después de frustrarse el intento desestabilizador de Hubert Matos

Autor:

Oreidis Pimentel Pérez

CAMAGÜEY.— Fueron las personas humildes de Camagüey, con Fidel al frente, las que protagonizaron la Marcha del Pueblo Combatiente el 21 de octubre de 1959, y con ello frustraron el intento desestabilizador de Hubert Matos en el Regimiento No. 2 Agramonte.

La carta de renuncia del 19 de octubre coincidió con las sesiones del ASTA (Agentes de Turismo), y mientras el 21 de octubre elementos contrarrevolucionarios bombardeaban La Habana, el capitán Jorge Enrique Mendoza Reboredo alertó de los sospechosos movimientos en la ciudad agramontina, noticia que confirmó la larga investigación que se le seguía a Matos por sus relaciones con Pedro Luis Díaz Lanz y Manuel Urrutia Lleó, la trilogía anticomunista.

La marcha

Fidel confió a Camilo Cienfuegos la misión de capturar a los oficiales sediciosos y detener la maniobra. Camilo cumplió la encomienda; después de su arribo al aeropuerto Ignacio Agramonte salió en un yipi junto al teniente Juan García Molina y Arsenio García Dávila; con este último penetró por la posta del cuartel. Ya adentro, Camilo llegó hasta la habitación de Matos solo, y desde allí lo condujo desarmado a la jefatura. Nadie se atrevió a disparar; la tensión de los oficiales atraídos hacia la campaña contrarrevolucionaria cesó con la figura del Héroe de Yaguajay, pero a ello se le sumó la sorpresiva llegada de Fidel al aeropuerto.

En medio del alboroto callejero en apoyo a la Revolución, el Comandante en Jefe bajó de su auto en la céntrica calle República, y caminó junto al pueblo hacia la dirección del INRA, en la calle San Pablo.

Todavía muchos veteranos combatientes recuerdan el tumulto en la calle General Gómez, donde se juntaron los líderes, y desde la que Fidel encabezaría la caminata rumbo al Regimiento.

El Señor de la Vanguardia se adelantó a la marcha y les habló a los 30 000 camagüeyanos que se agolpaban en las afueras del cuartel: «Esta Revolución irá hasta sus límites finales (…) Esta Revolución, como en los días de la guerra, tiene solo dos caminos: Vencer o Morir (…) esta Revolución es justa y se hace no para privilegio de unos cuantos, no para amparar intereses, no para defender a los latifundistas, a los hacendados que por siempre abusaron (…)».

Ese mismo día en la noche, las cámaras del Canal 11 de Camagüey almacenarían las importantes imágenes de la conferencia de prensa que ofreció Camilo ante los micrófonos de Unión Radio, Radio Rebelde, CMCK, Radio Oriente, Radio Holguín, La Voz del INRA, CJKC, Radio Revolución, Radio Triunfo y Radio Camagüey.

Allí se refirió a los frenos que puso Matos a la Reforma Agraria, sus maniobras para buscar apoyo de otros oficiales y de lidercillos estudiantiles de origen burgués, y a la revista Cuba Nueva, que hizo circular para denigrar las medidas revolucionarias.

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