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SANTA CLARA, Villa Clara.— La producción de esponjas en estanques de una hectárea de mar resulta una realidad por vez primera en el país, luego de comprobada la viabilidad de este proyecto que nació en la comunidad pesquera villaclareña de Carahatas, en el municipio de Quemado de Güines.
La técnica consiste en seccionarla en pequeñas partes que después se introducen en los estanques, donde en un plazo de 12 meses adquieren la talla comercial de 15 centímetros de diámetro.
En la actualidad trabajan para completar la «siembra» de 12 estanques de una hectárea cada uno, que producirán una tonelada el próximo año, reveló Ángel Quiroz Espinosa, jefe del Grupo de Ecología Marina del CITMA en Villa Clara.
Entre las ventajas de este método están el crecimiento más rápido de la especie como consecuencia de pegarse más al fondo, donde están sus alimentos, y que aquellas adquieren una forma más esférica, a lo que contribuye el tener que rodar hasta el lecho marino, precisó Quiroz Espinosa.
La producción de la forma referida permite priorizar a la esponja hembra, la de mayor demanda en el mercado, porque tiene mejor «paño», de poros más finos y compactos. Una tonelada de estas vale unos 50 000 dólares.
Además se humaniza más el trabajo y desde el punto de vista económico resulta muy factible.
Quiroz Espinosa puntualizó que el empleo de recursos es significativamente menor en comparación al de la pesca en bancos naturales, donde la flota villaclareña captura cada año entre 20 y 25 toneladas.
El especialista subrayó la conveniencia de extender este método, denominado Granjas de esponjas, que forma parte del Proyecto Medio Ambiente de Carahatas, insertado en el Programa de Pequeñas Donaciones del programa de Naciones Unidades para el desarrollo, en el cual participan también otras empresas e instituciones de la provincia.
Por su calidad, estas esponjas pueden emplearse en el aseo personal, el ornato y la creación de fármacos.
