Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Mi taller no lo cambio por nada

Así se manifiesta Osmany Naranjo López, quien resultó electo el tercer delegado directo elegido por Holguín al IX Congreso de la UJC

Autor:

Héctor Carballo Hechavarría

HOLGUÍN.— El joven ingeniero mecánico Osmany Naranjo López, especialista del área de diseño de máquinas en la Fábrica de Implementos Agrícolas Héroes del 26 de Julio, de la ciudad de Holguín, se convirtió ayer en el tercer delegado directo elegido por esta provincia al IX Congreso de la UJC.

«Espero intervenir en los debates, porque voy a pedir muchas cosas, sí, pero no precisamente materiales: más tareas, más responsabilidades, mucho trabajo para seguir desarrollando y fortaleciendo la Revolución, eso es lo que pedimos hoy los jóvenes», afirmó en medio del júbilo de sus compañeros.

Con 27 años de edad, este muchacho, quien funge como secretario de su comité de base y constituye reserva del director de su división, nos confesó que no soportaría nunca encontrarse tras un buró, pues lo que más ama en la vida es estar «embarrado de grasa, en contacto directo con los hierros del taller».

«Desde pequeño me gustaron las ciencias. Mis “fuertes” han sido la Física, la Química, y la Educación laboral, sin embargo, ahora me deleito con el Diseño, en lo cual ya he hecho mis propios aportes en la mejoría de agregados y piezas», agrega con sano orgullo.

Entre las principales misiones en las cuales está enfrascada la organización juvenil en su centro, cita, en primer lugar, la batalla diaria por la producción y la calidad. De sus talleres salen multigrados, gradas, fertilizadoras, sembradoras, entre otros muchos ingenios que aportan eficiencia a la producción agrícola y sustituyen importaciones al país.

«Soy uno de los jóvenes beneficiados con la Orden 18 del Ministro de las FAR, para cursar estudios universitarios, luego que cumplí satisfactoriamente con mi deber en una unidad militar de nuestro ejército. Mi mayor premio fue conocer a Raúl».

Egresado de la universidad Oscar Lucero Moya, donde ocupó distintas responsabilidades en la FEU, Osmany rememoró como una de las misiones más importantes que cumplió durante esa etapa, cuando colaboró como profesor de Matemáticas en un preuniversitario en el campo del municipio de Calixto García.

«Lograr que continúen creciendo las filas de nuestra organización es otra de nuestras más importantes tareas. Ya contamos con más de 130 jóvenes en la fábrica, ellos son el relevo», alcanzó a decirnos por último Osmany, antes de que partiera, cual si fuera una estrella del béisbol, montado sobre una bulliciosa caravana juvenil que lo llevó a anunciar su elección por toda la bella Ciudad de los Parques.

 

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