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Tiempo perdido hasta el cemento lo llora

Uno de los productos más demandados en el país sufrió trabas de comercialización durante el 2009. Grandes cantidades se acumularon en los almacenes de la fábrica 26 de Julio, de Nuevitas. Evitar que se repita esta situación debe ser prioridad de los responsables

Autor:

Yahily Hernández Porto

CAMAGÜEY, Nuevitas.— «A veces por el disgusto que tenemos a causa del atraso en la extracción del cemento nos da hasta deseos de llorar, y se nos encoge hasta el alma cuando vemos cómo el esfuerzo para que la fábrica eche pa’lante cae en saco roto», dice el veterano Paulino Medina González, obrero con más de 30 años en la Fábrica de Cemento 26 de Julio, en el municipio de Nuevitas, provincia de Camagüey.

«Aquí nos sobreponemos a todo: a la tecnología atrasada de la fábrica y a la escasez de piezas de repuesto, porque lo que parece imposible lo resolvemos con innovaciones a pie de obra, y a la crisis económica, al bloqueo e incluso a los reajustes del plan económico del año. Entonces es muy doloroso ver cómo se afecta nuestra producción por la lentitud en la extracción del cemento», comentó Medina González, quien es especialista eléctrico de mantenimiento general.

Cómo explicar tanta insatisfacción acumulada en los trabajadores y afectaciones en la producción de esta importante instalación fabril, si los más de 300 trabajadores, junto a sus directivos, realizan hasta lo «imposible», para que no se interrumpa el proceso productivo.

El especialista no transmite solo su sentir, también el de muchos obreros de esta entidad que tuvo que enfrentar durante el año 2009 la tardanza en la extracción de cemento, y con ello una acumulación del producto en los silos, que perjudicó todo su proceso productivo.

El tiempo: el implacable

Cierto es que el estado técnico de la cementera agramontina, de tecnología alemana de la década de los 40 del siglo pasado, no es el mejor y que la crisis económica puede afectarla en su proceso productivo, pero también es incuestionable que ninguno de estos factores son los máximos responsables de que la 26 de Julio haya incumplido el plan de producción del año pasado.

Geomanis Augusto González Lozada, director general de la fábrica, valoró la situación: «El cemento no extraído en tiempo, durante el transcurso del pasado año, influyó en el incumplimiento del plan económico de 2009, ya que solo se garantizó un 95 por ciento para el mercado con respecto al plan de producción.

«Durante los últimos tres meses del pasado año mejoró la extracción de nuestro cemento, pero hasta septiembre se mantuvo una situación bien compleja», enfatizó.

Esa situación, según el directivo, obligó a realizar un programa para aliviar el problema del cemento en los silos o almacenes de la fábrica y se buscó una nueva opción de mercado en octubre, noviembre y diciembre, lo que permitió vender una importante suma de este producto a las provincias de Santiago de Cuba, Granma y Holguín.

Demora ajena que impacta

¿Cómo entender que demoras ajenas a la fábrica impacten en el cumplimiento del plan de producción y en los salarios y estado de ánimo de los trabajadores?

«Los sistemas de pago evidentemente se afectan, porque estos se corresponden con los valores productivos y con los ingresos que tenga la fábrica», resumió el director.

Cuanto hacen los trabajadores por su industria y por su estabilidad productiva fue descrito por el directivo: «Locales antiguos se prepararon como almacenes para tener una capacidad disponible en casos como estos. Actualmente se trabaja los domingos y en horario nocturno con el fin de vender cemento mientras haya clientes, e incluso los sacos físicos, donde se embolsa el cemento, se han ido a buscar a otros territorios como Cienfuegos y Santiago de Cuba».

Responsables sin responsabilidad

Cuando el cemento ha reposado mes tras mes en los silos de la fábrica, ocupando el espacio para nuevas producciones, no ha dependido de esta institución la venta de la tan necesaria mercancía, sino de una empresa comercializadora encargada de comprar todo el elaborado en Nuevitas, para luego venderlo a los clientes de esta empresa.

Así lo explicó Erlinda Llenderroso Águila, directora de esta unidad, quien acumula 25 años en el sector: «Somos la Unidad Empresarial de Base (UEB) que pertenece al grupo nacional Cemento Vidrio del MINBAS, y es la encargada de la venta mayorista y comercialización del cemento producido en Nuevitas. Vendemos a los organismos que desde el Ministerio de Economía y Planificación (MEP) tienen asignado un por ciento en el balance del año de lo producido en la 26 de Julio».

—¿La demora en la extracción de este cemento asignado perjudica a la productora y a la UEB nuevitera?

—Somos la entidad responsable de comercializar el cemento con los diferentes organismos del territorio camagüeyano, y aunque trabajamos por un plan mensualmente, la manera, forma y tiempo en que estos organismos extraen su producto fijado no es nuestra responsabilidad, ni existe regulación alguna que nos proteja por su demora. Se afecta la fábrica por tener un cemento almacenado que debió ser retirado en tiempo».

La tardanza en la extracción de cemento el pasado año, explicó la funcionaria, provocó un incumplimiento en las ventas del plan asignado del 80 por ciento, pero ni la productora de cemento nuevitera, ni nuestra UEB comercializadora mayorista son responsables.

¿Quiénes, entonces, son los responsables de incumplimientos de planes de producción y de ventas asignadas, y de demoras en la extracción del cemento? Por un lado se asigna un cemento todos los meses a los organismos establecidos para esta UEB, y por otro no hay regulación ni normativa prevista que exija a esos clientes extraer en igual período el cemento fijado desde el Ministerio de Economía, y a la vez proteger a la productora y a la comercializadora de incumplimientos.

Esta situación deberá ser revertida el presente año con la implementación de nuevas fórmulas de comercialización menos esquemáticas, más objetivas y que lleven implícitas la protección de la fábrica y de su UEB, ambas pertenecientes al Ministerio de la Industria Básica.

Las fórmulas establecidas por un balance nacional, no pueden ser motivo de justificación para quienes tienen que agilizar la búsqueda de mercados, ventas y comercialización del cemento camagüeyano de manera inmediata, como lo demandan la población y la economía.

Las respuestas a los trabajadores de esta fábrica y al pueblo de Nuevitas, que sabe que en su planta se acumuló mes tras mes del año pasado un considerable volumen de cemento, que muy bien pudo ser empleado en otros fines a los que en principio se concibió deberán ser, en esta ocasión, que no quede producto terminado sin llegar rápidamente a su destino final.

La situación, al parecer, tiende a cambiar. Erlinda Llenderroso afirmó «que en el año 2010 inició estable la extracción del producto por parte de los clientes, pero la falta de bolsas para el envase provocó afectaciones en los inicios».

Aseguró, sin embargo, que «ya están en la productora las bolsas y que la extracción se normalizó a finales del mes de febrero».

No obstante, según sus palabras, la forma en que está concebida la extracción del producto es la misma que la del pasado año y las condiciones para la comercialización de manera general, mes tras mes, no han cambiado. Por ello, desde ahora, está el alerta.

Entretanto, los obreros se preocupan porque se repita la cadena de anomalías y se perjudique nuevamente la economía del país.

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