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REMEDIOS, Villa Clara.— La Empresa Azucarera Heriberto Duquesne, de aquí, constituye un ejemplo del aprovechamiento de residuales orgánicos en función de la producción, lo cual representa un importante ahorro de combustible.
Su fábrica de bebidas cuenta con una caldera, la única de la provincia y posiblemente del país, que genera 12 toneladas de vapor por hora con la utilización conjunta de biogás y petróleo.
Carlos Garí Campos, tecnólogo principal de la empresa, reveló que un quemador mixto de alta tecnología permite suplir dos toneladas diarias de diésel por 7 000 metros cúbicos de biogás.
Precisó que el gas orgánico representa el 30 por ciento de la mezcla utilizada para la combustión. Esta se logra con el empleo diario de unos 900 metros cúbicos de vinaza, un residual de la destilación de alcohol, y más de 450 de líquidos correspondientes a los desechos de la producción azucarera.
Significó que el uso de los residuales en función de la producción se inserta entre los esfuerzos que realizan desde hace años para reducir al mínimo el daño a la naturaleza.
Como resultado de ese trabajo redujeron en 200 metros cúbicos diarios el vertimiento de contaminantes al medio ambiente. Estos, luego de ser tratados en dos lagunas de oxidación, se destinan al riego de cultivos.
La capacidad de generación de la planta de biogás del Heriberto Duquesne ascenderá a alrededor de 16 000 metros cúbicos diarios, luego que concluya la reparación de la campana de uno de los reactores. Está prevista la utilización de aquel también para otros fines, incluso para beneficiar a la comunidad.
