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El General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, regresó a la Patria en horas del mediodía de este miércoles, tras concluir una intensa y fructífera visita de trabajo a Venezuela, donde participó también en la IX Cumbre del ALBA y en los festejos por el bicentenario del inicio de la gesta independentista de la hermana nación bolivariana.
En el aeropuerto internacional José Martí le dio la bienvenida el compañero José Ramón Machado Ventura, Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros.
Últimas horas en Venezuela
Temprano en la mañana, llegó Chávez al lugar donde se alojaba Raúl, para acompañarlo durante los 31 kilómetros que separan a Caracas del aeropuerto internacional de Maiquetía «Simón Bolívar».
Apenas habían transcurrido unas horas desde que concluyó en la madrugada la reunión de trabajo de las delegaciones, a la que se sumaron en su fase final los dos Presidentes.
En la terminal aérea venezolana, Raúl recibió el saludo de la guardia de honor integrada por combatientes de los diferentes componentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y una banda militar interpretó los himnos de Cuba y Venezuela.
Allí se encontraba también Esteban Lazo Hernández, Vicepresidente del Consejo de Estado, camino a Bolivia al frente de la delegación que representará a Cuba en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra.
Estuvieron presentes además Roberto López Hernández, jefe de las misiones cubanas en Venezuela, y el Embajador de nuestro país Rogelio Polanco Fuentes.
Chávez se despidió efusivamente de cada uno de los integrantes de la delegación cubana, del Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Ricardo Cabrisas Ruíz, Vicepresidente del Consejo de Ministros, el Canciller Bruno Rodríguez Parrilla, Rodrigo Malmierca Díaz, ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, y de Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana.
El emotivo abrazo entre Chávez y Raúl, al pie de la escalerilla del avión, simbolizó el de dos pueblos estrechamente unidos por la historia y los ideales. Constituyó el colofón de una visita, que a decir del mandatario cubano en declaraciones a la prensa que acudió al aeropuerto, ha sido muy importante y fructífera.
Fueron menos de 72 horas en que muy poco se durmió y en que se abordaron con profundidad asuntos de gran interés para Cuba y Venezuela, dos países unidos por vínculos cada vez más estrechos de hermandad solidaria.
Se han discutido importantes temas y adoptado los acuerdos correspondientes, afirmó Raúl. Ahora se trata de ponerlos en práctica con la agilidad y eficacia necesarias.
