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«Le ha correspondido a Cuba la dura tarea de advertir a la humanidad del peligro real que está confrontando; en esa actividad no debemos desmayar», expresó el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, ante una amplia representación de jóvenes de la educación superior y del pueblo de la capital, reunidos ante la escalinata de la Universidad de La Habana para pronunciarse contra la guerra y por un futuro de paz.
El líder histórico de la Revolución cubana recordó que los artefactos nucleares fueron utilizados al final de la ultima contienda mundial, contra las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, y que hoy, el poder destructivo de los arsenales atómicos equivale a más de 440 000 veces el poder de aquellas bombas. «Es lo que dice la matemática», acotó.
Según explicó, no queda otra alternativa que recordar el hecho que no estamos viviendo la época de la caballería y el acero, las espadas, y los arcabuces, precedidos por las máquinas que trataban de moler murallas, «armas siempre crueles, pero de limitado poder destructivo».
El problema de los pueblos, el de miles de millones de personas, es impedir que acontezca la tragedia de una guerra nuclear. «No me agrada decir la dolorosa verdad, que constituye una vergüenza: al mundo se le ocultó deliberadamente esta realidad».
«El tiempo del que la humanidad dispone para librar esta batalla es increíblemente limitado», advirtió.
