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El futuro tiene pañoletas

Para conocer cuánta hondura existe en el pensamiento de los pioneros, bastó compartir ese foro inmenso en el que convirtieron a toda Cuba este jueves los más de 1 200 000 niños y niñas que integran la Organización de Pioneros José Martí (OPJM), durante su congreso de base

Autores:

Julio Martínez Molina
Juan Morales Agüero
Roberto Díaz Martorell
Odalis Riquenes Cutiño
Hugo García
Yoelvis Lázaro Moreno Fernández
Luis Raúl Vázquez Muñoz
Margarita Barrios

Todos somos la OPJM

Julio César Cabrera sabe que el primer deber de un pionero es estudiar. «Pero no todos lo asumen con la dedicación que merece. Nada se consigue fácil, y si se quiere tener un buen futuro hay que luchar por él.

«Es fundamental estar informados, conocer nuestra historia, prepararse desde temprano en los temas vinculados con la defensa de la patria. Solo así seremos continuadores de los principios de nuestra Revolución».

Julio César estudia octavo grado en la secundaria básica Julio Antonio Mella, del municipio capitalino de Marianao, donde sus pioneros debatieron ampliamente sobre el estudio como primer deber del alumno.

Migdaisa Irsula Contreras, quien cursa el noveno grado en ese centro escolar, asegura que estas reuniones son muy buenas para reflexionar sobre los problemas que tienen los estudiantes, y para que aquellos que no cumplen bien con sus deberes analicen y cambien su actitud.

«Nosotros tenemos un buen colectivo pioneril pero siempre hay problemas. Por ejemplo —precisó— hay que decirle no a la vulgaridad, a la chabacanería, y aunque esté de moda hablar alto o con malas palabras debemos alejar estos malos hábitos de los pioneros».

Los pequeños estuvieron acompañados por Olga Lidia Tapia, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y Liudmila Álamo Dueñas, primera secretaria de la UJC, quien, en un intercambio con los estudiantes, acerca de la formación vocacional, les dijo: «Ustedes son la OPJM. La responsabilidad por la orientación profesional tiene que partir de ustedes mismos, de sus gustos, de sus motivaciones.

«Si a un estudiante le gusta ser policía, o ser maestro, o tiene inclinación por alguna carrera técnica, aquí, en la escuela, con la ayuda del guía de pioneros se busca apoyo en la comunidad y se hace un círculo de interés, para aprender, para motivar a los demás».

Para amar los oficios

La formación vocacional fue uno de los puntos más abordados durante el V Congreso Pioneril de los destacamentos 6to. D y 6to. F de la escuela Guerrillero Heroico, de Cienfuegos.

Mervin y José introdujeron el tema al debatirse el papel del maestro en la formación profesional. Ambos niños consideraron que los círculos de interés resultan muy importantes para definir la vocación.

Yamilé Ramos Cordero, presidenta de la Organización de Pioneros José Martí, dialogó con ellos y sus compañeritos a lo largo de la asamblea, y les comentó que los círculos sí son básicos en su preparación, porque su futuro profesional es vital para el desarrollo del país.

Significó que lo crucial de la misión de tales estructuras en la actual perspectiva radica en su diversidad de opciones, de perfiles acordes con los requerimientos laborales inmediatos o futuros del país.

Ustedes van a sustituir a los obreros, campesinos, técnicos, científicos…; y quizá haya especialidades técnicas que puedan apreciar y querer, pero que aún no conocen porque no se imparten dichos círculos, enfatizó.

Daniela, otra alumna, certificó el decir de la presidenta cuando expresó que, por ejemplo, pese a tener un movimiento de avanzada en tal sentido en esta escuela, no existe un círculo de interés de Agronomía.

Su interlocutora los exhortó a que invitasen a practicantes de oficios a conversar con ellos en las aulas, y visitasen centros de trabajo. En el caso del magisterio, instó a mantener el aula pedagógica hasta el noveno grado.

Los estudiantes de la Guerrillero Heroico le propusieron a la presidenta de la OPJM examinar en la cita nacional la posibilidad de extender un programa interno que aquí desarrollan, relativo a la formación de valores.

Se trata del Club Patriótico donde los más de mil niños matriculados entre los grados de segundo y sexto, van escalando un color en la estrella de su boina —elemento típico en el alumnado de este colegio, como iniciativa en honor al Che—, en dependencia de los valores que ostenten.

Así transitan del blanco al rojo (el máximo) a tenor del fomento de la solidaridad, el buen comportamiento ante el estudio, el compañerismo, el conocimiento de la historia patria o el respeto y el amor hacia los héroes y mártires.

El salto largo que se necesita

En busca de ese paradigma creíble que los conduzca con probada certeza por el arquetipo del hombre del futuro, emergió con énfasis desde el mismo inicio del debate la impronta inolvidable de Camilo.

Fue entonces cuando muchos de aquellos pioneritos, cuyos padres quizá no habían nacido en el triste octubre de 1959, recordaron la disciplina y la audacia del Señor de la Vanguardia, y hasta hablaron en presente de conquistar esas virtudes, casi imprescindibles para los que como ellos intentan desde ya consagrarse al mundo del deporte.

Con las ideas que se construyen y se elevan a la altura de tan solo 11 años, los miembros de un destacamento de sexto grado de la escuela de iniciación deportiva (EIDE) Héctor Ruiz Pérez, de Villa Clara, pidieron tocar las fibras de nuestra historia de manera atractiva, sin distancias que entorpezcan ni minimicen los valores del hombre común.

Para ello, hablaron de cultivar la modestia, la responsabilidad y un altísimo sentido de pertenencia. Departieron sobre el ejercicio consciente de acercarse todos los días con gusto a los libros, más allá del placentero ejercicio que por esencia les causa la práctica de cada una de sus disciplinas.

Hacer la tarea no es estudiar, prepararnos solo en lo que manda la maestra no es del todo repasar, advirtió con desenfado el pequeño atleta Daniel, mientras su colega de estudio, la futura ajedrecista Melisa, indicó que había que despojarse de ese finalismo que les retrasa el sueño la noche antes de la prueba, pero que luego no se corrige y vuelve entonces a concentrarles la mayoría de los contenidos para el momento conclusivo.

Buscar el equilibrio, la moderación entre lo que se aprende en el aula y fuera de esta, el balance entre la lección cotidiana del profe, el autoestudio nocturno, el entrenamiento y las necesarias horas de descanso, fueron pensamientos que irrumpieron con recurrencia.

Un llamado a la iniciativa, al no esperar necesariamente por la guía base o el entrenador para limpiar el aula, barrer el tabloncillo de juegos o recuperar y darle mantenimiento a algunos implementos, hicieron casi al unísono Exuán Alber, María Fernanda, Glenda, Eduardo Augusto, Daylin Rachel y Juan Tomás, pioneros que con sus pañoletas rojas anudadas sobre el pecho se miraron para que Cuba siga siendo en no pocas esferas de su quehacer social una potencia de alto rendimiento.

Apostar al bien

En la Isla de la Juventud los más de 6 000 pioneros del territorio reflexionaron sobre cómo revertir las deficiencias que en el estudio, la disciplina y la formación vocacional afectan su preparación.

Entre las preocupaciones más escuchadas estuvo la insuficiente información sobre algunas carreras, en particular las militares, según la intervención de Osviel Blet Mestre y Ariel Herrera Abad, estudiantes de noveno grado de la escuela secundaria básica urbana (ESBU) Fructuoso Rodríguez.

De igual modo señalaron que los espacios para departir y aprender acerca de sus futuras profesiones son pocos y exiguos. En ese sentido, la opinión de Melisa Mondeja Ochoa, ganó unanimidad al reclamar la intervención de especialistas en las diferentes ramas, «porque los maestros le ofrecen una imagen general y no profundizan».

De acuerdo con Melisa, si se trabaja con sistematicidad e intención en los círculos de interés, los encuentros para despertar vocaciones y talleres sobre los empleos que necesita el territorio, puede que además de ganar posibles candidatos, se contribuya a reorientar al alumno hacia su verdadera vocación.

Los pioneros criticaron la inestabilidad en el control a las casa de estudio, momento que tienen para repasar conocimientos y retomar otros que cayeron en el «saco» del olvido, se vincula la familia y sirve también para confraternizar y ayudar a los más rezagados.

Propusieron reemprender los matutinos ortográficos, ampliar los espacios para incentivar el hábito de lectura, sistematizar los encuentros de conocimientos con énfasis en temas de la historia local y nacional.

En cuanto al funcionamiento de la organización, sugirieron un mayor nivel de convocatoria, involucrar a los padres para motivarlos en aras de que se cumplan óptimamente las tareas de la producción de alimentos en la etapa al campo y rigor en el enfrentamiento a las indisciplinas y violaciones del reglamento escolar.

«De lo contrario —refirió Wendy Díaz— se pierde mucho tiempo en regaños, llamadas de atención…; como colectivo debemos involucrar a la familia y exigir el cumplimiento del reglamento escolar al igual que respetamos a nuestros padres en casa», concluyó.

Una verdad contundente

¿Qué tiene de interés la economía para los pioneros? Cuando empezaron a hablar de oficios, este periodista bajó la cámara y empezó a escuchar. Recordó entonces que, cuando nadie mencionaba que la Feria del Libro se extendiera por todo el país, ya ellos lo habían pedido en las asambleas provinciales.

Moraleja: detrás de la ingenuidad y la ternura, muchas veces está una verdad contundente, y es aquella que nace de la autenticidad de los sentimientos. Y esta vez, al empezar a hablar de economía y oficios en el grupo 6to. A de la escuela primaria Ricardo Pérez Alemán, de Ciego de Ávila, los criterios volvieron a ser certeros.

Yoanna Oramas Santana, quizá la pionera más activa en la asamblea de destacamento, mencionó la necesidad de fomentar los círculos de interés en diversas especialidades y oficios. Hasta el momento, según se supo en el encuentro, solo existe uno, dedicado a formar la vocación en maestros primarios.

No hace falta solo médicos —dijo Yoanna—. También se necesita aprender oficios, como carpintero o albañil. El problema está en poder saber en qué consiste cada profesión».

Milaydi Alonso Pérez, funcionaria de la dirección nacional de la Organización de Pioneros José Martí, preguntó qué entidad quedaba cerca de la Ricardo Pérez Alemán. Enseguida se mencionó a una fábrica de dulces, pero los ejemplos crecieron cuando se pidió que los pioneros dijeran en qué empresa, donde trabajaran sus mayores, ellos podían ir con profesores y sus guías base a conocer de los oficios que allí se realizaban.

Al final del aula, en la fila del centro, Carlos Alberto Milián Sosa levantó el brazo y anunció: «Mi mamá trabaja en la Fábrica de Conservas». Y enseguida recitó de carretilla el objeto social de la entidad, las producciones que allí se obtienen  y una de sus misiones más importantes. «Sustituir importaciones», acotó Carlos Alberto.

En la hilera derecha, también al final, Jorge Luis Gutiérrez Carvajal no quiso quedarse atrás. Disparó el índice hacia arriba y dijo con cierta dosis de maldad: «Yo tengo contactos en la Fábrica de Galletas». Y a la interrogante: «¿Ustedes no quieren saber cómo funciona una fábrica como esa»?, las manos se levantaron en señal de asentimiento.

Debate pioneril

Para conocer cuánta hondura existe en el pensamiento de nuestros pioneros, basta con asistir a una de las reuniones donde ellos le buscan sentido a su encomienda social.

En eso meditaba al participar en la asamblea de un grupo de noveno grado de la ESBU Máximo Gómez, de Las Tunas, justamente al culminar la Jornada Ideológica Camilo-Che. Lo que dijeron los muchachos sobre esas dos figuras deviene garantía de la continuidad histórica de la Revolución.

El tema del conocimiento de la historia de Cuba y de la localidad generó varias intervenciones. Todas coincidieron en que para defender nuestro proceso político frente a las tergiversaciones revisionistas del enemigo es necesario saber de dónde venimos, quiénes somos y hacia dónde vamos. Y eso solamente puede conseguirse con el estudio profundo, certero y sistemático de nuestras raíces.

«Aquí en la escuela nos visitan especialistas de institucionales que nos esclarecen aspectos de nuestra historia —dice Yorluis Fernández, uno de los estudiantes—. Pero no es suficiente. Necesitamos ir alguna que otra vez a los museos y a los memoriales para conocer otros detalles. Si se coordina con tiempo el transporte, eso puede materializarse».

La expectativa relacionada con la especialización por asignaturas de los profesores generales integrales (PGI) ocupó un segmento de la asamblea pioneril, donde los pequeños expresaron que un docente versado en una materia determinada la impartiría mejor que quien debe impartir varias diferentes.

También resaltó el análisis que hicieron algunos respecto al tema de la lengua materna y su utilización consecuente.

El ruido de la alegría

La franqueza y transparencia en el análisis de los temas abordados en la asamblea pioneril de un destacamento de noveno grado de la ESBU Héroes del Moncada, de Matanzas, fueron los matices que primaron.

Una escuela bien engalanada, con mucho ruido por la alegría y con aulas embellecidas para la ocasión, entre otras iniciativas, colmaron este jueves a las decenas de estudiantes de ese centro y a los más de 70 000 pioneros matanceros que se reunieron para celebrar sus asambleas.

La guía de la escuela, Yusmely González, introdujo una nota simpática, pero dolorosa: «Los padres tienen que saber las posibilidades de sus hijos, y no amenazarlos constantemente con la reiterada frase: ¡Procura coger una carrera buena!».

Ante ese dilema se acordó también que cada alumno se siente con sus padres a hablar del tema, de sus intereses,  de tal manera que la decisión no sea arbitraria ni a libre albedrío, sino lo justo para el joven y el país.

El joven Lián Alfonso enfatizó en la necesidad de que todos los medios de prensa, sobre todo los dedicados a los pioneros y jóvenes, dedicaran más espacios al esclarecimiento de las cuestiones relacionadas con la orientación vocacional y profesional, pues continúa la tendencia de querer matricular en los preuniversitarios y el instituto preuniversitario vocacional en ciencias exactas (IPVCE) Carlos Marx, obviándose los viejos oficios que recaban de técnicos medios y obreros calificados.

Se mostró preocupación por las dificultades con las computadoras y los reactivos para los laboratorios de Química, sin embargo, siempre primaron en los estudiantes el afán de solucionar los problemas con alternativas viables para todos.

¿Lugar para el retozo o el conocimiento ?

Para los pioneros cubanos ser hombres y mujeres de bien en el mañana pasa por estudiar conscientemente todos los días, pero eso solo es posible si en las casas de estudio los integrantes se proponen ir más allá de hacer la tarea para abarcar todo lo que se dio en las clases y más.

Así expresó Melissa Sofía, del semiinternado Miguel Ángel Cano, de la Ciudad Heroína. Con ella coincidieron sus compañeritos Yucet y Amanda. Por eso, entre todos decidieron que la guía, acompañada de la jefa del destacamento deberá visitar más sistemáticamente los hogares donde funcionan las casas de estudio.

Convencidos de que su organización de pioneros funciona de forma colectiva, y todos deben contribuir a tal propósito, crecieron este 28 de octubre los pioneros de los 24 destacamentos de la Miguel Ángel Cano, como los de todos los colectivos santiagueros, durante la realización de las asambleas de destacamento V Congreso.

El futuro tiene pañoleta y uniforme tricolor. Así quedó demostrado en este semiinternado santiaguero, donde sus pioneros demostraron la víspera ser responsables de la continuidad de esta hermosa Revolución que disfrutan.

Se defiende la patria amando y respetando los héroes y mártires, visitando los lugares vinculados con la rica historia de la ciudad en que viven, reconocieron Ruth y Mabel, del 6to. B, pero también se hace necesario que los matutinos vayan más allá de la pregunta: ¿Qué se conmemora hoy?, para dotar a los pequeños de datos y elementos profundos sobre los hechos que recuerda la efeméride.

Un mayor uso de las instalaciones pioneriles y la activación de movimientos como las Fuerzas de Acción Pioneril (FAPI) más frecuentemente, estuvieron entre las opiniones igualmente repetidas por los pioneros en aras de un mayor protagonismo de cara al futuro.

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