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Cueto en plena faena, rompiendo récord tras récord y siempre con una sonrisa. Autor: Yailín Alfaro Guillén Publicado: 21/09/2017 | 05:08 pm
Con la tenacidad de los grandes campeones, el famoso tabaquero cubano José Castelar Cairo, "Cueto", sobrepasó este miércoles su última marca mundial, un habano de 45,38 metros de longitud que confeccionó en el año 2008 —certificado como Récord Guinness—, y continúa su labor hacia una nueva hazaña universal para exponer el 3 de mayo próximo en FitCuba 2011.
El nuevo puro gigante, que desde el lunes último tuerce este multirrecordista, parece desafiar la larga mesa de trabajo dispuesta especialmente para la ocasión, la cual atraviesa mediante puertas laterales nada menos que diez bóvedas del Pabellón 1, ubicado frente a la Plaza de San Francisco, en la antigua fortaleza colonial de San Carlos de la Cabaña, al este de la capital cubana.
Cueto, trabajador de la tienda La Triada, de la Cadena Caracol, emplea en este especial habano aromáticas hojas traídas desde vegas de Vueltabajo, Pinar del Río, tierra donde se cosecha el mejor tabaco del planeta, que va mezclando con la misma naturaleza de un puro tradicional, por lo que si se cortara en extensiones normales, puede ser degustado por amante de tales joyas. Esto corrobora el respeto a la calidad del veterano tabaquero.
Lo siguen animando sus compañeros de la tienda La Triada, especializada en la venta de Habanos; también torcedores de los establecimientos comerciales de la Cadena Caracol (Romeo y Julieta, del Habana Libre y el Hotel Nacional), y no pocos expositores que hacen un alto en el montaje de sus respectivos stands de la venidera Feria del Turismo, para ser testigos en parte de esta hazaña.
Incluso, han aparecido visitantes fortuitos como Abdel Murguía, fisioterapeuta del cercano Estadio Panamericano de Atletismo. Enterado de la excepcional labor de Cueto, este joven se le acercó para conocerlo personalmente y brindarle sus conocimientos profesionales en la rehabilitación física, que fueron aceptados de inmediato para satisfacción del destacado tabaquero, ya aquejado por tan intensa labor.
