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La muerte viaja por carretera

En recorrido por el oriente cubano, JR indagó sobre las causas del aumento de los accidentes de tránsito en el país y su reflejo en la zona, así como en las estrategias para revertir esa situación

Autor:

Nyliam Vázquez García

Cuando ocurre un accidente de tránsito la noticia se riega como pólvora. «¿Te enteraste?, hubo un accidente en las lomas. Dicen que hay una pila de muertos», le comenta una vecina a la otra en la cola para el pan.

Entonces un escalofrío sobrecoge. No solo alguien conocido o cercano pudo estar entre las víctimas, en cualquier variante, se trata de familias deshechas, seres humanos que viven el drama de la pérdida, del dolor, por circunstancias que muchas veces pudieron evitarse.

En Cuba, en el año recién concluido, hubo un considerable aumento del número de accidentes. Según un resumen de la Dirección Nacional de Tránsito con cierre en noviembre de 2011, se registraron  10 553 casos, 1 126 más que en igual período de 2010. Aunque disminuyó levemente el número de muertos a nivel global, el de los lesionados se disparó, con más de 600 a nivel nacional, así como los accidentes de carácter masivo.

De recorrido por el oriente del país JR indagó sobre las causas de los accidentes en cada lugar y las estrategias preventivas que desarrolla el Ministerio del Interior junto a otras instituciones para cambiar el panorama en este 2012.

Demasiada confianza...

Guantánamo resultó ser una parada necesaria en la investigación. La más oriental de las provincias cubanas registró un aumento de los tres indicadores (accidentes, muertos y lesionados), junto a Mayabeque, Villa Clara y Camagüey. El resto tuvo un comportamiento mixto, mientras Granma fue el único territorio donde disminuyeron los números.

El capitán Silvio Hernández Cayón, jefe de la unidad provincial de Tránsito, comentó que Guantánamo tuvo que lamentar en 2011 49 accidentes más, para un total de 309 hechos, 29 muertes en todo el ciclo y 412 lesionados.

A pesar de que durante una década la tendencia fue a la disminución, a partir de 2010 comenzó la escalada. Contrario a lo que podría pensarse, las causas más frecuentes de accidentes no son el exceso de velocidad, la violación del derecho de vía o el deterioro de algún tramo de esta, aunque pueden estar presentes. Como confirma el capitán Silvio, en el 90 por ciento de los hechos lo que determina el desastre es lo que los expertos en tránsito llaman el factor humano: indisciplina vial, conductores experimentados que se creen «los bárbaros» y entre quienes disminuye la percepción de riesgo o la sobrecarga de vehículos en las montañas…

La geografía misma —75 por ciento de la provincia es montañosa—, así como la insuficiencia de transporte, sobre todo para los municipios más intrincados, se convierten además en poderosos factores de riesgo. Cuando se está en el pico de la loma, urge bajar a cualquier diligencia y nada llega, la gente a veces queda a merced de inescrupulosos que montan pasaje en carros que no están preparados para ello.

Hay que destacar que Guantánamo tiene 73 kilómetros de patronato vial nacional y todo está señalizado. Rutas extremadamente peligrosas, y que antaño eran agujeros negros para los accidentes, como la conocida carretera de La Farola es una de las más señalizadas, lo cual fue comprobado por este equipo de trabajo. Otro elemento que debe contribuir al cambio es que el plan para el mantenimiento vial tiene más recursos este año.

Recalificación, una necesidad

Resulta cuando menos llamativo que los vehículos del sector estatal provocan el 55 por ciento del total de los accidentes. En el caso guantanamero son los vehículos del Ministerio de la Agricultura y el Transporte los que más accidentes tienen. Inciden también en los números mortales que las empresas no se preocupan lo suficiente por la recalificación de sus conductores, establecida cada dos años.

Según Isel Valle Torre, directora de la Escuela de Educación Vial y Conducción de la provincia, es esa institución la que debe procurar que las empresas envíen a sus conductores a los cursos de recalificación, cuando debería ser al revés.

A Luis Felipe García, chofer con 26 años de experiencia, perteneciente al Micons, lo encontramos en un aula de la Escuela de Educación Vial. A él, por ejemplo, le ha resultado útil el curso de recalificación porque este hace gran énfasis en las novedades de la Ley 109 del Código de Seguridad Vial.

«Es una obligación de nosotros los conductores refrescar esos conocimientos», asegura este hombre, que maneja una rastra y nunca ha sufrido un accidente.

Por su parte, a Fidel García Salgado le ha tocado, en sus 35 años detrás del timón de una ambulancia, asistir a no pocos accidentes de tránsito. Para él los cursos de recalificación deberían ser anuales. Claro que, a quienes ni siquiera se preocupan por asistir o enviar a sus choferes cada dos años, la idea de Fidel García les parecerá descabellada. Pero cuántos cuerpos sin vida o moribundos ha rescatado este hombre, «desgracias grandes», como dice él...

Peligro: accidentes masivos

En Santiago de Cuba el ir y venir de camiones de pasaje es constante. Las vías siempre colmadas y con tráfico muy parecido al de La Habana, al menos en la capital provincial. En vez de los famosos almendrones habaneros, las motos son los taxis más socorridos. Lo cierto es que la segunda provincia más densamente poblada del país, en la que se respira un aire de desarrollo en los últimos años, tuvo un récord lamentable en el pasado año: la mayor cantidad de accidentes masivos, diez en total, y de ellos la mitad en el municipio de  Contramaestre.

A diferencia de lo que ocurre en Guantánamo, en Santiago lo que más influye en la accidentalidad son los desperfectos técnicos de los vehículos.

En un diálogo con el mayor Lorenzo González, jefe de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR); Alexander Durán, oficial de Tránsito del municipio de Contramaestre y Raúl Gutiérrez, jefe de transporte, más que en las causas de los accidentes, se centraron en la estrategia que llevan adelante, basada en la necesaria prevención.

Según explicaron las autoridades, en Contramaestre la señalización es aceptable y aunque hay irregularidades en la vía, vuelve a ser influyente el exceso de pasaje, de hecho, por esta causa y por maniobras incorrectas, son impuestas la mayor cantidad de multas, más de 350 en el 2011 y 198 de ellas preventivas (no acumulan puntos).

Los diversos factores vinculados al trabajo de la seguridad vial, incluidos muchos choferes de camiones que transportan pasajeros, consideran que una de las medidas que más impacto positivo pudiera causar es la de retomar las revisiones técnicas periódicas a los vehículos que se realizaban en años anteriores, solicitud hecha a las autoridades con el objetivo de que se reimplante esta medida, que da un cumplimiento más estricto a lo estipulado en la Ley 109.

En la Ley de Seguridad Vial se especifica la obligatoriedad de las revisiones técnicas, aunque sin precisar la periodicidad.

En Contramaestre, según explica el jefe de transporte, se realizaban dos veces a la semana por especialistas de la base, quienes revisaban frenos, dirección y todas las variables que determinan el buen estado del vehículo para circular. Ahora sugieren una revisión técnica semanal, de manera que, a pesar del deficiente estado técnico de los carros, lo esencial esté en orden.

«Todo lo que se haga por mi bienestar y el del pueblo está bien. Dos inspecciones semanales como antes, no, pero una me parece bien y así se cumple mejor con la nueva ley», comentó un chofer que cubre el tramo de Palma Soriano a Contramaestre.

Ante la señal de Pare

Prevenir al conductor sobre los tramos peligrosos y, sobre todo, no salir a poner multas, sino a prevenir, es uno de los pilares del trabajo de seguridad del tránsito en Holguín, la segunda provincia con mayor cantidad de accidentes masivos. Aquí se registra otra variación con relación a las causas fundamentales que provocan.

Más del 50 por ciento de los casos en este territorio oriental ocurren porque los conductores violan la señal de pare. Aunque en la provincia se registraron 41 accidentes más, disminuyeron los muertos y lesionados.

Las autoridades de Tránsito holguineras destacan como novedad en la situación operativa el aumento del parque automotor y, con el trabajo por cuenta propia, la aparición de los carretoneros en la vía.

El capitán Rosell Mora Aguilar, primer oficial de Tránsito, señala que Holguín es una de las provincias que más problemas tiene en las vías. Al cierre del año, con 1 181,5 kilómetros de viales, el 23,2 por ciento de estos estaban en mal estado, el 34 por ciento estaba regular y el 42 por ciento calificaba de bien. Esta es una de las materias pendientes para este año y que podría influir positivamente en la disminución de los accidentes.

También están muy atentas las autoridades a las innovaciones técnicas que los conductores hacen a los autos. Realizan, según Raciel Martínez López, inspecciones técnicas que verifican si los cristales usados permiten la suficiente visibilidad, así como si otras piezas cumplen correctamente sus funciones, sobre todo en los vehículos destinados a la transportación masiva de pasajeros.

Una buena parte de las causales que propician los accidentes pasan por la responsabilidad de conductores y peatones. No pocos expertos apuntan a la importancia de apostar por una cultura vial a todos los niveles. De ello dependerá, entre otros factores, que los conductores experimentados no se confíen y por tanto la percepción de riesgo sea alta en función de cuidar la vida propia y la ajena, que sientan la necesidad de velar por el estado técnico del vehículo y siempre tengan los cinco sentidos en el timón.

Solo entonces no habrá malas noticias que se rieguen como pólvora, nos evitaremos algunos escalofríos y, especialmente, muchas familias cubanas se evitarán algunas lágrimas de dolor y pérdidas. La señora de la guadaña tendrá que viajar por otro medio de transporte. ¿Y si la dejamos a pie?

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