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El ministro de Relaciones Exteriores Bruno Rodríguez Parrilla, sostuvo un encuentro en la sede de la Cancillería cubana con su homólogo uruguayo Luis Almagro. Rodríguez aludió a los profundos lazos históricos, de cooperación y solidaridad entre los dos pueblos, gobiernos y ministerios, mientras que Almagro resaltó la existencia de áreas de un gran potencial aún por desarrollar.
«Te recibimos como a un viejo amigo en un momento especialmente promisorio», dijo el titular, al resaltar «la contundente victoria ayer del (mandatario ecuatoriano) Rafael Correa y la Revolución ciudadana» y el regreso a Caracas del presidente venezolano, Hugo Chávez.
Consideró que todos los procesos que transcurren en la región, en medio de condiciones internacionales muy difíciles y excluyentes, hacen que esta reunión entre ambos cancilleres «nos sirva para avanzar en nuestras visiones, nuestra coordinación de esfuerzos».
El ministro, quien vaticinó que la visita será muy fructífera, manifestó su saludo y admiración para el dignatario de Uruguay, José Mujica, y el agradecimiento a la solidaridad de Uruguay en la lucha del pueblo cubano contra el bloqueo impuesto por Estados Unidos.
Por su parte, Almagro señaló que para su delegación constituye un alto honor realizar esta visita y reconoció especialmente la solidaridad de Cuba con los uruguayos durante «los duros años de la dictadura militar» en su país.
Definió a Cuba como el país más generoso de América Latina durante décadas, y destacó su papel en muchas de las principales luchas en el continente y en otros lugares del mundo.
Cuba y Uruguay establecieron relaciones diplomáticas en septiembre de 1902, las cuales fueron interrumpidas en 1964 hasta 1985 y nuevamente en 2002, aunque se mantuvieron las consulares.
El 1 de marzo de 2005 quedaron restablecidos los vínculos, que actualmente se consideran positivos.
