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Chávez mientras recibía en La Habana el Premio José Martí de la UNESCO, en un acto multitudinario en la Plaza de la Revolución al que asistió Fidel. Autor: Franklin Reyes Publicado: 21/09/2017 | 05:31 pm
Aunque estábamos conscientes de la dura lucha por la vida que libraba el Comandante Presidente Hugo Chávez Frías, y los riesgos que ello implicaba, la noticia terrible de su muerte nos ha estremecido dejándonos un profundo pesar y el sentimiento de una pérdida que no podemos aún apreciar en toda su dimensión. Fue Martí con su sensibilidad de poeta y su condición de revolucionario entregado por entero a la lucha por la verdadera independencia de su Patria quien definió el destino futuro de estos hombres excepcionales: «Cuando se muere en brazos de la patria agradecida, la muerte acaba, la prisión se rompe, comienza al fin con el morir, la vida». También Martí sentenció: «La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida».
Chávez acaba de ascender a la inmortalidad porque ha cumplido con creces la obra de la vida y ha muerto en brazos de su patria agradecida y de toda la Patria Grande que él contribuyó decisivamente a despertar, unir y a tomar conciencia de su enorme fuerza y el futuro promisorio que juntos podemos conquistar para nuestros pueblos. Fundador de la ALBA y de la Celac, su legado es inmortal y su figura se agiganta y lo proyecta para la historia como fiel discípulo y continuador de Bolívar, como uno de los grandes próceres de nuestras luchas emancipatorias a lo largo de dos siglos.
Fue un batallador incansable a favor del socialismo, como garantía de la perdurabilidad de las conquistas económicas, políticas y sociales impulsadas por la Revolución Bolivariana, orientadas siempre a favor de los humildes, de la dignidad de los pueblos originarios, del desarrollo de la cultura y del arte.
Los cubanos lo sentimos siempre como un amigo entrañable, solidario, como alguien que, aunque no nació en esta Isla, es también nuestro. Una relación cimentada en una entrañable amistad con Fidel y con Raúl.
Fue un martiano de corazón y muchas veces exaltó su pensamiento y destacó su condición de precursor de la integración latinoamericana y caribeña. En merecido reconocimiento le fue otorgado el Premio Internacional José Martí de la Unesco.
En estos momentos de sentido dolor para sus familiares y para el hermano pueblo venezolano, deseamos expresarles, a nombre de todas las instituciones martianas de Cuba, nuestro profundo pesar por esta pérdida inconmensurable, junto a los sentimientos de plena solidaridad.
Solo con la más firme unidad de todos los que le han apoyado en medio de las más difíciles circunstancias y han trabajado a favor de sus ideas de independencia, soberanía, de compromiso con su pueblo podrá garantizarse la continuidad de su obra y el mantenerlo vivo y actuante en su querida Venezuela Bolivariana.
A los pueblos de Nuestra América nos corresponde continuar trabajando sin descanso por la integración y la independencia de nuestras Patrias, obedeciendo el mandato que nos dejara José Martí:
«¡Los árboles se han de poner en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas! Es la hora del recuento y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes».
¡Honor y Gloria al querido Comandante Presidente Hugo Chávez Frías!
Oficina del Programa Martiano
Centro de Estudios Martianos
Museo Casa Natal José Martí
Memorial José Martí
Fragua Martiana
Movimiento Juvenil Martiano
Brigada de Instructores de Arte José Martí
La Habana, 7 de marzo de 2013
