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Enfermedades como el vitiligo, la psoriasis y la alopecia no son mortales, pero inciden en la autoestima de quienes la padecen y afectan mucho su calidad de vida, por lo que Cuba trabaja para diversificar las opciones de tratamiento y elevar la eficacia de los actuales, según se discutió en el recién culminado III Seminario Internacional de Histoterapia Placentaria, que sesionó en el capitalino Palacio de Convenciones de La Habana.
El Centro de Histoterapia Placentaria atiende en el año a unos 600 pacientes de todo el país y cien del extranjero. Sus terapias no tienen efectos adversos, son viables a cualquier edad, no interfieren con la atención a otras enfermedades o durante el embarazo, y según patrones internacionales tienen una alta eficacia, pues en más del 80 por ciento logran controlar el padecimiento.
El éxito descansa sobre todo en la disciplina individual y la disposición de buscar ayuda en las áreas de atención primaria desde que aparecen los primeros síntomas, afirmó el doctor Alfredo Abreu, presidente de la Sociedad Cubana de Dermatología, quien insistió en que la prioridad de las personas debe ser la prevención de los factores desencadenantes, y sobre todo se debe proteger la piel en las horas de mayor radiación solar.
En el evento, en el que se rindió homenaje al doctor Carlos Manuel Miyares Cao, un audiovisual reprodujo sus comentarios sobre el propósito de su equipo de investigación de desarrollar nuevos fármacos para sumarse a las terapias contra el cáncer, las secuelas de los accidentes cerebrovasculares, la artrosis, la artritis y otras enfermedades, siempre a partir de valiosas sustancias encontradas en la placenta humana.
Según explicó a la prensa el doctor Ernesto Miyares, actual director del centro, la materia prima que requiere esa escalada se garantiza gracias al programa auspiciado por el Minsap para la selección, almacenamiento y traslado refrigerado de millares de placentas de mujeres sanas cuyos partos ocurren en hospitales ginecobstétricos de todo el país.
