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La certeza de que a la Revolución Cubana la define su profundo humanismo y de que durante sus casi 55 años de vida se ha empeñado en garantizar los derechos humanos fundamentales, fue ratificada este martes por un panel de expertos reunido en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, con motivo de las celebraciones por el aniversario 65 de la Declaración de los Derechos Humanos.
El Dr. José Luis Toledo Santander, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular, explicó ante periodistas cubanos y extranjeros la institucionalidad democrática en función de garantizar los derechos civiles y el principio de unidad como elemento estratégico para salvaguardar la independencia y la soberanía nacional.
El diputado se refirió a los principios de participación popular reconocidos en la Constitución. Al respecto, ejemplificó con el amplio proceso de consulta llevado a cabo recientemente en los centros laborales, en torno al nuevo Código de Trabajo, un debate que por primera vez incluyó a los trabajadores no estatales, organizados en núcleos sindicales.
Toledo Santander comentó que la institucionalidad está en función de garantizar derechos fundamentales como el derecho a la vida, mediante la implementación de una fuerte cobertura de seguridad social, de salud universal y gratuita; la libertad de pensamiento y expresión; la libertad de los individuos de dirigirse a entidades para expresar sus dudas e inquietudes, entre otros.
Por su parte, José Barreiro Alfonso, asesor de la Ministra de Trabajo y Seguridad Social, se refirió a cómo el Código de Trabajo vigente amplía postulados constitucionales sobre la no discriminación por sexo, raza, y de ningún tipo.
Particular énfasis hizo en el sistema de seguridad y protección a quienes por razones de enfermedad o invalidez reciben seguridad social, así como al pago de pensionados, una asistencia que la nación mantuvo, incluso, en los difíciles años de crisis económica del período especial.
También destacó que el 70 por ciento de la fuerza técnica en el sector estatal son mujeres, lo cual evidencia el desarrollo que han tenido las féminas y su amplio acceso al empleo. Igualmente, resaltó que los jóvenes graduados de la Educación Superior cuentan con un empleo para desarrollar los conocimientos adquiridos durante sus estudios de licenciatura.
Centrado en los derechos culturales y la racialidad, el Dr. Eduardo Torres Cuevas hizo un breve recorrido por algunas políticas trazadas después del triunfo de la Revolución, en 1959, que permitieron crear un público y un espacio en el que la creación artística puede ser percibida con la mayor riqueza posible.
Para el Director de la Biblioteca Nacional José Martí, la existencia de una vida cultural activa en cada comunidad ha propiciado que de esos lugares salgan los más importantes creadores cubanos.
Respecto a la racialidad, que Torres Cuevas ubica dentro de los temas más importantes de la sociedad actual, el historiador apuntó que la batalla hoy está en continuar apuntando hacia el cambio de las mentalidades heredadas de los procesos de esclavitud y posesclavitud, un fenómeno que transcurre muy lentamente, incluso más allá de las batallas legales que libró la Revolución en ese sentido.
Otro de los temas abordados fue el respeto a la identidad de género y a la libre orientación sexual, sobre el que apuntó Manuel Vázquez Seijido, jefe del Equipo de Asesoría Jurídica del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), que existe la voluntad del Estado de garantizar la diversidad de géneros y de orientación sexual.
Después, Joel Ortega Dopico, presidente del Consejo de Iglesias de Cuba, manifestó que la Iglesia cubana es una de las que más ha crecido en los últimos años, tanto en feligreses como en su estructura institucional.
El también pastor de la Iglesia Presbiteriana Reformada comentó que en cada rincón de Cuba existe «una comunidad de fe», lo que demuestra cómo las instituciones religiosas se amplían en nuestra sociedad.
Asimismo, destacó el nivel de las relaciones de la Iglesia cubana a nivel internacional y su fuerte presencia en organismos internacionales y regionales.
Los especialistas respondieron preguntas de la prensa nacional y extranjera presente en el teatro Camilo Cienfuegos, del Ministerio de Relaciones Exteriores, así como de internautas.
Cuba, Palestina y el pueblo Saharaui: unidos en la lucha
El impacto del bloqueo impuesto por el Gobierno de Estados Unidos a Cuba en el desarrollo de nuestra industria tecnológica, el conflicto entre Palestina e Israel y el que padece la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) por la ocupación marroquí de su territorio, fueron motivaciones suficientes para que, este martes, en el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, quienes defienden los derechos humanos en el mundo manifestaran su indignación contra su flagrante violación en esos casos.
El doctor Pedro Camilo Rodríguez, investigador clínico del Centro de Inmunología Molecular, afirmó que «los científicos cubanos trabajamos a diario en proyectos que tributen al surgimiento de nuevos fármacos para aliviar, prevenir y curar determinadas enfermedades, pero lo hacemos a la par de enfrentar carencias y limitaciones como consecuencia del bloqueo».
La adquisición del equipamiento y reactivos necesarios para la investigación, la suscripción y obtención de literatura especializada, la participación de profesionales cubanos en eventos y becas de otros países y las alianzas estratégicas con empresas líderes en el sector, entre otras cuestiones, son de las más afectadas por esta política del Gobierno estadounidense, añadió el especialista.
El señor Majed Abu Alhwa, consejero de la Embajada de Palestina en Cuba, compartió con los asistentes al panel por los derechos humanos la triste historia de su pueblo a partir de la ocupación de su territorio por el Estado de Israel.
Luego de comprender mejor la naturaleza del conflicto entre estas dos naciones a partir del documental El Muro, el estudiante de la Escuela Latinoamericana de Medicina, Andel Rahman Mohamed Sidi, de la RASD, explicó la situación de sus compatriotas y las consecuencias que sufren por la indiferencia de los organismos internacionales.
El pueblo saharaui —expresó el joven— siempre ha contado con el apoyo de Cuba en nuestra lucha y sabemos que todos los que estamos aquí abogamos por la igualdad y la no violación de los derechos humanos en el mundo.
El panel transcurrió con la presencia de Kenia Serrano Puig, presidenta del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP); Víctor Dreke, presidente de la Asociación de Amistad Cuba-África; y el señor Hamadi Sidahamed Bubakar, encargado de negocios de la RASD, quienes acompañaron al público asistente al ICAP.
