24
La cita de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) de La Habana, que el presidente venezolano Nicolás Maduro ha augurado que «será una cumbre histórica, de unión», abrirá su segmento de Jefes de Estado o de Gobierno el 28 de enero, coincidiendo con el aniversario 161 del nacimiento de José Martí, uno de los principales precursores de la integración de Nuestra América.
El Programa Oficial, que señala la llegada de los líderes de la región durante el transcurso del lunes 27, apunta que la sesión inaugural de la II Cumbre de la Celac tendrá lugar a las nueve de la mañana del martes 28, pocas horas después de que el estudiantado de la capital cubana haya realizado la Marcha de las Antorchas.
Luego de la Bienvenida e inauguración de la Cumbre, que se extenderá hasta el 29 de enero, los Jefes de Estado y de Gobierno y presidentes de las delegaciones de las 33 naciones que la conforman pasarán a retiro, para intercambiar sus propuestas y debatir los documentos que le serán presentados por los Cancilleres: la Declaración Política y el Plan de Acción para 2014.
La América que preveía y soñaba el Héroe Nacional cubano, que también tuvieron presente el Libertador Simón Bolívar y otros próceres que defendieron la independencia y la soberanía a lo largo de 200 años, estará en el espíritu de las sesiones plenarias, cuya primera jornada continuará en horas de la tarde de ese martes.
El principal tema de este encuentro, y que ha sido centro de atención desde el nacimiento de la Celac en diciembre de 2011 en Caracas al impulso esencial del Comandante Hugo Chávez, serán las decisiones para combatir la pobreza y el hambre.
Otros temas que ocuparán el espacio durante los dos días de la Cumbre serán la paz y la soberanía de la región, porque es interés convertir a América Latina y al Caribe en una gran zona de paz, y donde las posibles diferencias se tramiten mediante el diálogo constructivo y no las amenazas de guerra, elementos que concuerdan también con la visión martiana de que esa nación continental integrada como un haz debe contribuir al «equilibrio aún vacilante del mundo».
