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La iniciativa y el control marchan sobre ruedas

A un año de creadas llegan este 1ro. de julio las cooperativas no agropecuarias. Una de ellas, vinculadas al transporte de pasajeros en la capital, demuestra que esta oportunidad representa un nivel superior de organización e ingresos

Autor:

Yuniel Labacena Romero

Basta recorrer las áreas de la cooperativa no agropecuaria (CNoA) Taxis Ruteros 2, para saber el sentido de pertenencia que se respira en esa entidad. Los 58 socios que allí laboran se basan en la ayuda mutua y sienten suyo este sitio que amaneció de un modo diferente, hace ya un año.

Ayudar a mejorar el deprimido transporte de pasajeros en la capital es su encargo social. Allí los choferes, mecánicos y personal administrativo buscan, gestionan y garantizan la marcha de su base, para cumplir a todo tren ese propósito fundacional.

«Todavía estamos “goteando”. Actualmente tenemos 19 carros, aunque no todos pueden salir diariamente debido a roturas técnicas. Por ello a veces no satisfacemos las demandas de la población», dice Martín José Betancourt, presidente de la cooperativa, a quien sus compañeros eligieron para timonear los destinos de esta nueva forma de gestión.

«Si no hay ingresos, esto no camina. La planificación para constituir la asociación se realizó en base a 44 vehículos. Sin embargo, primero tuvimos 12 con una sola ruta, desde el parque El Curita hasta el reparto Náutico. Hemos aumentado en algo la cifra de vehículos, pero el hecho de no contar con todos influye en los resultados».

A pesar de este percance, a un año de su creación, ya hay asociados que cobran más de 3 000 pesos mensuales y la cooperativa —una de las dos de taxis ruteros que se han constituido en La Habana— logra recaudar más de 30 000 pesos diarios. También han buscado chapistas, mecánicos y electricistas para que la entidad funcione mejor.

Según explica Martín, los ómnibus Yutong X Lon son arrendados a la Empresa de Taxis y Servicio Regular de La Habana, y el Estado subsidia parte del combustible y las piezas de repuesto. De esta manera se garantiza que el precio del pasaje sea cinco pesos, cifra que no puede ser alterada, a riesgo de que se le retiren los vehículos.

«Esta oportunidad representa un nivel de ingresos superior, pero para ello los carros tienen que funcionar. Aquí hasta a quienes habían quedado disponibles cuando éramos una entidad estatal los formamos como choferes, para que pasaran a esta forma de gestión», aseveró.

Quizá por eso todos en ese lugar comparten la alegría de trabajar y recibir más por el fruto de su esfuerzo. De ello dio fe Rolando Perdomo, quien aseguró que antes solo cobraba 250 pesos mensuales, y eso cambió a casi 3 000, sobre todo cuando el ómnibus anda bien.

«Ahora tenemos un carro que sentimos más propio y al que le dedicamos mayor cuidado. Si no cuido mi trabajo, no tengo beneficios y de ello depende este proyecto», afirma resuelto este especialista en maquinaria integral, quien lleva siete años laborando en la Base, ahora cooperativa.

«Aquí uno innova con las piezas, las herramientas y trata de resolverlo todo para mantener buenos resultados, afirmó Rolando.

«Al principio tuvimos miedo…», «el negocio ha demostrado solvencia…», «lo mejor es la integración del colectivo…». Fueron esas algunas de las opiniones de muchos socios cuando este reportero intercambió con ellos.

Para que todo funcione bien, la iniciativa y el control deben marchar sobre ruedas. Incluso, no sorprende encontrar muchas veces a directivos de la cooperativa montados en los ómnibus, verificando el cumplimiento de los tiempos de cada ruta y la calidad del trato a los pasajeros.

Autonomía VS. imposición

Fue a partir del mes de abril del año pasado cuando se autorizó la formación de las primeras 498 cooperativas, de las cuales hasta mayo de este año han sido constituidas 249, según se informó en la más reciente reunión del Consejo de Ministros.

El 1ro. de julio de ese año comenzaron a funcionar las primeras 124 asociaciones de este tipo con carácter experimental. De este grupo inicial, 112 se desprendieron del sector estatal y el resto surgieron esencialmente de trabajadores por cuenta propia.

Las cooperativas de taxis ruteros, junto a otras ligadas al transporte, gozan de aceptación entre la población. Su puesta en marcha devino opción de traslado ante las urgencias del transporte, afirmó María Álvarez, residente en la capital, quien valora de oportuna esta propuesta.

El andar de quienes laboran en la CNoA Taxis Ruteros 2 se inicia a las seis de la mañana y se extiende hasta las diez de la noche, para garantizar una frecuencia en recorridos de 15 minutos entre un ómnibus y otro. Cada uno realiza 16 viajes diarios y las personas pueden quedarse en cualquier punto del trayecto y no en los lugares establecidos para el resto de las guaguas.

«Aquí nadie nos impone nada; nosotros decidimos las cosas mediante la asamblea. Allí acordamos quiénes son socios o no de la cooperativa, los sistemas de pago, las metas para el próximo mes… Las cosas se hacen en colectivo, incluso la  elección para los cargos. Aquí todos somos elegibles», dice Martín con la seguridad que confiere tener autonomía y autoridad.

Revisar los reglamentos o simplemente detenerse a leer los que tienen en un mural a la entrada de la cooperativa da fe de ese mensaje. Entre otros asuntos, responsabiliza a sus miembros de la limpieza de los carros, detalla las medidas que se aplican a quien llegue tarde o se ausente, así como el sistema de pago, el cual puede alcanzar hasta el 70 por ciento de las utilidades.

Ernesto Abreu, secretario de la sección sindical de la cooperativa, advierte que en ese sitio hasta ahora no existen robos y los socios cuidan todo. «Tiene que ser así, en unión, o de lo contrario esto no funciona. Los trabajadores conocemos todos los meses lo que se hace en la cooperativa, lo que se invierte en piezas, en combustible… para saber si somos rentables o no.

«En aras de mejorar las condiciones, tuvimos que crear seis fosos para el mantenimiento de los carros y ahora estamos haciendo un área de fregado. El monto de dinero para esas inversiones y para contratar al personal que las realizará, proviene de nuestros ingresos», apunta.

Aunque muchos viajeros piensan que estos carros son nuevos, advierte Martín que se trata de vehículos con cierto grado de explotación, adquiridos por Cubataxi al Ministerio del Turismo. «Luego nos los arriendan y aquí le damos mantenimiento, los pintamos y alistamos para que salgan a trabajar», precisa.

Acota que estos ómnibus no deben transportar pasajeros de pie, pues no están diseñados para ello. «El pasajero no tiene de dónde agarrarse: el pasillo es muy estrecho y la capacidad no lo permite. Si violamos esto, no tendremos ómnibus y se afectará el servicio».

«Con ese criterio hemos sido muy rigurosos. Usted paga cinco pesos para viajar cómodamente. Si lleva personal de pie ya pierde la condición de taxi. Hemos sancionado a varios choferes que han infringido esa norma, pues ello trae como consecuencia también que el conductor se quede con el dinero».

—¿Insatisfacciones?

—El principal problema es cambiar. Hay muchos que aún no asimilan lo que es el trabajo en una cooperativa, y a veces el chofer se queda con dinero. Es difícil que un chofer salga con su carro todo un día en buen estado y después no cumpla. Eso afecta a los demás.

«También nos afectan las indisciplinas de la población. Mucha gente se monta con las ropas mojadas, llenos de arena, graban sus nombres en las guaguas o los asientos, rompen los forros, botan desperdicios dentro del ómnibus… Uno les explica que no deben hacer esas cosas y es en vano. Eso atenta contra la limpieza y la vida del equipo».

—¿Nuevas ofertas?

—Recientemente aprobamos una nueva ruta de Playa a Santa Fe. Ya suman dos en ese itinerario. Esta última comenzó a funcionar el 1ro. de mayo, después de haber analizado su factibilidad con la Dirección Provincial de Transporte y saber los resultados que podía aportar a la cooperativa.

«Recientemente recibimos otros diez taxis, que se están alistando. Con esta nueva entrada pensamos —luego de su estudio en la instancia correspondiente— abrir dos rutas más: Frank País-Hospital Ameijeiras y Frank País-Hospital Clínico Quirúrgico de 26. Esperamos que el número de vehículos se incremente hasta llegar a los 44 con que se concibió nuestro proyecto».

El Presidente de la CNoA y sus socios coinciden en señalar lo oportuno de esta iniciativa para con ello mejorar en alguna medida la situación del transporte. «En este tiempo, el experimento demuestra que la opción puede funcionar muy bien. De ser así, será un gran aporte y puede redundar en beneficio para todos».

Economistas opinan

Según el Doctor Hiram Marquetti, investigador del Centro de Estudios de la Economía Cubana, fundar las cooperativas ha sido un paso de avance, pues genera una dinámica de trabajo colectivo y de socialización de los recursos y medios de producción que hasta la fecha se había desestimado.

«Por tanto, este paso es valioso en el contexto que vive el país, que busca una base económica sólida y un empleo óptimo de los recursos. Sin embargo, no se deben ceñir a una simple forma de gestión, sino que hay que ver hacia el futuro la perspectiva de que sean parte del arsenal de las formas de producción típicas de la construcción socialista», explica.

Similares criterios comparte el Doctor Omar Everleny, también del Centro de Estudios de la Economía Cubana, quien señala que esta oportunidad es un paso superior en el funcionamiento económico aunque todavía queden aspectos por mejorar, propios de cualquier proceso de experimentación.

Everleny se refirió también a la pertinencia de aprobar cooperativas en sectores que aporten al producto interno bruto y aumentar su cantidad en el sector de la industria manufacturera, además de las empresas de servicios. Manifestó que «se precisa aún clarificar la fuente de los insumos para no dar espacio al mercado negro. La procedencia de los recursos determina una “mezcla” que “une” la forma de gestión cooperativa con la estatal».

Igualmente resalta que esta oportunidad es muy válida. «El país necesita desatar las fuerzas productivas creando más servicios, además de mejorar los que ya existen para que la economía no se renueve solo en un sector».

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