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Cuna de la Operación Milagro

La extraordinaria iniciativa de Fidel y Chávez cumplió diez años y se ha extendido a países de América Latina, Europa, África y Asia. Solo en América Latina y el Caribe, más de tres millones de personas han recobrado la visión gracias a la permanencia de este programa, que se inició en el hospital capitalino Pando Ferrer

Autor:

Marianela Martín González

En el Centro de Microcirugía Ocular, en el Instituto de Oftalmología Ramón Pando Ferrer, se inició la ejecución operativa de una de las misiones más hermosas de la salud cubana, conocida por su impacto como la Operación Milagro.

«El 9 de julio de 2004, en horas de la noche, Fidel visitó la moderna instalación, considerada una de sus obras, y al comprobar las excelentes condiciones estructurales, tanto constructivas como tecnológicas, y sus recursos humanos, decidió que este fuera el lugar donde naciera el altruista proyecto».

Con precisiones increíbles sobre este suceso, el doctor Marcelino Río Torres, director del Ramón Pando Ferrer, recuerda cada minuto que el líder histórico de la Revolución Cubana permaneció en el instituto. Las preguntas y sugerencias que Fidel le formuló permanecen intactas en la memoria de este galeno que ha hecho de la Liga contra la Ceguera, como se conocía a esta institución de salud, una de las razones más importantes de su existencia.

«Aunque la fecha que se reconoce como el inicio de la Operación Milagro es el 8 de julio, las primeras 50 microcirugías relativas a este programa las realizamos el 10 de julio de 2004. En apenas tres meses y medio operamos casi 14 000 cataratas de pacientes venezolanos sin afectar la atención a los cubanos.

«Esta extraordinaria iniciativa de Fidel y Hugo Chávez ha sido un éxito que le ha dado la vuelta al mundo. Se ha extendido a países de América Latina, Europa, África y Asia», precisó Río Torres, quien detalló que solo en América Latina y el Caribe, más de tres millones de personas han recobrado la visión gracias a la permanencia de este programa.

En el Centro de Microcirugía se realizan intervenciones quirúrgicas de alta complejidad, como la operación de cataratas mediante la facoemulsificación, queratoplastias (entre estas la endoqueratoplastia), glaucoma y uso del Ecimer Laser para las cirugías refractivas, miopía, hipermetropía  y astigmatismo. En 26 años de existencia del Centro allí se han realizado un poco más de 245 740 operaciones.

Río Torres explicó que para realizar tantas y tan complejas intervenciones quirúrgicas han contado con un personal altamente calificado.

«La mayoría tiene una vasta experiencia y suficiente intercambio científico con el exterior, lo cual es necesario y básico. Nuestro personal constantemente actualiza sus conocimientos.

«Contamos además con el equipamiento para ejecutar las últimas técnicas quirúrgicas que se realizan en los más importantes centros del mundo, como la facoemulsificación, operación que permite la cirugía de cataratas en un lapso que oscila entre cinco y 15 minutos.

«Esta técnica facilita que con tan solo unas gotas de colirio anestésico se pueda proceder a la implantación de un cristalino intraocular plegable, el cual se introduce por una herida quirúrgica menor de 2,5 milímetros.

«La técnica permite que con un equipo altamente sofisticado se destruyan las cataratas, y estas sean aspiradas por el cirujano valiéndose de este maravilloso equipo».

El doctor Río Torres señaló que en el centro se realiza la endoqueratoplastia, una operación que consiste en transplante de córnea sin necesidad de suturas, lo cual constituye una revolución dentro de la oftalmología.

Génesis

El Centro de Microcirugía Ocular en Serie, como se llamó inicialmente, vio la luz el 29 de abril de 1988, luego de que un grupo de profesionales de la especialidad de Oftalmología visitara el instituto Fyodorov, de Moscú, donde cumplieron un plan de adiestramiento y compraron equipos de alta tecnología para luego aplicar lo aprendido en la Isla.

«En 1984 fuimos citados a las instalaciones del Cimeq por el doctor Arquímedes Cedeño, director de esa Institución en aquel entonces. Allí nos reunimos con Nikolai Konstantinovich Baibakov, vicepresidente del Consejo de Ministros y presidente de la Gosplan de la antigua URSS. Él nos habló del profesor Fyodorov. Ese año visitamos la URSS y el Instituto Fyodorov.

«Después Fidel visitó Moscú, en 1986, y fue invitado a recorrer ese centro oftalmológico. A partir de lo que allí vio es que se plantea la posibilidad de la creación de uno similar en Cuba. El lugar escogido fue nuestro instituto.

«Anexamos un área al hospital y a los dos años ya estábamos inaugurándolo con la mismísima presencia del líder histórico de la Revolución Cubana y el profesor Fyodorov», recordó Río Torres.

Esto constituyó una verdadera explosión científico-técnica en la Oftalmología, según el Director del Pando Ferrer. Con los años, muchas de las técnicas originales fueron sobrepasadas por el personal joven de dicha instalación.

«Se remodeló la unidad quirúrgica y se sustituyeron las operaciones en serie por la individualidad, ya que esta técnica era mucho más veloz, eficiente y compatible con la calidad adquirida por el cuerpo médico. El modelo inicial resultaba muy lento para nuestros cirujanos. También el constante avance tecnológico compulsó estos cambios favorables».

—¿Qué pudiera afectar el desarrollo de la oftalmología en este Centro, considerado cuna de la Operación Milagro?

—Dependemos de la situación económica para la adquisición de nuevo equipamiento.

«En oftalmología el desarrollo es geométrico, no aritmético. Todos los días aparece una nueva tecnología. Además, la especialidad demanda de una garantía de insumos para los equipos que tenemos.

«Lo más difícil de adquirir lo poseemos: el ser humano. Lo otro llegará; mientras tanto seguiremos esforzándonos para servir adecuadamente por la salud visual del pueblo».

—¿Limitaciones que afectan el desenvolvimiento del centro?

—En la medida de las posibilidades se adquirirán los últimos adelantos que se presenten a nivel mundial, siempre y cuando no tengan componentes estadounidenses. El absurdo bloqueo económico y financiero sobre nuestro país nos dificulta de manera real, pero siempre se puede más.

—¿Cómo es la presencia de jóvenes en la institución y de qué modo tiene lugar la sinergia entre estos y los profesionales de mayor experiencia?

—El Instituto tiene un promedio de edad de 41 años y el Centro de Microcirugía, de 38 años. Al igual que en otras especialidades, en el resto del país nunca han existido dificultades en el intercambio y traspaso de conocimientos. Ese es un concepto de la Medicina revolucionaria.

—¿Cuán caras son las operaciones oftalmológicas?

—El precio depende del país y la zona donde se realicen. Una operación de cataratas en América Latina está valorada entre 1 200 y 3 000 dólares. En el sur de Estados Unidos el mismo tratamiento quirúrgico está estimado en cerca de 2 500 dólares y en lugares enclavados al norte, como Nueva York, cuesta 8 000 dólares.

«La operación denominada queratoplastia nunca costará menos de 17 000 dólares en cualquier parte del mundo. El precio que referimos en todas es el correspondiente a la cirugía de un solo ojo».

—Perspectivas del Pando Ferrer en medio del proceso de actualización del modelo económico...?

—Trabajaremos siempre con la vocación de servir con calidad y optimizando los recursos materiales y humanos. Esta institución es orgullo de la Salud Pública cubana. Es un verdadero Centro de Excelencia.

«En los primeros años de la Revolución, de 118 oftalmólogos que existían solo quedaron en Cuba 38, pues la mayoría se marchó a EE.UU. Hoy, solo en el Instituto Cubano de Oftalmología Ramón Pando Ferrer, hay 139 oftalmólogos, y más de 1 890 distribuidos en todas las provincias.

«El futuro de nuestra especialidad es promisorio y su compromiso con la humanidad es indetenible. La Operación Milagro es una muestra del rumbo de nuestro derrotero», sentenció Río Torres.

Venezuela: Una década llevando luz, destaca el vicepresidente Arreaza

CARACAS, julio 8.— «La Misión Milagro cumple hoy diez años llevando luz y felicidad a los humildes de Nuestra América», destacó el vicepresidente ejecutivo de la República Bolivariana de Venezuela, Jorge Arreaza, quien agregó que los buenos resultados del programa son fruto de la voluntad de los líderes de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, y de la Revolución Cubana, Fidel Castro.

Hasta el 15 de junio de 2014, este programa había atendido a 3 476 206 personas, indicó Arreaza durante el acto de recibimiento de 77 pacientes de El Salvador, para atenderse enfermedades oftalmológicas en Venezuela.

La Agencia Venezolana de Noticias recordó que un vuelo de venezolanos a Cuba para ser operados gratuitamente de cataratas dio inicio hace una década a la Operación Milagro. La iniciativa se repitió durante más de un año hasta que, el 25 de agosto de 2005, Fidel y Chávez firmaron el Compromiso Sandino, que planteaba operar a seis millones de personas de varios países en diez años.

La ejecución de dicho Compromiso ha permitido intervenir quirúrgicamente, en Cuba y Venezuela, a personas en situación de pobreza provenientes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, El Salvador, Italia, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, Portugal, Puerto Rico, R. Dominicana y Uruguay, entre otras muchas naciones.

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