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Las tonalidades del rigor (+Fotos)

El Conjunto Escultórico Parque de la Libertad fue severamente dañado meses atrás, por lo que se le sometió a una avanzada acción restauradora. Ahora el monumento llama la atención por su pulcritud y belleza

Autor:

Hugo García

MATANZAS.— El 5 de diciembre de 2013 este diario publicó el reportaje Las tonalidades de la falta de rigor, que abordó la inadecuada restauración a que se sometió el Conjunto Escultórico Parque de la Libertad, en Matanzas, y que le causó serios perjuicios.

Quizá la denuncia pública del caso contribuyera a que se empezara una restauración cuidadosa. Tres meses después de iniciada, la realidad es otra. Ahora el monumento llama la atención por su pulcritud y belleza. Hasta un anillo que lleva Martí en su mano izquierda, con la impresión a relieve de Cuba, se puede divisar desde abajo, fruto de intensas jornadas que vincularon lo artístico con la conservación.

Gilberto Martínez Orgallez, restaurador de la empresa Atrios, del Ministerio de Cultura, explicó a JR que la obra se retrasó porque al principio tuvieron problemas con recursos como la madera para el andamiaje, el agua, la electricidad y el gas licuado. Ello originó dos meses de atraso, pues los trabajos debían terminar a finales de junio.

Indisciplinas sociales cometidas en el parque contribuyeron a atrasar en varias ocasiones el proceso de intervención al monumento. Hubo que repetir determinadas tareas de limpieza debido al vertimiento de bebidas o alimentos de comida rápida. Incluso, hubo seres inconscientes que hicieron necesidades fisiológicas en derredor del lugar, aseguró Gilberto, quien laboró en la obra junto al artista de la plástica Reiner Viera Díaz.

Gilberto Martínez Orgallez (izquierda) y Reiner Viera Díaz.

—En el caso específico de la estatua de Martí, ¿qué fue lo que más te impresionó en el proceso de restauración?

—El trabajo del escultor italiano Salvatore Buemi (1860-1916), un academicista grandioso. Me satisfizo mucho tener la oportunidad de estar tan cerca del que es considerado el rostro más parecido al de Martí (…) Todo eso nos enriqueció profesionalmente. Las personas, por ejemplo, ya pueden observar la leontina del traje, que antes no se veía.

«En este Martí, confeccionado a partir de cuatro piezas, se nota la pátina dada por el artista y los restos de algunas intervenciones anteriores, más bien enfocadas en la conservación. La estatua tiene muchos detalles, como el lazo de pajarita, el cuello rígido de la camisa, el chaleco y el anillo que tiene cifrado la palabra Cuba.

«Trabajar el rostro de Martí fue algo fantástico desde el punto de vista artístico, porque Buemi fue minucioso y detallista en su trabajo artístico y de fundición. Se percibe en el tratamiento a la escultura, con los numerosos errores de fundición corregidos hasta el mínimo detalle.

«Se aprecia a un Martí pensativo, incluso medio triste si nos atenemos a la formación de los pómulos y el gesto de la cara. A juzgar por su posición y el pergamino que aprieta en su mano derecha, con la frase “Cuba Libre”, se puede concluir que está meditando. Buemi le colocó un rostro y una mirada pensativa, dirigida al futuro de Cuba. Hay una armonía entre el rostro, la postura que adopta, el propio pergamino y el conjunto en sí, con una bandera detrás y con una cuarteta de Martí que se llevó al plano físico.

«Con la restauración que hicimos Martí quedó como en el momento de la inauguración del conjunto. Solo hubo algún cromatismo diferente. La pátina imitativa —que remeda el proceso del metal y su terminación— ha evolucionado mucho. Cien años atrás se calentaban las piezas y se les aplicaban distintos tipos de aceites. Ahora se emplea esa técnica en Cuba de un modo más contemporáneo. El bronce termina con una pátina imitativa, y después se aplica cera, a la que se le incluye color para resaltar algunas zonas. Ello provoca que la gente exclame: “¡Mira, si tenía un lazo, un anillo!”. Ese es el mayor premio.

«Los baños químicos a las esculturas fueron aplicados con disoluciones de bajos porcentajes. Había escurrimientos en las zonas de pátinas, debido al vertimiento del compuesto que dañó la obra, que por una lógica química se pudiera decir que fue un ácido, aunque no lo hemos constatado».

—¿Cuáles son las características principales del conjunto?

—La escultura está hecha por el método indirecto al vaciado. Es decir, se creó la escultura por piezas y después se ensambló mediante remaches, tornillería y soldaduras, que quedaron visibles cuando se le hizo la limpieza por baños químicos. La escultura de la mujer, la Libertad, tiene zonas que el artista tuvo, desde el punto de vista de fundición, que montarlas al final. Antes había otras tecnologías, pero hoy es más fácil, con el método directo, crear de una sola pieza. La Libertad tiene el pelo montado, y los dobleces del vestido deben albergar la zona de soldadura de montaje y rectificación de errores. Esa fue la que más sufrió el embate del compuesto que se aplicó: debajo del cuello, del pelo, en los interiores del gorro y la cara, en la zona del cinto que ajusta el vestido, y en algún que otro bajorrelieve del vestido quedaban zonas de patinado. Para crear esta mujer, Buemi usó el rostro de su esposa, y el resto del cuerpo es de dos jóvenes italianas. Tiene un movimiento fantástico, con la acción de romper las cadenas que subyugaban al pueblo cubano y un grito de libertad.

«Ambas piezas tenían zonas de pátina maligna, esos lamparones negros que se formaron debido a la reacción que hizo la superficie con el compuesto vertido. Las retiramos a través de los baños químicos, primero con detergentes y después con fórmula cáustica de bajos porcentajes para limpiar el granito de Ravena, traído de la zona de Lombardía. Tiene zonas que los baños de limpieza ayudaron a aclarar, pero se había integrado mucho la grasa.

«En el caso de la bandera, fueron destupidas las zonas de desagüe, algo que exigió mucho trabajo. La bandera ha sido intervenida, como las pencas que están remachadas porque en algún momento las partieron. La tarja alegórica al doctor Ramón L. Miranda, médico y amigo de Martí, se intervino químicamente, se limpió y recubrió con un protector».

—Ante la incidencia de algunas indisciplinas sociales, ¿tienes alguna recomendación para el futuro?

—Hay una propuesta para limitar el acceso. Creo que el monumento debería tener una cerca limítrofe, o no va a durar la restauración. La función de este proceso es atenuar y mitigar la acción del tiempo o el clima, pero contra la acción del hombre no se ha podido, y en este caso es fuerte. Una niña vino y puso una flor encima de la bandera, pero algo así la daña, porque la flor se descompone y tupe los conductos de desagüe de esa pieza. Hasta ese gesto tan bonito se debería evitar.

«Las zonas de escurrimiento y el tratamiento que se le dio fue para nivelar cromáticamente toda la escultura, retirar las capas de oxidación y de deposiciones como las heces de las aves, otra preocupación que se debe tener en cuenta para conservar el monumento. Recomendamos a la Comisión de Monumentos que le aplique baños de agua en forma de caída de lluvia, nunca proyectarla directamente contra el monumento. Las deposiciones del aerosol salino, dada la cercanía del mar, han provocado picaduras en la escultura».

—¿Cómo te gustaría que cuiden este monumento?

—La mejor forma es protegiéndolo día a día, que las personas se sensibilicen con esta obra de arte, que sepan que tener este monumento en cualquier provincia sería algo grandioso. Es un monumento completo: cuenta con elementos decorativos, una cuarteta de Martí, una tarja conmemorativa, hay tres elementos lineales que conforman el propio conjunto escultórico, con una riqueza en su basamento pétreo que no es común verla en nuestro país. Me gustaría que los mayores y los niños se eduquen en su conservación.

«Me emocionó contactar con tantas personas preocupadas, que me decían: “Por favor, déjalo bonito”. Por eso es tan satisfactorio haber entregado esta obra a los matanceros y al patrimonio nacional».

Detalles del Conjunto Escultórico Parque de la Libertad que antes pasaban inadvertidos, y que ahora pueden apreciarse gracias al reciente trabajo de restauración.

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